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Relacionado con: rojo
„El español medio compra el periódico para tener ideas. Por veinte duros se hace uno socialdemócrata, demoliberal, democristiano, moderantista, neoconservador, liberal de izquierdas, rojo de derechas, partidario del Atlético o el Madrid, etc.“
„Daisy no lo pensó. Llevaba horas trabajando, su matrimonio era una farsa y había sido humillada en público por el hombre que había jurado honrarla ante Dios. Con rapidez, recogió la tarta con una mano y se la lanzó.-¡Eres un imbécil!Alex extendió las manos automáticamente para impedir que se la arrojara, pero no fue lo suficientemente rápido. La tarta le dio en el hombro y se deshizo en mil pedazos.Ella observó el desastre con una curiosa indiferencia. Trocitos de tarta y azúcar glas habían volado por todas partes. Una pegajosa sustancia blanca salpicaba el pelo, las cejas e incluso las pestañas de Alex. Los pedazos de chocolate que se le habían quedado pegados a la mandíbula cayeron sobre el hombro de su camiseta. La indiferencia de Daisy desapareció cuando vio que se ponía rojo.Iba a matarla.Él intentó limpiarse los ojos a la vez que se movía hacia ella. Daisy se apartó de su camino y, aprovechando la ceguera temporal de Alex, salió corriendo por la puerta.“
„Pienso en las tierras de Israel y de la Judea Samaría, de Jerusalén y Belén, en el lago de Tiberíades, aquellos lugares donde el sol quema las cabezas, reseca los cuerpos, deja sedientas las almas y provoca deseos de oasis, ansias de paraísos donde el agua corre fresca, límpida, abundante, y el aire es dulce, perfumado y grato, en los que abunda el alimento y la bebida. Los mundos subyacentes me parecen de pronto mundos contrarios, concebidos por hombres fatigados, exhaustos, consumidos porel trajín continuo a través de las dunas y las huellas de grava calcinada al rojo vivo. El monoteísmo surge de la arena.“
„¡Hurra!, alegres danzantes que perdisteis la panza,trenzad vuestras cabriolas pues el tablao es amplio,¡Que no sepan, por Dios, si es danza o es batalla!¡Furioso, Belzebú rasga sus violines!¡Rudos talones; nunca su sandalia se gasta!Todos se han despojado de su sayo de piel:lo que queda no asusta y se ve sin escándalo.En sus cráneos, la nieve ha puesto un blanco gorro.El cuervo es la cimera de estas cabezas rotas;cuelga un jirón de carne de su flaca barbilla:parecen, cuando giran en sombrías refriegas,rígidos paladines, con bardas de cartón.¡Hurra!, ¡que el cierzo azuza en el vals de los huesos!¡y la horca negra muge cual órgano de hierro!y responden los lobos desde bosques morados:rojo, en el horizonte, el cielo es un infierno…Zarandéame a estos fúnebres capitanesque desgranan, ladinos, con largos dedos rotos,un rosario de amor por sus pálidas vértebras:¡difuntos, que no estamos aquí en un monesterio!“
„El día que te fuiste entendí que no te volvería a ver. Ibas teñida de rojo por el sol de la tarde, por el crepúsculo ensangrentado del cielo; Sonreías. Dejabas atrás un pueblo del que muchas veces me dijiste: ‘Lo quiero por ti; pero lo odio por todo lo demás, hasta por haber nacido en él’. Pensé: ‘No regresará jamás; no volverá nunca.“
„Diez negritos se fueron a cenar;uno se asfixió y quedaron nueve.Nueve negritos estuvieron despiertos hasta muy tarde;uno se quedó dormido y entonces quedaron ocho.Ocho negritos viajaron por Devon;uno dijo que se quedaría allí y quedaron siete.Siete negritos cortaron leña;uno se cortó en dos y quedaron seis.Seis negritos jugaron con una colmena;una abeja picó a uno de ellos y quedaron cinco.Cinco negritos estudiaron Derecho;uno se hizo magistrado y quedaron cuatro.Cuatro negritos fueron al mar;un arenque rojo se tragó a uno y quedaron tres.Tres negritos pasearon por el zoo;un gran oso atacó a uno y quedaron dos.Dos negritos se sentaron al sol;uno de ellos se tostó y sólo quedó uno.Un negrito quedó sólo;se ahorcó y no quedó… ¡ninguno!“
„Justo castigoLa vida es un auténtico caos, pensé. Los sentimientos resultan tan imprevisibles. ¿Cómo es posible que alguien soporte permanecer casado durante cuarenta años? Parece un milagro mayor que el paso del mar Rojo, aunque mi padre, en su ingenuidad, sostenga que es esto último un logro de mayor envergadura.“
