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Relacionado con: repente
„De repente, le pasó por la cabeza el viejo dicho que rezaba <>. Qué palabras tan ciertas.Claro que al punto recordó la acotación preferida de Tammy: <>.“
„Nos gastamos más de la mitad de la vida buscando a alguien que se parezca tanto a nosotros para que nos lo llevemos a la casa y podamos empreder un especie de aventura sentimental. Pero siempre decimos: «tiene que ser igual a mí» como si nosotros fuesemos la gran cosa. De repente a uno le pasa que después de un rato de tratar de conseguir a una gente así, descubre que después del tiempo ella sale del cuarto, saca la cabeza y dice: «noche» y uno le contesta: «día», porque así nada más… Uno dice: «blanco», ella dice: «negro», a uno le gusta el fútbol, a ella le gusta el béisbol y entonces uno comienza a cometer errores. Uno trata de largarse del lugar, voltea a ver y se supone que tendría que estar pero se largó antes que nosotros. Uno va y busca por la vida un nuevo camino. Entonces uno se busca una mujer que se parezca mucho a nosotros, una que le guste el fútbol también. Y se consigue a una chica que le gusta el fútbol y ella se consigue a un tipo que le gusta el béisbol. Y cada uno emprende su nuevo camino. A mí me pasó y era impresionante cuando empecé a salir con esta chica porque yo decía: «hoy tengo ganas… como no sé… de ir al cine» y ella me decía: «es justo lo que estaba pensando, yo también quiero ir al cine». Íbamos a un bar, yo pedía un trago, pedía: «a mí me da un tequila, por favor» y ella decía: «yo también quiero un tequila, me encanta el tequila». Entonces se convierte todo en algo tan maravilloso, tan organizado y tan perfecto que me bastaron 14 días para aburrirme totalmente de aquella mujer. Mientras por el otro lado, la que se fue con el beisbolista, estaba padeciendo la misma historia, sólo que ella aguantó un poquito más que yo, aguantó 15 días. Al día número 16 nos hablamos por teléfono, nos citamos en un café, charlamos un rato y llegamos a la maravillosa conclusión que para ser amigos es importantísimo ser bastantes parecidos y afines, pero para ser amantes y amarse no hay nada mejor en el mundo que ser distintos.“
„He aquí por qué no tenemos tiempo para pensar en la filosofía; y el mayor de nuestros males consiste en que en el acto de tener tiempo y ponernos a meditar, de repente interviene el cuerpo en nuestras indagaciones, nos embaraza, nos turba y no nos deja discernir la verdad.“
„Se siente raro haber gastado tanto tiempo deseando algo, a alguien, y luego un día, de repente, solo se detiene.“
„En este momento me doy cuenta que no lo amo, que no lo hehecho por un tiempo. Que tal vez nunca lo hice. Porque él está ahí y esmío si lo quiero, lo podría besar otra vez, podría hacerlo mío. Pero no loquiero. Quiero a alguien más. Se siente raro haber gastado tanto tiempodeseando algo, a alguien, y luego un día, de repente, solo se detiene.“
„Lori, dijo Ulises, y de repente pareció grave aunque hablase tranquilo, Lori: una de las cosas que aprendí es que se debe vivir a pesar de. A pesar de, se debe comer. A pesar de, se debe amar. A pesar de, se debe morir. Inclusive, muchas veces el propio a pesar de nos empuja hacia adelante. Fue a pesar de que me dio una angustia que insatisfecha fue la creadora de mi vida. Fue a pesar de que paré en la calle y me quedé mirándote mientras esperabas un taxi. Y desde luego deseándote, ese cuerpo tuyo que ni siquiera es lindo, pero es el cuerpo que quiero. Pero te quiero entera, con el alma también. Por eso no importa que no venga, esperaré cuanto sea necesario.“
