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Relacionado con: sombra
„Hay tantas cosas que son peores que la muerte – dijo. – No ser amado o no ser capaz de amar: eso es peor. Y no hay deshonor en morir peleando como debe hacerlo un Cazador de Sombras. Una muerte honorable. Yo siempre he querido eso.“
„Cazadores de Sombras: se les ve mejor el negro que a las viudas de sus enemigos dede 1234.“
„Siempre he pensando que el amor te vuelve estúpido. Te hace débil. Un mal cazador de sombras. Amar es destruir. Yo creía eso.“
„El amor no es perseguir a alguien hasta el aeropuerto -insistió Julian…-. El amor significa que ves a alguien. Eso es todo.-¿Qué lo ves? -repitió Ty…-Cuando amas a alguien, se convierte en una parte de ti. Está en el aire en el que respiras, en el agua que bebes; su voz permanece en tus oídos y sus ideas en tu cabeza. Conoces sus sueños porque sus pesadillas se te clavan en el corazón, y sus sueños buenos también son los tuyos. Y no crees que es perfecto, sino que conoces sus defectos, la auténtica verdad de sus defectos y las sombras de todos sus secretos,, y eso no te hace alejarte; de hecho, lo amas más por eso, porque no quieres que sea perfecto. Tú quieres a ese alguien. Quieres…“
„He aquí algo sobre el honor de los poetas. Yo tenía diecisiete años y unos deseos irrefrenables de ser escritor. Me preparé. Pero no me quedé quieto mientras me preparaba, pues comprendí que si así lo hacía no triunfaría jamás. Disciplina y un cierto encanto dúctil, ésas son las claves para llegar a donde uno se proponga. Disciplina: escribir cada mañana no menos de seis horas. Escribir cada mañana y corregir por las tardes y leer como un poseso por las noches. Encanto, o encanto dúctil: visitar a los escritores en sus residencias o abordarlos en las presentaciones de libros y decirles a cada uno justo aquello que quiere oír. Aquello que quiere oír desesperadamente. Y tener paciencia, pues no siempre funciona. Hay cabrones que te dan una palmadita en la espalda y luego si te he visto no me acuerdo. Hay cabrones duros y crueles y mezquinos. Pero no todos son así. Es necesario tener paciencia y buscar. Los mejores son los homosexuales, pero, ojo, es necesario saber en qué momento detenerse, es necesario saber con precisión qué es lo que no uno quiere, de lo contrario puedes acabar enculado de balde por cualquier viejo maricón de izquierda. Con las mujeres ocurre tres cuartas partes de lo mismo: las escritoras españolas que pueden echarte un cable suelen ser mayores y feas y el sacrificio a veces no vale la pena. Los mejores son los heterosexuales ya entrados en la cincuentena o en el umbral de la ancianidad. En cualquier caso: es ineludible acercarse a ellos. Es ineludible cultivar un huerto a la sombra de sus rencores y resentimientos. Por supuesto, hay que empollar sus obras completas. Hay que citarlos dos o tres veces en cada conversación. ¡Hay que citarlos sin descanso! Un consejo: no criticar nunca a los amigos del maestro. Los amigos del maestro son sagrados y una observación a destiempo puede torcer el rumbo del destino. Un consejo: es preceptivo abominar y despacharse a gusto contra los novelistas extranjeros, sobre todo si son norteamericanos, franceses o ingleses. Los escritores españoles odian a sus contemporáneos de otras lenguas y publicar una reseña negativa de uno de ellos será siempre bien recibida. Y callar y estar al acecho. Y delimitar las áreas de trabajo. Por la mañana escribir, por la tarde corregir, por las noches leer y en las horas muertas ejercer la diplomacia, el disimulo, el encanto dúctil. A los diecisiete años quería ser escritor. A los veinte publiqué mi primer libro. Ahora tengo veinticuatro y en ocasiones, cuando miro hacia atrás, algo semejante al vértigo se instala en mi cerebro. He recorrido un largo camino, he publicado cuatro