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sacerdote
Relacionado con: sacerdote
„Creo que la ley más importante con diferencia de todo nuestro código es la de la difusión del conocimiento entre el pueblo. No se puede idear otro fundamento seguro para conservar la libertad y la felicidad. […] Aboga, mi estimado compañero, por una cruzada contra la ignorancia; establece y mejora la ley de educar a la gente común. Informa a nuestros compatriotas […] de que el impuesto que se pague con el propósito [de educar] no es más que la milésima parte de lo que se tendrá que pagar a los reyes, sacerdotes y nobles que ascenderán al poder si dejamos al pueblo en ignorancia.“
„Hace unos años visité el hogar de Martín Lutero, el reformador, en Wittenberg, Alemania. Quedé maravillado de algunos documentos de la iglesia de su tiempo que estaban en exhibición, entre los que había una referencia a una declaración emitida por el papado que decretaba que si la madre de una persona sufría en el purgatorio, en el momento exacto en que la persona compraba una indulgencia, la madre sería de inmediato transferida al cielo. ¿Puedes ver cómo se corrompió la iglesia cuando comenzó a hacer de la venta de la salvación un negocio redituable? La práctica se había convertido en una manera de extorsionar a los desinformados, y era operada como un monopolio por aquellos que se creían los únicos con derecho a ser sacerdotes. Por eso, Lutero denunció esta práctica. No exigió la abolición del sacerdocio sino que luchó contra la abolición de esa práctica.“
„viene del momento en una boda cuando el sacerdote pide a los espectadores ‘hable ahora o calle para siempre’.“
„He malgastado mi vida. ¡Vamos! Finjamos, holguemos, ¡oh piedad! Y existiremos divirtiéndonos, soñando amores monstruosos y universos fantásticos, quejándonos y combatiendo las apariencias del mundo, saltimbanqui, mendigo, artista, bandido, ¡sacerdote! Sobre mi lecho de hospital, el olor del incienso retornó a mí tan potente; guardián de aromas sagrados, confesor, mártir…“
„La primera pregunta que hizo el sacerdote y el levita fue: «Si me detengo a ayudar a este hombre, ¿qué va a pasar a mí?» Pero … el buen samaritano invirtió la pregunta: «Si no me detengo a ayudar a este hombre, ¿qué pasará con él?“
„Es inútil. El vacío auténtico, como un blindaje, acoraza su vida. Se detiene junto a una silla, la toma por el respaldar, hace ruido con ella golpeando las patas contra el piso; pero este ruido es insuficiente para desteñir el vacío teñido de gris. Deliberadamente hace pasar ante sus ojos paisajes anteriores, recuerdos, sucesos; pero su deseo no puede engarfiar en ellos, resbalan como los dedos de un hombre extenuado por los golpes de agua, en la superficie de una bola de piedra. Los brazos se le caen a lo largo del cuerpo, la mandíbula se le afloja. Es inútil cuanto haga para sentir remordimiento o para encontrar paz. Igual que las fieras enjauladas, va y viene por su cubil frente a la indestructible reja de su incoherencia. Necesita obrar, mas no sabe en qué dirección. Piensa que si tuviera la suerte de encontrarse en el centro de una rueda formada por hombres desdichados, en el pastizal de una llanura o en el sombrío declive de una montaña, él les contaría su tragedia. Soplaría el viento doblando los espinos, pero él hablaría sin reparar en las estrellas que empezaban a ser visibles en lo negro. Está seguro que aquel círculo de vagabundos comprendería su desgracia; pero allí, en el corazón de una ciudad, en una pieza perfectamente cúbica y sometida a disposiciones del digesto municipal, es absurdo pensar en una confesión. ¿Y si lo viera a un sacerdote y se confiara a él? Mas, ¿qué puede decirle un señor afeitado, con sotana y un inmenso aburrimiento empotrado en el caletre? Está perdido, ésa es la verdad; perdido para sí mismo.“
„No queremos ricos, no queremos sacerdotes ni gobernantes; no queremos bribones que exploten las fuerzas de los trabajadores; no queremos bandidos que sostengan con ley a esos bribones, ni malvados que en nombre de cualquier religión hagan del pobre un cordero que se deje devorar de los lobos sin resistencia y sin protesta. Porque cualquiera que esté una pulgada arriba de nosotros es enemigo.“
„Considerar el estado patriarcal en toda su amplitud nos llevaría, entre otras cosas, a examinar la forma de la teocracia. El cabeza de la tribu patriarcal es también su sacerdote.“