„No malogres la parte de vida que te queda en averiguar vidas ajenas, a no ser que te propongas algún fin útil a la comunidad. Te privas ciertamente de cumplir tu deber al revolver en tu imaginación lo que hace fulano y por qué lo hace, qué dice, qué piensa, qué trama, y otras ocupaciones de esta índole que te distraen de la consideración de tu facultad rectora. Conviene, pues, no ensartar en la cadena de nuestros pensamientos lo que es temerario y vano y, más especialmente, lo fútil y lo malvado. Hay que avezarse, además, a tener sólo ideas tales que si alguien de repente te preguntare, bruscamente: «¿En qué piensas ahora?», pudieras responder al instante, con toda franqueza: «en esto» o «en aquello». Se dejará ver entonces, pronto y evidentemente, que todo lo tuyo es simple, bondadoso, digno de un ser sociable e indiferente a los placeres y, en su conjunto, a las ideas de una vida voluptuosa; un ser que no abriga envidia, celos, desconfianza u otra pasión por la cual te fuera preciso avergonzarte al manifestar que la posee tu ánimo.“
„Noté como la locura intentaba apoderarse de mi pensamiento. Y me sentí como un escalador que de repente pierde el equilibrio y se tambalea, sabiendo que un resbalón se convertirá en una caída y que si no logra aferrarse a algo se desplomará hacia la inconsciencia.“
„De repente la vida se había convertido en un peso insoportable.“
„Porque posee usted la más maravillosa juventud, y la juventud es lo más precioso que se puede poseer.–No lo siento yo así, lord Henry.–No; no lo siente ahora. Pero algún día, cuando sea viejo y feo y esté lleno de arrugas, cuando los pensamientos le hayan marcado la frente con sus pliegues y la pasión le haya quemado los labios con sus odiosas brasas, lo sentirá, y lo sentirá terriblemente. Ahora, dondequiera que vaya, seduce a todo el mundo. ¿Será siempre así?… Posee usted un rostro extraordinariamente agraciado, señor Gray. No frunza el ceño. Es cierto. Y la belleza es una manifestación de genio; está incluso por encima del genio, puesto que no necesita explicación. Es uno de los grandes dones de la naturaleza, como la luz del sol, o la primavera, o el reflejo en aguas oscuras de esa concha de plata a la que llamamos luna. No admite discusión. Tiene un derecho divino de soberanía. Convierte en príncipes a quienes la poseen. ¿Se sonríe? ¡Ah! Cuando la haya perdido no sonreirá… La gente dice a veces que la belleza es sólo superficial. Tal vez. Pero, al menos, no es tan superficial como el pensamiento. Para mí la belleza es la maravilla de las maravillas. Tan sólo las personas superficiales no juzgan por las apariencias. El verdadero misterio del mundo es lo visible, no lo que no se ve… Sí, señor Gray, los dioses han sido buenos con usted. Pero lo que los dioses dan, también lo quitan, y muy pronto. Sólo dispone de unos pocos años en los que vivir de verdad, perfectamente y con plenitud. Cuando se le acabe la juventud desaparecerá la belleza, y entonces descubrirá de repente que ya no le quedan más triunfos, o habrá de contentarse con unos triunfos insignificantes que el recuerdo de su pasado esplendor hará más amargos que las derrotas. Cada mes que expira lo acerca un poco más a algo terrible. El tiempo tiene celos de usted, y lucha contra sus lirios y sus rosas. Se volverá cetrino, se le hundirán las mejillas y sus ojos perderán el brillo. Sufrirá horriblemente… ¡Ah! Disfrute plenamente de la juventud mientras la posee. No despilfarre el oro de sus días escuchando a gente aburrida, tratando de redimir a los fracasados sin esperanza, ni entregando su vida a los ignorantes, los anodinos y los vulgares. Ésos son los objetivos enfermizos, las falsas ideas de nuestra época. ¡Viva! ¡Viva la vida maravillosa que le pertenece! No deje que nada se pierda. Esté siempre a la busca de nuevas sensaciones. No tenga miedo de nada… Un nuevo hedonismo: eso es lo que nuestro siglo necesita. Usted puede ser su símbolo visible. Dada su personalidad, no hay nada que no pueda hacer. El mundo le pertenece durante una temporada… En el momento en que