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Relacionado con: resto
„Todos insisten en su inocencia, a toda costa, aun si ello significa acusar al resto de la raza humana y aun al cielo.“
„Arrastrándome, agarrándome así mi cabeza, con todo lo que era mi cuerpo, iba hacia ese boquete, todo lo que yo era iba al boquete. Apenas cabía mi mano, un boquetito así de chiquitito. Me di una vueltecita para acá, para allá, a ver si estaba yo bien, encontré lo que era mi cuerpo, lo reconocí y empecé a luchar con los hombros, con los brazos, con la cabeza, como quien se da de cabezazos contra un muro, y tengo mi cabeza buena de dura, fuertes los huesos como de hierro. Aunque me quedara calvo, yo iba a abrir el boquete y lo abrí tanto que pude jalar el resto de mi cuerpo y cavé con el propio cuerpo un túnel de 30 metros arrastrándome, agarrándome así la cabeza, hasta que llegué al filo de la luz. Ni una sola herida me hice en la choya. Sólo entonces volví a hablar, y perdonarán las groserías, yo no las acostumbro, pero dije: «Pinche madre, estuvo duro'». (Alonso Mixteco)“
„El olor de la muerte es inconfundible; es un olor a cuerpo sin alma. Las pequeñas cabezas de muñecas, los carritos de niños, las partituras de música, el almanaque, los restos de múltiples colchones, ropas desperdigadas, sólo el teclado de un piano, tendido de fatiga sobre la tierra, todo ello conforma el lenguaje de los escombros.“
„Durante seis años dejé de pagar mis impuestos como votante. Por este hecho pasé una noche en la cárcel y mientras miraba las paredes de piedra sólida, la puerta de madera y de hierro y las ventanas cruzadas por barras de acero, no pude dejar de impresionarme por la estupidez de esa institución que me trataba como si fuera un paquete de carne, sangre y huesos que debía ser encerrado bajo llaves… En momento alguno me sentí confinado, y aquellos muros me parecieron un gran mal gasto de piedras y mortero… En cada amenaza y en cada cumplido saltaba el desatino; pues creían que mi mayor deseo era el hallarme del otro lado del muro. Y no podía dejar de sonreírme al ver con qué diligencia y cuidado me cerraban la puerta cuando me enfrascaba en mis meditaciones, que los seguían afuera sin problema ni dificultad, no siendo sino ellos todo lo que allí era peligroso. Vi que el Estado era de pocas luces y que no era capaz de distinguir amigo de enemigo, de manera que le perdí el resto del respeto que aún me quedaba y le compadecí». (Estuvo preso por un día el 22 de julio de 1846).“
„Realicemos nuestro día con el mismo propósito que anima a la Naturaleza, y no nos dejemos apartar del camino por cascara alguna o por ala de mosquito que puedan caer en él. Levantémonos temprano, ayunemos o desayunémonos pausadamente y sin perturbaciones; que venga y vaya la compañía, que tañan las campanas o lloren los niños; sigamos, determinados a hacer de ello un día. ¿Por qué habríamos de someternos e ir con la corriente? No nos sintamos perturbados y vencidos en ese terrible rápido arremolinado que llamamos almuerzo, sito en los bajíos del mediodía. Sortead este peligro, y estaréis a salvo para el resto de la jornada, que discurrirá luego cuesta abajo. Con nervios templados y vigor matinal, dejadlo atrás, y como Ulises atado al mástil, poned la mirada en otra parte. Si silba el motor, que lo haga hasta enronquecer de insistencia. Si tañe la campana ¿por qué hemos de apresurarnos? Consideremos qué música nos ofrecen. Resolvámonos a hacer nuestro camino, llevando adelante nuestros pasos a través del barro y lodo de la opinión, prejuicios, tradición, engaño y apariencias que, cual tierra de aluvión, cubren el globo entero desde París a Londres, Nueva York, Bostón y Concord, a través de Iglesia y Estado, a través de la poesía, la filosofía y la religión, hasta que alcancemos un suelo duro y rocoso, al que podemos llamar realidad, y digamos: «Héla aquí, no hay duda». Y entonces, comencemos, contando con un point d’appui, bajo crecidas, heladas o fuego; un lugar donde se pueda encontrar un muro o una propiedad, donde se pueda erigir sin problemas un farol, o acaso un medidor, no un Nilómetro sino un Realímetro, para que las generaciones futuras sepan qué caudal llegaban a alcanzar de vez en cuando las riadas de engaños y apariencias. Si os enfrentáis cara a cara con un hecho, veréis brillar el sol en sus dos facetas, como si fuera una cimitarra, y sentiréis su suave filo, que os divide por el corazón y la médula, concluyendo así vuestra carrera mortal. Trátese de vida o muerte, nosotros ansiamos sólo la realidad. Si en verdad morimos, que oigamos el estertor en nuestras