„Anoche cuando dormíaAnoche cuando dormíasoñé, ¡bendita ilusiòn!,que una fontana fluíadentro de mi corazòn.Di: ¿por qué acequia escondida,agua, vienes hasta mí,manantial de nueva vidaen donde nunca bebí?Anoche cuando dormíasoñé, ¡bendita ilusiòn!,que una colmena teníadentro de mi corazòn;y las doradas abejasiban fabricando en él,con las amarguras viejas,blanca cera y dulce miel.Anoche cuando dormíasoñé, ¡bendita ilusiòn!,que un sol ardiente lucíadentro de mi corazòn.Era ardiente porque dabacalores de rojo hogar,y era sol porque alumbrabay porque hacía llorar.Anoche cuando dormíasoñé, ¡bendita ilusiòn!,que era Dios lo que teníadentro de mi corazòn.“
„Estoy harto de este matasiete de salón, con su cordón rojo y su desvergüenza camuflada tras una seca cortesía que a nadie engaña. Si me anda buscando, es hora de que me encuentre.“
„Algo anda mal, señor…¿que es eso rojo, en su pantalón?“
„¡Oh noche! ¡Oh refrescantes tinieblas! ¡Sois para mí señal de fiesta interior, sois liberación de una angustia! ¡En la soledad de las llanuras, en los laberintos pedregosos de una capital, centelleo de estrellas, explosión de linternas, sois el fuego de artificio de la diosa Libertad!¡Crepúsculo, cuán dulce y tierno eres! Los resplandores sonrosados que se arrastran aún por el horizonte, como agonizar del día bajo la opresión victoriosa de su noche, las almas de los candelabros que ponen manchas de un rojo opaco en las últimas glorias del Poniente, los pesados cortinajes que corro una mano invisible de las profundidades del Oriente, inician todos los sentimientos complicados que luchan dentro del corazón del hombre en las horas solemnes de la vida.“
„«Venían del muelle Morland, sin corbatas, sin sombreros, sofocados, mojados por la lluvia, con los ojos brillantes. Gavroche les abordó con calma.- ¿Adónde vamos? – preguntó.- Ven – contestó Courfeyrac.Detrás de Feuilly marchaba, o más bien saltada Bahorel, como un pez en el agua del motín. Llevaba un chaleco carmesí y profería palabras de esas que lo rompen todo. Su chaleco impresionó a un transeúnte, que gritó asustado:- ¡Aquí están los rojos!- ¡El rojo, los rojos! – replicó Bahorel -. ¡Vaya un temor gracioso, burgués! Por lo que a mí respecta, no tiemblo ante una amapola, la caperucita roja no me inspira pavor alguno. Créame, burgués, dejemos el miedo al rojo para los animales con cuernos.»“
„Me considero un rojo sin diminutivos. No soy un rojillo, soy un rojo, un rojazo. Y eso no quiere decir comunista, ni socialista, ni anarquista, quiere representar esa hermosísima ideología de hace unos años, que hacía creer que esta infamia de mundo podía cambiar de alguna manera.“
„No es fácil ser ornitólogo y cruzar un bosque cuando por todas partes el mundo grita: «¡Largo, joder, este es mi matorral! ¡Aargh, maldito ladrón de nidos! ¡Mantén relaciones sexuales conmigo, puedo inflar el pecho y ponerlo rojo!».“
„Lo hice nuevamente.Uno de cada diez añospuedo soportarlo…una especie de milagro ambulante, mi pielbrilla como una pantalla nazi,mi pie derechoun pisapapeles,mi rostro sin forma, delgadolienzo judío.Retira la compresa,¡ah, enemigo mío!¿te doy miedo?…¿La nariz, la fosa de los ojos, toda la dentadura?El aliento agrioun día se desvanecerá.Pronto, pronto la carneque alimentó la grave sepultura me seráfamiliary yo seré una mujer sonriente,sólo tengo treinta.Y como el gato tengo nueve vidas que morir.Ésta es la Número Tres.Qué basurapara la aniquilación de cada década.Qué millón de filamentos.La multitud como maní prensadose atropella para verdesenvuelven mis manos y pies…el gran strip teaseseñoras y señoreséstas son mis manosmis rodillas.Puede que esté piel y huesos,sin embargo, soy la misma e idéntica mujer.La primera vez que ocurrió, tenía diez.Fue un accidente.La segunda vez quiseque fuera definitivo y no regresar jamás.Me mecí doblada sobre mí mismacomo una concha.Tuvieron que llamar y llamary quitarme uno a uno los gusanos como perlas viscosas.Morires un arte, como cualquier otro,yo lo hago de maravillas.Hago que se sienta como un infierno.Hago que se sienta real.Creo que podrían llamarlo un don.Es tan fácil que puedes