lo he visto he comprendido que no se daba usted cuenta en absoluto de lo que realmente es, de lo que realmente puede ser. Había en usted tantas cosas que me encantaban que he sentido la necesidad de hablarle un poco de usted. He pensado en la tragedia que sería malgastar lo que posee. Porque su juventud no durará mucho, demasiado poco, a decir verdad. Las flores sencillas del campo se marchitan, pero florecen de nuevo. Las flores del codeso serán tan amarillas el próximo junio como ahora. Dentro de un mes habrá estrellas moradas en las clemátides y, año tras año, la verde noche de sus hojas sostendrá sus flores moradas. Pero nosotros nunca recuperamos nuestra juventud. El pulso alegre que late en nosotros cuando tenemos veinte años se vuelve perezoso con el paso del tiempo. Nos fallan las extremidades, nuestros sentidos se deterioran. Nos convertimos en espantosas marionetas, obsesionados por el recuerdo de las pasiones que nos asustaron en demasía, y el de las exquisitas tentaciones a las que no tuvimos el valor de sucumbir. ¡Juventud! ¡Juventud! ¡No hay absolutamente nada en el mundo excepto la juventud!“
„Todo se va deprisa’, pensé. Algunas cosas desaparecían de repente como si las hubieran cortado. Otras se van difuminando despacio antes de borrarse definitivamente. ‘Y lo único que queda es el desierto’.“
„¿Sabe, señor Hoshino? Últimamente, Nakata tiene a menudo un sueño. En el sueño, Nakata sabe leer. No sabe qué ha pasado, pero ya puede leer. Y tampoco es tan tonto. Nakata está muy, muy contento, va a la biblioteca y lee muchos libros. Piensa en lo maravilloso que es poder leer. Y devora un libro y otro libro. Sin embargo, de repente, la luz se apaga de golpe y la habitación queda a oscuras. Alguien ha apagado la luz. No se ve nada. Ya no puedo leer más. En ese punto despierto. Aunque sólo sea un buen sueño, saber leer es algo fabuloso.“
„Watanabe, ¿puedes explicarme la diferencia entre el condicional simple y el condicional perfecto de los verbos ingleses? –me preguntó de repente. –Creo que sí –reaccioné. –Era una simple pregunta. ¿Crees que eso sirve para algo en la vida cotidiana? –Supongo que no –dije–. Más que servir para algo concreto, es una especie de práctica para aprender a sistematizar las cosas.“
„Es algo muy extraño. Me refiero a los terremotos. Nosotros estamos firmemente convencidos de que, bajo nuestros piel, la tierra es algo consistenre, sólido, inamovible. Existe incluso la expresión. Sin embargo, un día, de repente nos damos cuenta de que no es así. La tierra y las rocas, que se suponían sólidas, se reblandecen.“
„Un buen día, de repente, te conviertes en un hombre sin mujer. Ese día sobreviene de repente, sin mediar el menor indicio o aviso, sin corazonadas ni presentimientos, sin llamar a la puerta y sin carraspeos. Al doblar la esquina, te das cuenta de que ya estás allí. Y no puedes dar marcha atrás. Una vez que doblas la esquina, se convierte en tu único mundo. En ese mundo pasan a decir que eres uno de esos «hombres sin mujeres». En un plural gélido.“
„Podría decirse que las personas van cayendo en silencio, una tras otra, por el borde del mundo que me pertenece. Todas encaminan hacia allí sus pasos y, de repente, desaparecen. Quizás el borde del mundo esté en aquel lugar.“
„Estoy sentado, haciendo nada, y de repente se me ocurre la letra para una canción. Nada más comienzo a pensar en ello, no es nada espiritual ni nada así.“
„A veces contemplo la esencia de la vida de una manera tan profunda que de repente miro a mi alrededor y veo que nadie me acompaña, que mi único compañero es el tiempo…“
„Una vez que una mujer te da la espalda, olvídala: te aman y de repente algo se da la vuelta. Te pueden ver muriéndote en una cuneta, atropellado por un coche y pasarán a tu lado escupiéndote.“
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