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Relacionado con: resto
„Me enseñó que un libro no se acaba nunca y que, con suerte, es él quien nos abandona para que no pasemos el resto de la eternidad reescribiéndolo.“
„Uno sabe que está vivo porque duele, porque de repente todo importa y porque cuando ese breve momento se acaba, el resto de su existencia se transforma en un recuerdo al que intenta regresar en vano mientras le queda aliento en el cuerpo.“
„La vida de un hombre se divide básicamente en tres períodos. En el primero, uno ni siguiera piensa que envejecerá, ni que el tiempo pasa ni que, desde el primer día, cuando nacemos, caminamos hacia un único fin. Pasada la primera juventud, empieza el segundo período, en el que uno se da cuenta de la fragilidad de la propia vida y lo que en un principio es una simple inquietud va creciendo en el interior como un mar de dudas e incertidumbres que te acompañan durante el resto de tus días. Por último, al final de la vida se abre el tercer período, el de la aceptación de la realidad y, consecuentemente, la resignación y la espera. A lo largo de mi existencia he conocido a muchas personas que se quedaron ancladas en alguno de esos estadios y nunca lograron superarlos. Es algo terrible.“
„Cuando Martín declaró en el juicio que la única buena costumbre que él defendía era la de leer y que el resto era asunto de cada uno, el juez añadió otros diez años de condena a los no sé cuanto que ya le habían caído.“
„La mayoría de los mortales nunca llegamos a conocer nuestro verdadero destino; simplemente somos atropellados por él. Para cuando levantamos la cabeza y lo vemos alejarse por la carretera ya es tarde, y el resto del camino lo tenemos que hacer por la cuneta de aquello que los soñadores llaman la madurez. La esperanza no es más que la fe de que ese momento no haya llegado todavía, de que acertemos a ver nuestro verdadero destino cuando se acerque y podamos saltar a bordo antes de que la oportunidad de ser nosotros mismos se desvanezca para siempre y nos condene a vivir de vacío, añorando lo que debió ser y nunca fue. Alicia“
„Aquella noche Mijail me contó que él creía que la vida nos concede a cada uno de nosotros unos escasos momentos de pura felicidad. A veces son sólo dias o semanas. A veces, años. Todo depende de nuestra fortuna. El recuerdo de esos momentos nos acompaña para siempre y se transforma en un país de la memoria al que tratamos de regresar durante el resto de nuestra vida sin consegurilo.“
„Rió y en ese momento, con esa rara certeza que sólo se tiene un par de veces en la vida, supe que iba a pasar el resto de mi vida a su lado.“
„España está situada magistralmente en el centro del mundo, desgraciadamente es así(…). Sin la aniquilación de las hordas rojas(…). España sovietizada hubiese supuesto una cuña entre las naciones del arco latino, Rusia y el resto de Europa, una plataforma para el marxismo en África y la total asimilación de la América Hispana.“
„Querido hermano: Recibo atónito tu carta y me asombro de los sanos consejos que en ella me das.Tienes formado muy mal concepto de las fuerzas republicanas y excesivamente bueno de las monárquicas y de lo que representa el trono.Siguiendo la monarquía en España, ya conoces el rumbo de la nación. La nobleza, que se considera casta superior, en su mayoría descendientes bastardos de otros nobles, viviendo a costa del país al amparo de la monarquía, con delegaciones regias, negocios dudosos, puestos políticos influyentes, y escarneciendo a las clases inferiores -más morales cuanto más inferiores- con sus desenfrenos de todos conocidos.El alto clero y las congregaciones, que tienen su principal apoyo en la dinastía reinante, asfixiando las libertades públicas con sus demandas y desafueros, llevándose en forma directa o indirecta un buen trozo del presupuesto, mientras el país languidece y la incultura perdura por falta de escuelas y elementos de enseñanza, pues en los presupuestos no queda dinero para tan perentorias atenciones.Los príncipes, infantes y demás parientes más o menos cercanos al trono, hacen truculentos negocios con el amparo que les presta el poder.El ejército, que debiera ser servidor de la nación, hoy sólo sirve al trono y, para proteger a éste, se atreve a ametrallar al pueblo ansioso de recuperar su soberanía, atropellada y escarnecida por la dictadura borbónica.Mientras, el ejército se apropia el oficio de verdugo de la nación, descuida su eficiencia guerrera y es tan sólo una caricatura de lo que debiera ser.En cambio, se lleva la tercera parte de los presupuestos nacionales.La vieja política, desacreditada, dando origen al golpe de Estado del año 23, llegó a aquel punto de descrédito, gobernando, o mejor dicho, desgobernando las clases monárquicas en cooperación con el poder moderador – por no llamarle absoluto – de ese trono que tanto defiendes.En la monarquía no aparecen valores nuevos. Las mismas causas de antaño producirán los mismos efectos.Tras una nueva etapa de desgobierno, funesta, desde luego, vendrá otra etapa de dictadura, que completará la labor de la dictadura anterior, terminando de ahogar todo espíritu liberal y ciudadano y convirtiéndonos en lo que son hoy algunas repúblicas americanas.Los pocos ciudadanos que pueden, para no morir a manos