hacerlo en una celda.Es tan fácil que puedes hacerlo y quedarte ahí, quietita.Es el teatralregreso a pleno díaal mismo lugar, a la misma cara, al mismo gritobrutal y divertido“¡Milagro!”que me deja fuera de combate.Hay un precio a pagarpara mirar las escaras, hay un precio a pagarpara auscultar mi corazón…late de veras.Y hay un precio a pagar, un precio mayorpor una palabra o un contactoo un poquito de sangreo una muestra de mi cabello o de mi ropa.Bueno, bueno, Herr Doctor.Bueno, Herr Enemigo.Soy vuestra opus,soy vuestra valiosaniña de oro puroque se funde en un chillido.Giro y ardo.No crean que no estimo su enorme preocupación.Cenizas, cenizas…Ustedes atizan y remueven.Carne, hueso, no hay nada allí…Un pan de jabón,un anillo de bodas,un empaste de oro.Herr dios, Herr Lucifertengan cuidadotengan cuidado.Sobre las cenizasme elevo con mi cabello rojoy devoro hombres como aire.“
„GarabatoCon un trozo de carbónCon mi gis roto y mi lápiz rojodibujar tu nombreel nombre de tu bocael signo de tus piernasen la pared de nadieEn la puerta prohibidagrabar el nombre de tu cuerpohasta que la hoja de mi navaja sangrey la piedra gritey el muro respire como un pecho…“
„A aquellas antiguas espadas, a aquellos ilustres aceros, que encaman las glorias pasadas… Y al sol que hoy alumbra las nuevas victorias ganadas, y al héroe que guía su grupo de jóvenes fieros, al que ama la insignia del suelo materno, al que ha desafiado, ceñido el acero y el arma en la mano, los soles del rojo verano, las nieves y vientos del gélido invierno, la noche, la escarcha y el odio y la muerte, por ser por la patria inmortal, ¡saludan con voces de bronce las trompas de guerra que tocan la marcha triunfal!…“
„¿Cómo es posible que el gobierno considerara un «gravísimo problema» a un puñado de muchachos y muchachas? Resulta ridículo sobre todo si se sabe que el gobierno cuenta con un aparato de represión poderosísimo y ejerce un control casi absoluto sobre los medios de información ¿Qué peligro, qué «gravísimo peligro» no puede controlar el gobierno actual? Yo creo que el único que no puede controlar es el de su propia conciencia, porque si los miembros del gobierno tuvieran la razón y gobernaran como se debe no le temerían a nada ni necesitarían escudarse en la fuerza ni en la injusticia para sostenerse… Además, gran parte de la población es pasiva, entonces, ¿qué? ¿Qué se traen? Llevan todas las de ganar.*Ernestina Rojo González, de la Facultad de Leyes de la UNAM“
„Negro para la caza durante la nocheEl color blanco para la muerte y el lutoOro para una novia en su vestido de bodaY el rojo para deshacer encantamientos.Seda blanca cuando nuestros cuerpos se queman,Banderas azules cuando lo perdido regresa.Flamas por el nacimiento de un Nefilim,Y para lavar nuestros pecados.Gris por el mejor conocimiento jamás dichoHueso para aquellos que no envejecen.El azafrán ilumina la marcha de la victoria,El verde reparará nuestros corazones rotos.Plata para las torres de los demonios,Y el bronce para convocar los poderes malvados.“
„Tú me quieres alba,Me quieres de espumas,Me quieres de nácar.Que sea azucenaSobre todas, casta.De perfume tenue.Corola cerradaNi un rayo de lunaFiltrado me haya.Ni una margaritaSe diga mi hermana.Tú me quieres nívea,Tú me quieres blanca,Tú me quieres alba.Tú que hubiste todasLas copas a mano,De frutos y mielesLos labios morados.Tú que en el banqueteCubierto de pámpanosDejaste las carnesFestejando a Baco.Tú que en los jardinesNegros del EngañoVestido de rojoCorriste al Estrago.Tú que el esqueletoConservas intactoNo sé todavíaPor cuáles milagros,Me pretendes blanca(Dios te lo perdone),Me pretendes casta(Dios te lo perdone),¡Me pretendes alba!Huye hacia los bosques,Vete a la montaña;Límpiate la boca;Vive en las cabañas;Toca con las manosLa tierra mojada;Alimenta el cuerpoCon raíz amarga;Bebe de las rocas;Duerme sobre escarcha;Renueva tejidosCon salitre y agua;Habla con los pájarosY lévate al alba.Y cuando las carnesTe sean tornadas,Y cuando hayas puestoEn ellas el almaQue por las alcobasSe quedó enredada,Entonces, buen hombre,Preténdeme blanca,Preténdeme nívea,Preténdeme casta.“
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