libros y vivo holgadamente de la literatura (aunque si he de ser sincero, nunca necesité mucho para vivir, sólo una mesa, un ordenador y libros). Tengo una colaboración semanal con un periódico de derechas de Madrid. Ahora pontifico y suelto tacos y le enmiendo la plana (pero sin pasarme) a algunos políticos. Los jóvenes que quieren hacer una carrera como escritor ven en mí un ejemplo a seguir. Algunos dicen que soy la versión mejorada de Aurelio Baca. No lo sé. (A los dos nos duele España, aunque creo que por el momento a él le duele más que a mí). Puede que lo digan sinceramente, pero puede que lo digan para que me confíe y afloje. Si es por esto último no les voy a dar el gusto: sigo trabajando con el mismo tesón que antes, sigo produciendo, sigo cuidando con mimo mis amistades. Aún no he cumplido los treinta y el futuro se abre como una rosa, una rosa perfecta, perfumada, única. Lo que empieza como comedia acaba como marcha triunfal, ¿no?“
„Soñé que Baudelaire hacía el amor con una sombra en una habitación donde se había cometido un crimen. Pero a Baudelaire no le importaba. Siempre es lo mismo, decía“
„Pero yo no le vi la cara, sólo su sombra que atravesaba el local. Una sombra sin metáforas, vacía de imágenes, una sombra que solo era una sombra y que con eso tenía más que suficiente.“
„EL FANTASMA DE EDNA LIEBERMANTe visitan en la hora más oscuratodos tus amores perdidos.El camino de tierra que conducía al manicomiose despliega otra vez como los ojosde Edna Lieberman,como sólo podían sus ojoselevarse por encima de las ciudadesy brillar.Y brillan nuevamente para tilos ojos de Ednadetrás del aro de fuegoque antes era el camino de tierra,la senda que recorriste de noche,ida y vuelta,una y otra vez,buscándola o acasobuscando tu sombra.Y despiertas silenciosamentey los ojos de Ednaestán allí.Entre la luna y el aro de fuego,leyendo a sus poetas mexicanosfavoritos.¿ y a Gilberto Owen,lo has leído?,dicen tus labios sin sonido,dice tu respiracióny tu sangre que circulacomo la luz de un faro.Pero son sus ojos el faroque atraviesa tu silencio.Sus ojos que son como el librode geografía ideal:los mapas de la pesadilla pura.Y tu sangre iluminalos estantes con libros, las sillascon libros, el suelolleno de libros apilados.Pero los ojos de Ednasólo te buscan a ti.Sus ojos son el libromás buscado.Demasiado tardelo has entendido, perono importa.En el sueño vuelvesa estrechar sus manos,y ya no pides nada.“
„Agur -murmuró Celipín, poniéndose en marcha.Desapareció entre las sombras de la noche.La geología había perdido una piedra y la sociedad había ganado un hombre.“
„Sólo la abstención es noble y alta, porque reconoce que la realización es siempre inferior y que la obra hecha es siempre la sombra grotesca de la obra soñada.“
„¡Benditos sean los instantes y los milímetros y las sombras de las cosas pequeñas, aún más humildes que ellas!.“
„visito con solemnidad mientras escribo. Tengo salas especiales, recordadas por otros en los resquicios de la figuración, donde me deleito analizando lo que no siento y me examino como si examinara un cuadro en la sombra.“
„Si no poseo mi cuerpo ¿cómo es que puedo poseer con él? Si no poseo mi propia alma ¿cómo es que puedo poseer con ella? Si no comprendo mi espíritu, ¿cómo es que puedo comprender a través de él? Nuestras sensaciones o lo que ellas muestran pasan —¿cómo poseerlas, pues? ¿Alguien puede poseer un río que corre? ¿A alguien pertenece un río que pasa? No poseemos ni un cuerpo ni una verdad, ni una ilusión siquiera. Somos fantasmas de las mentiras, sombras de la ilusión y nuestra vida está vacía por fuera y por dentro. ¿Conoce alguien las fronteras de su propia alma, para poder decir yo soy yo? Pero sé que lo que yo siento, lo siento yo. Cuando es otro el que posee ese cuerpo, ¿posee de él lo mismo que yo? No. Posee otra sensación. ¿Poseemos algo? Si ni siquiera sabemos lo que somos, ¿cómo hemos de saber lo que poseemos? Si de lo que comes dijeses: «yo poseo esto», te comprendería. Porque sin duda lo que comes lo incluyes en ti, lo transformas en materia tuya, lo sientes penetrar en ti, pertenecerte, pero a lo que comes no le llamas «posesión». ¿A qué llamas, entonces, poseer? ¿Alguien conoce las fronteras de su alma, para poder decir, yo soy yo? Pero sé que lo que siento lo siento yo.“