gargantas y sintamos el frío de nuestras extremidades; si estamos vivos, vayamos a lo nuestro. El tiempo no es sino el río donde voy a pescar. Bebo en él, y mientras lo hago, veo su lecho arenoso y descubro cuán cerca se encuentra de mí. Su fina corriente discurre incansable, pero la eternidad permanece. Yo quisiera beber de más hondo; y pescar en el cielo, cuyo cauce está tachonado de estrellas. No puedo contarlas. Ignoro la primera letra del alfabeto. Siempre he lamentado no ser tan sabio como el día en que nací. La inteligencia es un hendedor; discierne y saja su camino en el secreto de las cosas. No deseo ocupar mis manos más de lo necesario. Mi cabeza es manos y pies. Siento concentradas en ella mis mejores facultades. Mi instinto me dice que aquélla es un órgano excavador, como los hocicos y garras de algunos animales, y con ella minaría y horadaría yo mi camino a través de estas colinas. En algún lugar de estos alrededores se encuentra, creo, la vena más rica; me lo dicen mi varita mágica y los mágicos vapores que ascienden serpenteando. Aquí comenzaré a minar.“
„El emperador Carlos v decía: “El resto de las ciudades son ciudades, sólo París es un mundo”. En“
„Cuando el capitalismo comenzó a meter en masa al resto de la población campesina, embrutecida y reducida a la condición de animales, en la vorágine de la vida socio política, más compleja cada día, nuestros paladines comenzaron a gritar y lamentarse del hundimiento y de la destrucción de los pilares básicos de la sociedad.“
„Indudablemente, la abolición de los monopolios será útil para todo el pueblo porque, habiendo llegado a ser la economía burguesa la base de la economía del país, estos restos del régimen medieval no hacen sino agregar a las penurias capitalistas otras peores aún:las penurias medievales.“
„Debo mucho, no tengo nada, el resto se lo dejo a los pobres.“
„Acaso ningún otro país, excepto Turquía, es tan poco conocido y tan mal juzgado por el resto de Europa como lo es España.“
„En cuanto a nuestra política para con los enemigos interiores, ésta debe seguir y sigue siendo la misma que en los tres períodos, es decir, una política de aplastamiento de todos los enemigos del proletariado. Naturalmente, ésta no puede ser considerada como una política de libertad general, pues en la época de la dictadura del proletariado no puede haber en nuestro país ninguna libertad general, es decir, ninguna libertad de palabra, ninguna libertad de imprenta, etc. para la burguesía. Nuestra política interior se reduce a conceder a las capas proletarias de la ciudad y del campo la máxima libertad, para que los restos de la clase burguesa no tengan la libertad más mínima. Esta es la esencia de nuestra política, que se apoya en la dictadura del proletariado.“
„Resta, como única forma conveniente de unión entre el centro y las regiones periféricas, la autonomía regional de las tierras periféricas que se distingan por su particular modo de vida y por su composición nacional.“
„Si una persona ama sólo a otra y es indiferente al resto de sus semejantes, su amor no es amor, sino una relación simbiótica o un egotismo ampliado.“
„Mientras todo el resto del mundo desee tener más, se formarán clases, habrá guerra de clases, habrá una guerra internacional.“
„Quisiera saber los pensamientos de Dios… el resto son sólo detalles.“
„Y el resto del tiempo lo empleé principalmente leyendo en casa las obras de Kirchhoff, Hellmbolz, Hertz y otros.“
„Ha olvidado también el resto de aquella noche, la frialdad de las sábanas de ese lecho hostil, la soledad que trataba de disipar esforzando los ojos para arrancar a la oscuridad algún objeto, algún fulgor, y la angustia que hurgaba su espíritu como un laborioso clavo. »Los zorros del desierto de Sechuran aúllan como demonios cuando llega la noche; ¿Sabes por qué? Para quebrar el silencio que los aterroriza» había dicho una vez tía Adelina. Él tenía ganas de gritar para que la vida brotara en ese cuarto, donde todo parecía muerto.“
„Cuando se le preguntó si apoyaría el matrimonio gay, la leyenda del country declaró con una sonrisa: Como siempre digo: ¡Claro! ¿por qué no dejarlos que se casen? ¡qué sufran como lo hace el resto!“
„El que pide la mano de una mujer, lo que realmente desea es el resto del cuerpo.“
„Te garantizo que habrá épocas difíciles y te garantizo que en algún momento uno de los dos o los dos querremos dejarlo todo, pero también te garantizo que si no te pido que seas mío me arrepentiré durante el resto de mi vida porque sé en lo más profundo de mi ser que estás hecho para mí.“
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