„lo que nos demuestra, de paso, que los sacerdotes han estado siempre sumidos en una ignorancia ignominiosa, en la que se esfuerzan por hundir con ellos a los pueblos.“
„El hombre es infeliz porque ignora a la naturaleza. Incapaz de interrogarla de modo científico, no percibe que ésta, desprovista tanto de maldad como de bondad intrínsecas, se limita a seguir leyes inmutables y necesarias… O dicho de otra manera, que no puede actuar de modo distinto al que actúa. Por eso los hombres, en su ignorancia, se someten a hombres iguales que ellos: reyes, hechiceros y sacerdotes, a los que su estupidez los hace considerar dioses sobre la tierra. Y éstos aprovechan para esclavizarlos, corromperlos y volverlos viciosos y miserables.“
„La virgen María es más importante que los apóstoles, y que los obispos, diáconos y sacerdotes, la mujer en la Iglesia es más importante que los obispos y los curas, esto es lo que debemos tratar de explicitar mejor a través de una profundización de la teología de la mujer.“
„Quiero a los sacerdotes en las periferias donde hay sufrimiento, sangre derramada, ceguera que desea ver, donde hay cautivos de tantos malos patrones. Quiero pastores con olor a oveja.“
„Así como la oruga elige las hojas más hermosas para poner sus huevos, el sacerdote deposita su maldición sobre los mejores goces.“
„Antes de dar al pueblo sacerdotes, soldados y maestros, sería oportuno saber si por ventura no se está muriendo de hambre.“
„Solo son grandes entre los hombres el poeta, el sacerdote, el soldado. El hombre que canta, el hombre que sacrifica y que se sacrifica. E1 resto es digno del látigo. Desconfiemos del pueblo. del buen sentido, del corazón. de la inspiración y de la evidencia.“
„Yo sólo estaba triste, inconcebiblemente triste. Semejante al sacerdote a quien arrancaran su divinidad, no podía yo, sin desconsoladora amargura, desprenderme de aquel mar tan monstruosamente seductor, de aquel mar tan infinitamente, variado en su espantosa sencillez, que parece contener en sí, y representar en sus juegos, en su porte, en sus cóleras y sonrisas, los humores, las agonías y los éxtasis de todas las almas que han vivido, viven y vivirán.Al despedirme de tan incomparable hermosura, sentíame abatido hasta la muerte.“
„No a todos les es dado tomar un baño de multitud; gozar de la muchedumbre es un arte; y sólo puede darse a expensas del género humano un atracón de vitalidad aquél a quien un hada insufló en la cuna el gusto del disfraz y la careta, el odio del domicilio y la pasión del viaje.Multitud, soledad: términos iguales y convertibles para el poeta activo y fecundo. El que no sabe poblar su soledad, tampoco sabe estar solo en una muchedumbre atareada.Goza el poeta del incomparable privilegio de poder a su guisa ser él y ser otros. Como las almas errantes en busca de cuerpo, entra cuando quiere en la persona de cada cual. Sólo para él está todo vacante; y si ciertos lugares parecen cerrársele, será que a sus ojos no valen la pena de una visita.El paseante solitario y pensativo saca una embriaguez singular de esta universal comunión. El que fácilmente se desposa con la muchedumbre, conoce placeres febriles, de que estarán eternamente privados el egoísta, cerrado como un cofre, y el perezoso, interno como un molusco. Adopta por suyas todas las profesiones, todas las alegrías y todas las miserias que las circunstancias le ofrecen.Lo que llaman amor los hombres es sobrado pequeño, sobrado restringido y débil, comparado con esta inefable orgía, con esta santa prostitución del alma, que se da toda ella, poesía y caridad, a lo imprevisto que se revela, a lo desconocido que pasa.Bueno es decir alguna vez a los venturosos de este mundo, aunque sólo sea para humillar un instante su orgullo necio, que hay venturas superiores a la suya, más vastas y más refinadas. Los fundadores de colonias, los pastores de pueblos, los sacerdotes misioneros, desterrados en la externidad del mundo, conocen, sin duda, algo de estas misteriosas embriagueces; y en el seno de la vasta familia que su genio se formó, alguna vez han de reírse de los que les compadecen por su fortuna, tan agitada, y por su vida, tan casta.“
„La dicha que habría podido encontrar en la tierra si ella no hubiera sido gitana ni él sacerdote; si Febo no hubiera existido y si ella lo hubiera amado.“
„El hombre sólo será libre cuando el último rey sea ahorcado con las tripas del último sacerdote.“
„El filósofo nunca ha matado a un sacerdote, mientras que el sacerdote sí ha matado a muchos filósofos“
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