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Relacionado con: retiro
„Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro“
„… leyó esto: “Dios es una gran equis sobre la última barrera de los conocimientos humanos; a medida que la ciencia avanza, la barrera se retira”. Y escribió al margen: “De la barrera acá, todo se explica sin él; de la barrera allá, ni con él ni sin él.“
„Jamás olvidaré aquella noche en que me desperté con los fuertes gemidos de un compañero amigo que se agitaba en sueños bajo el efecto de alguna horrible pesadilla. Yo siempre me he sentido especialmente conmovido ante las personas que sufren delirios o pesadillas angustiosas. Decidí despertar al pobre hombre, pero en el último instante me detuve, retiré rápidamente mi mano asustado por lo que iba a hacer. Comprendí con rapidez, de forma descarnada, que ningún sueño, por muy horrible que fuese, podría ser peor que nuestra actual realidad, una realidad a la que estuve a punto de cometer la crueldad de devolverlo».“
„Aquello que buscas en tu retiro, yo lo veo claramente en todas las carreteras y caminos.“
„Somos como el actor que no tiene más que unas pocas palabras en el primer acto; se las dan por escrito con algunas anotaciones e ignora el resto; no lee la obra, ¿para qué? No tiene que decir más que: «El teléfono está estropeado, señora», y se retira de la escena. Pero al levantarse el telón el día del estreno, seguirá toda la función con los demás, listo para intervenir cuando le toque.“
„Si tú con tal ardor has buscado soledad, retiro, abstracción de criaturas, y si no has soñado más que desiertos, créelo, esta vocación procedía y procede de que tu pobrecita alma conoce, entiende, toca y palpa la necesidad que tiene de vivir unida a Dios, no de cualquier modo sino de la forma que Dios exige y quiere de ella… Adoremos los designios de Dios y de su providencia y respetémoslos… En la oración encontrarás la fe, la esperanza y el amor… tomando aliento en ese castillo interior combate tus tristezas y sus causas… Vive unida con Dios y cuida que nada, ni el hambre ni la sed, ni la espada, ni la adversidad, ni la fortuna, nada turbe tu corazón. Vive unida con Dios y todo lo demás es vapor y humo y sombras que se desvanecen.“
„En ciertas estaciones me retiro a un islote, de una hora de circuito y de una elevación prodigiosa, que en crestas acolumnadas se levanta sobre el profundo del mar Mediterráneo. Vase la barca y yo me quedo allí solo por unos días, para unirme con Dios y su Iglesia, en fe, esperanza y amor.“
„Lo hice nuevamente.Uno de cada diez añospuedo soportarlo…una especie de milagro ambulante, mi pielbrilla como una pantalla nazi,mi pie derechoun pisapapeles,mi rostro sin forma, delgadolienzo judío.Retira la compresa,¡ah, enemigo mío!¿te doy miedo?…¿La nariz, la fosa de los ojos, toda la dentadura?El aliento agrioun día se desvanecerá.Pronto, pronto la carneque alimentó la grave sepultura me seráfamiliary yo seré una mujer sonriente,sólo tengo treinta.Y como el gato tengo nueve vidas que morir.Ésta es la Número Tres.Qué basurapara la aniquilación de cada década.Qué millón de filamentos.La multitud como maní prensadose atropella para verdesenvuelven mis manos y pies…el gran strip teaseseñoras y señoreséstas son mis manosmis rodillas.Puede que esté piel y huesos,sin embargo, soy la misma e idéntica mujer.La primera vez que ocurrió, tenía diez.Fue un accidente.La segunda vez quiseque fuera definitivo y no regresar jamás.Me mecí doblada sobre mí mismacomo una concha.Tuvieron que llamar y llamary quitarme uno a uno los gusanos como perlas viscosas.Morires un arte, como cualquier otro,yo lo hago de maravillas.Hago que se sienta como un infierno.Hago que se sienta real.Creo que podrían llamarlo un don.Es tan fácil que puedes hacerlo en una celda.Es tan fácil que puedes hacerlo y quedarte ahí, quietita.Es el teatralregreso a pleno díaal mismo lugar, a la misma cara, al mismo gritobrutal y divertido“¡Milagro!”que me deja fuera de combate.Hay un precio a pagarpara mirar las escaras, hay un precio a pagarpara auscultar mi corazón…late de veras.Y hay un precio a pagar, un precio mayorpor una palabra o un contactoo un poquito de sangreo una muestra de mi cabello o de mi ropa.Bueno, bueno, Herr Doctor.Bueno, Herr Enemigo.Soy vuestra opus,soy vuestra valiosaniña de oro puroque se funde en un chillido.Giro y ardo.No crean que no estimo su enorme preocupación.Cenizas, cenizas…Ustedes atizan y remueven.Carne, hueso, no hay nada allí…Un pan de jabón,un anillo de bodas,un empaste de oro.Herr dios, Herr Lucifertengan cuidadotengan cuidado.Sobre las cenizasme elevo con mi cabello rojoy devoro hombres como aire.“
„El que no se hallare con ánimo de sufrir apele al retiro de sí mismo, si es que aun a sí mismo se ha de poder tolerar.“
„Eres presa de un vértigo espiritual, te tambaleas al borde del precipicio, se te ponen los pelos de punta, no puedes creer que bajo tus pies haya un abismo insondable. Se debe a un exceso de entusiasmo, a un deseo apasionado de abrazar a la gente, de mostrarles tu amor. Cuanto más tiendes tus brazos hacia el mundo, más se retira.“
„Os veo sentados ahí juntos, y sé que os separa un abismo. Vuestra cercanía es la de los planetas. Yo soy el vacío entre vosotros. Si me retiro, no tendréis vacío en que flotar.“