„Dios me creó para que yo lo imitara de noche. Él es el Sol, yo soy la Luna. Mi luz flota sobre todo lo que es fútil o ha terminado, fuego fatuo, márgenes de río, pantanos y sombras.“
„Permanezcamos así eternamente, como la estampa de un hombre en un vitral frente a la de una mujer en otro vitral…. Entre nosotros, sombras cuyos pasos suenan fríos, son de la humanidad que pasa…. Murmullos de plegarias, secretos de (….) pasaran entre nosotros….. A veces el aire se puebla de (…..) de inciensos. Y nosotros siempre en los mismos vitrales, en los colores que el sol nos dará al tocarnos, en las líneas impuestas por la noche al caer… Los siglos no incidirán en nuestro silencio vítreo…. Fuera de nosotros pasaran civilizaciones, estallaran revueltas, se sucederán en torbellino las fiestas, pasaran, mansos, pueblos de sólida rutina… Y nosotros, oh, amor mío irreal, tendremos siempre el mismo gesto inútil, la misma existencia falsa.Hasta que un día, al cabo de varios siglos de imperios, la Iglesia se derrumbe y todo se acabe….Pero nosotros, que de todo eso nada sabemos, perduraremos sin embargo, no se en que espacio, no se cómo, no se cuánto tiempo, vitrales eternos, horas de ingenuo diseño pintado por un artista cualquiera que duerme hace mucho tiempo bajo una tumba goda donde dos ángeles congelan en sus manos de mármol la idea de la muerte.“
„Hay metáforas más reales que las personas que pasan por la calle. Hay imágenes en los rincones de los libros que viven más nítidamente que muchos hombres y mujeres. Hay frases literarias que tienen una personalidad absolutamente humana. Hay fragmentos de párrafos míos que me hielan de pavor, de tal modo los siento claramente como seres humanos, tan bien perfilados contra las paredes de mi cuarto, por la noche, en la sombra. He escrito frases cuyo sonido -es imposible ocultar su sonido-, es absolutamente el de una cosa que ganó exterioridad absoluta y alma por completo.“
„A la sombra de este arbol me dormi siendo un niño, y desperte siendo un hombre“
„Para que exista una sombra debe haber un obstáculo, pero también una luz todo es cuestión de buscar el ángulo.“
„Resultado común y natural de un respeto indebido por la ley es que uno pueda ver, por ejemplo, una columna militar: coronel, capitán, cabo, soldados rasos, artilleros, etc. marchando en admirable orden colina arriba, colina abajo y valle a través en dirección al frente. ¡En contra de su voluntad! ¡Sí! Contra su sentido común y su conciencia, lo que hace del marchar tarea ardua, en verdad, y causa se sobresalto cardíaco. A ninguno de ellos cabe la menor duda de que el asunto que les ocupa es ciertamente condenable; su inclinación auténtica se orienta hacia el hacer pacífico. Y bien ¿cómo los describiríamos? ¿Son acaso personas? ¿Pequeños objetos, parapetos, pertrechos movibles a voluntad, al servicio de alguien sin escrúpulos que detenta el poder? Visitad un establecimiento naval y contemplad al marino, es decir, a lo que puede hacer de un hombre el gobierno americano o alguien provisto de malas artes… una simple sombra, un vestigio de humanidad, un ser vivo y de pie, pero enterrado ya, podría decirse, bajo salvas y demás ceremonias.“
„Y manteneos unidos pero no demasiado juntos: Pues los pilares del templo se alzan separados, Y el roble y el ciprés no crecen en sus sombras respectivas.“
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