reaccionarias tendrán que emigrar, perdiéndose para España los valores que ellos representan.Los generales -incapaces- que hoy se agrupan en torno del trono para defenderlo, no llevan otras miras que evitar la llegada de un orden nuevo, en el que por su incapacidad no tendrían puesto decoroso; y para salvar su actual posición privilegiada, defienden a su señor con instinto y dote de esclavos, tratando de poner una vez más el ejército enfrente del pueblo.Esto, que sucedió otras veces, ya no lo conseguirán, y el soldado y el oficial se pondrán al lado de aquél para ayudarle a sacudir sus yugos legendarios y hacer justicia, su justicia, la verdadera justicia, la justicia popular.El pueblo paga al ejército y al trono para que le sirvan y no para que lo tiranicen, y cuando se cansa de pagar servidores desleales, está en su legítimo derecho a prescindir de ellos.El trono rompió la constitución, que es el pacto que tenía con el pueblo; roto el pacto, al pueblo, sólo al pueblo, corresponde rehacerlo o elegir el régimen de gobierno que le ofrezca más sólida garantía de progreso y bienestar.Un régimen que por evoluciones parlamentarias y no por revoluciones sangrientas consiga que no sea un mito el significado de las tres palabras «Libertad, Igualdad, Fraternidad».Ese régimen no puede ser ya la monarquía, puesto que ha demostrado cumplidamente que sólo satisface sus egoísmos, sin importarle un ardite las necesidades del país.El mundo en pocos años ha evolucionado rápidamente. Casi todas las naciones de Europa están hoy constituidas en repúblicas, lo están todas las de América. Los que sentimos el culto de la patria, debemos quererla republicana, única forma de que progrese y se coloque al nivel del resto de Europa, respecto al cual vamos atrasados muchos años.Una república moderada sería la solución al actual estado de cosas.Ella atraería a la gobernación del país a las clases privilegiadas sin espantarlas ni ponerles enfrente, como sucedería con el establecimiento de una república radical.Los elementos más radicales la respetarían, porque verían siempre en ella la posibilidad de evolucionar hacia sus ideales, tratando de ganar puestos en los comicios con su conducta, sus programas y una adecuada propaganda.El país se gobernaría en definitiva como quisiera y evitaríamos la llegada de una revolución que camina con pasos de gigante y que cuanto más tarde más violenta ha de ser.Dices en tu carta con un profundo desconocimiento que las izquierdas son averiada mercancía. ¡Mercancía y bien averiada son las derechas! ¡Ya hemos visto cómo se vendían o alquilaban! Lo poco bueno que en ellas quedaban, se ha marchado a la república, por no convivir con tanto profesional de la indignidad y de la falta de decoro. Los partidos monárquicos ¡¡ésos sí que son averiada mercancía!!“
„La melancolía de una vida demasiado corta para tantas bibliotecas. Cuando creés que has aprehendido plenamente cualquier cosa, la cosa lo mismo que un iceberg tiene un pedacito por fuera y te lo muestra, y el resto enorme está más allá de tu límite.“
„… vienen como todo el resto, se pegan a la vida por un momento y después hay como una ansiedad rencorosa, huecos volcándose para mostrar jirones que se enganchan en cualquier otra cosa…“
„Quien más quien menos, mis cuatro primos carnales se dedican a la filosofía. Leen libros, discuten entre ellos y son admirados a distancia por el resto de la familia“
„Es un poco así: hay líneas de aire a los lados de tu cabeza, de tu mirada,zonas de detención de tus ojos, tu olfato tu gusto,es decir que andás con tu límite por fueray más allá de ese límite no podés llegar cuando creés que has aprehendidoplenamente cualquier cosa, la cosa lo mismo que un iceberg tiene un pedacitopor fuera y te lo muestra, y el resto enorme está más allá de tu límite y así es como se hundió el Titanic.“
„Que la música salve por lo menos el resto de la noche, y cumpla a fondo una de sus peores misiones, la de ponernos un buen biombo delante del espejo, borrarnos del mapa durante un par de horas.“
„La inmensa mayoría de los escritores procura desacreditar la labor del novelista y resta importancia a obras que no adolecen de más defecto que el poner gracia, ingenio y buen gusto.“
„creo que se encontrará en todas partes que, como el clero es, o no es lo que debería ser, también lo es el resto de la nación.“
„Conserva en tu memoria durante el resto de tus días las cosas buenas que surgieron de las dificultades. Ellas serán una prueba más de tu capacidad, y te infundirán confianza ante cualquier obstáculo”.“
„El duelo con la bestia solo puede acabar cuando uno de los dos consiga la victoria sobre el otro. Él volverá a aparecer. Esa próxima vez, trata de llevar la lucha hasta el final. De lo contrario, su fantasma será tu preocupación por el resto de tu vida.“
„El mayor objetivo de la vida es amar. El resto es silencio.“
„El cuarto año, las señales te abandonarán, porque tú no quisiste oírlas. Los Jefes Tribales lo sabrán, y serás destituido del Consejo. Entonces serás un rico comerciante con muchos camellos y muchas mercancías. Pero pasarás el resto de tus días vagando entre las palmeras y el desierto, sabiendo que no cumpliste con tu Leyenda Personal y que ya es demasiado tarde para ello.“
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