„Debemos reservarnos una trastienda del todo nuestra, del todo libre, donde fijar nuestra verdadera libertad y nuestro principal retiro y soledad. En ella debemos mantener nuestra habitual conversación con nosotros mismos, y tan privada que no tenga cabida ninguna relación o comunicación con cosa ajena; discurrir y reír como si no tuviésemos mujer, hijos ni bienes, ni séquito ni criados, para que, cuando llegue la hora de perderlos, no nos resulte nuevo arreglárnoslas sin ellos. Poseemos un alma que puede replegarse en sí misma; puede hacerse compañía, tiene con qué atacar y con qué defender, con qué recibir y con qué dar. No temamos, en esta soledad, pudrirnos en el tedio del ocio: In solis sis tibi turba locis. [En estas soledades, sé una multitud para ti mismo]. La virtud se contenta consigo misma: sin enseñanzas, sin palabras, sin obras.“
„En cuanto al fin que nos proponen Plinio y Cicerón, la gloria, estoy muy lejos de tenerla en cuenta. La inclinación más contraria al retiro es la ambición. La gloria y el reposo no pueden alojarse en el mismo albergue. Por lo que veo, estos sólo tienen los brazos y las piernas fuera de la multitud; su alma y su intención continúan, más que nunca, atadas a ella: b | Tun’ uetule auriculis alienis colligis escas? [Entonces, viejo, ¿trabajas sólo para alimentar los oídos ajenos? ] a | Se han echado atrás solo para saltar mejor, y para, con un movimiento más fuerte, penetrar más vivamente en la muchedumbre. ¿Queréis ver cómo se quedan cortos por un pelo?Comparemos las opiniones de dos filósofos [Epicuro y Séneca], y de dos escuelas muy diferentes, uno escribiendo a Idomeneo, otro a Lucillo, amigos suyos, para apartarlos de la administración de los negocios y de las grandezas, y dirigirlos hacia la soledad. Hasta ahora has vivido —dicen— nadando y flotando; ven a morir al puerto. Has entregado el resto de tu vida a la luz, entrega esta parte a la sombra. Es imposible abandonar las tareas si no renuncias a su fruto; así pues, deshazte de toda preocupación por el nombre y por la gloria. Existe el peligro de que el brillo de tus acciones pasadas te ilumine en exceso, y te siga hasta el interior de tu guarida. Abandona, junto a los demás placeres, el que brinda la aprobación ajena; y, en cuanto a tu ciencia y capacidad, no te importe: no perderán su eficacia porque tú valgas más que ellas. Acuérdate de aquel que, cuando le preguntaron para qué se esforzaba tanto en un arte que no podía ser conocido por mucha gente, respondió: «Me basta con pocos, me basta con uno, me basta con ninguno». Tenía razón. Tú y un compañero sois teatro de sobra suficiente el uno para el otro, o tú para ti mismo. Que el pueblo sea para ti uno solo, y que uno solo sea para ti todo el pueblo. Es una ambición cobarde pretender obtener gloria de la ociosidad y del ocultamiento. Tenemos que hacer como los animales, que borran su rastro a la entrada de su guarida. No has de buscar más que el mundo hable de ti, sino cómo has de hablarte a ti mismo. Retírate en tu interior, pero primero prepárate para acogerte; sería una locura confiarte a ti mismo si no te sabes gobernar. Uno puede equivocarse tanto en la soledad como en la compañía. Hasta que no te hayas vuelto tal que no oses tropezar ante ti, y hasta que no sientas vergüenza y respeto por ti mismo, c | obuersentur species honestae animo [que se ofrezcan imágenes honestas al espíritu], a | represéntate siempre en la imaginación a Catón, Foción y Aristides, ante los cuales aun los locos ocultarían sus faltas, y establécelos como censores de todas tus intenciones. Si estas se desvían, la reverencia por ellos te devolverá al camino. Te retendrán en la vía de contentarte contigo mismo, de no tomar nada en préstamo sino de ti, de detener y fijar el alma en unos pensamientos definidos y limitados donde pueda complacerse; y, tras haber entendido los verdaderos bienes, que se gozan a medida que se entienden, de contentarse con ellos, sin ansias de prolongar la vida ni el nombre. Este es el consejo de la verdadera y genuina filosofía, no de una filosofía ostentosa y verbal, como es la de los dos primeros.“
„El coronel destapó el tarro del café y comprobó que no había más de una cucharadita. Retiró la olla del fogón, vertió la mitad del agua en el piso de tierra, y con un cuchillo raspó el interior del tarro sobre la olla hasta cuando se desprendieron lasúltimas raspaduras del polvo de café revueltas con óxido de lata.“
„Su pasividad no era la de un heroe en uso de buen retiro sino de un cataclismo en reposo.“
„Le recuerdo sentado tras su mesa de la biblioteca repasando pacientemente el contrato de préstamo párrafo por párrafo con un carcelero que quería comprar un automóvil DeSoto usado, explicándole al tipo con todo detalle los pros y los contras del contrato, explicándole que era posible comprar a crédito sin que te clavaran demasiado, sacándole de las sociedades financieras que, en aquellos tiempos, eran poco mejores que usureros. Cuando terminó, el carcelero hizo ademán de tenderle la mano… y en seguida la retiró. Por un momento, había olvidado que estaba tratando con una mascota y no con un hombre.“
„En ninguna parte puede hallar el hombre un retiro tan apacible y tranquilo como en la intimidad de su alma.“
„El destino se lleva siempre su parte y no se retira hasta obtener lo que le corresponde.“
„El hombre se retira entonces de la infinidad del horizonte, replegándose sobre sí mismo, y se encierra dentro del más reducido recinto egoísta, donde está condenado a secarse y atrofiarse: allí es probable que llegue a ser inteligente, pero nunca sabio.“