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Relacionado con: suelo
„Creo que suelo entenderlo todo excepto lo más simple.“
„Los soldados británicos en las trece estados lanzaron un grito/De angustia; echaron sus espadas y mosquetes al suelo y abandonaron sus campamentos…“
„Si la genealogía plantea por su parte la cuestión del suelo que nos ha visto nacer, de la lengua que hablamos o de las leyes que nos gobiernan, es para resaltar los sistemas heterogéneos, que, bajo la máscara de nuestro yo, nos prohiben toda identidad.“
„¿Qué es la guerra? ¿Qué se necesita para tener éxito en las operaciones militares? ¿Cuáles son las costumbres de la sociedad militar? La finalidad de la guerra es el homicidio; sus instrumentos, el espionaje, la traición, la ruina de los habitantes, el saqueo y el robo para aprovisionar al ejército, el engaño y la mentira, llamadas astucias militares; las costumbres de la clase militar son la disciplina, el ocio, la ignorancia, la crueldad, el libertinaje y la borrachera, es decir, la falta de libertad. A pesar de todo esto, esa clase superior es respetada por todos. Todos los reyes, excepto el de China, llevan el uniforme militar y se conceden las mayores recompensas al que ha matado más gente… Los soldados se reúnen como, por ejemplo, sucederá mañana, para matarse unos a otros. Se matarán y se mutilarán decenas de miles de hombres y, después, se celebrarán misas de acción de gracias porque se ha exterminado a mucha gente (cuyo número se suele exagerar), y se proclamará la victoria creyendo que cuantos más hombres se ha matado, mayor es el mérito.“
„Por mucho que cientos de miles de personas, reunidas en un corto espacio de terreno al que se han apegado, se esfuercen en llenar el suelo de piedras para que no crezca nada en él; por mucho que limpien ese terreno hasta la última brizna de hierba; por mucho que impregnen el aire con el humo del carbón y el petróleo, por mucho que corten los árboles y obliguen a marcharse a todos los animales y aves, la primavera, hasta en la ciudad, siempre es primavera.“
„No mezclo nada, sólo repito lo que tu dijiste. Lo que uno cuenta y lo que sucede de verdad no suele coincidir, Rudy, sobre todo contigo.“
„Ese día a Liesel le costó mucho decir lo que dijo al marcharse. Traducido, podríamos comentar que tuvo que forcejear con dos palabras gigantes, cargarlas al hombro y arrojarlas con torpeza a los pies de Ilsa Hermann. Pesaban tanto que al final la tambaleante niña no pudo sostenerlas más y cayeron de lado. Quedaron postradas en el suelo en toda su extensión, extravagantes y desgarbadas.“
„Apesadumbrada, se dio cuenta de que los relojes no suenan a nada que se parezca siquiera a un tictac, sino al ruido que hace un martillo, arriba y abajo, golpeando una y otra vez contra el suelo. El sonido de una sepultura.“
„Y se hizo de día, y como suele pasar en estos casos al alba, eramos dos desconocidos.“
„Cuando yo diga cuatro, quiero el corazón en una mano, lanzadlo al suelo y pisotearlo hasta que se desangre. Un, dos, tres,…“
„Un capitalista es posible que tenga más éxito como capitalista si siente afición por sus negocios, aunque suele tenerlo aún más si tiene el sentido común de dejarlos en mano de un administrador.“
„Hay naturalezas puramente contemplativas, impropias totalmente para la acción, que, sin embargo, merced a un impulso misterioso y desconocido, actúan en ocasiones con rapidez de que se hubieran creído incapaces.El que, temeroso de que el portero le dé una noticia triste, se pasa una hora rondando su puerta sin atreverse a volver a casa; el que conserva quince días una carta sin abrirla o no se resigna hasta pasados seis meses a dar un paso necesario desde un año antes, llegan a sentirse alguna vez precipitados bruscamente a la acción por una fuerza irresistible, como la flecha de un arco. El moralista y el médico, que pretenden saberlo todo, no pueden explicarse de dónde les viene a las almas perezosas y voluptuosas tan súbita y loca energía, y cómo, incapaces de llevar a término lo más sencillo y necesario, hallan en determinado momento un valor de lujo para ejecutar los actos más absurdos y aun los más peligrosos.Un amigo mío, el más inofensivo soñador que haya existido jamás, prendió una vez fuego a un bosque, para ver, según decía, si el fuego se propagaba con tanta facilidad como suele afirmarse. Diez veces seguidas fracasó el experimento; pero a la undécima hubo de salir demasiado bien.Otro encenderá un cigarro junto a un barril de pólvora, para ver, para saber, para tentar al destino, para forzarse a una prueba de energía, para dárselas de jugador, para conocer los placeres de la ansiedad, por nada, por capricho, por falta de quehacer.Es una especie de energía que mana del aburrimiento y de la divagación; y aquéllos en quien tan francamente se manifiesta suelen ser, como dije, las criaturas más indolentes, las más soñadoras.“
„La fatalidad posee una cierta elasticidad que se suele llamar libertad humana.“
„Toda persona inteligente suele quedar como un imbécil cuando se halla rodeada de imbéciles.“
„Porque la verdadera tradición no emana del pasado, ni está en el presente, ni en el porvenir; no és sirvierte del tiempo. La tradición es el alma eterna de Galicia, que vive en el instinto popular y en las entrañas granítica de nuestro suelo. La tradición no es la historia. La tradición es la eternidad.“
„La jornada se había iniciado con un pequeño almuerzo en las habitaciones del hotel de cierto legislador argentino, de visita en el país donde unas cuantas personas de diferentes nacionalidades habían estado hablando acerca del clima de la Argentina, de su suelo, de sus recursos naturales, de las necesidades de su población y de las ventajas de adoptar una actitud progresista y dinámica de cara al futuro. Uno de los temas tratados brevemente en la conversación tenía que ver con el hecho de que, dos semanas más tarde, la Argentina sería declarada República Popular.“
„El salvaje observa que la gente consigue comida, ropas y todo tipo de objetos simplemente presentando trozos de papel llamados cheques, y observa que rascacielos y gigantescas fábricas crecen desde el suelo a las órdenes de hombres muy ricos, cuyos contables continúan cambiando figuras mágicas en los libros contables de unos y de otros. Parecen hacerlo más rápido de lo que el salvaje puede seguirlo, así que concluye que la velocidad es el secreto de el poder mágico de el papel, y que todo funcionará, será productivo y prosperará siempre y cuando esos cheques se pasen de mano a mano lo suficientemente rápido. Si el mencionado salvaje corre a la imprenta para divulgar su descubrimiento, encontrará que se le ha anticipado John Maynard Keynes“
„En los momentos más trágicos me río o enciendo un cigarrillo y me echo al suelo y te miro como si nada malo tuviera que suceder. Ciertas posturas nos hacen creer en la felicidad. A veces estar acostada me hizo creer en el amor.“
„La soga parecía tranquila cuando dormía sobre la mesa o en el suelo. Nadie la hubiera creído capaz de ahorcar a nadie.“
„La vida empezó a hacerse dura para Marius. Comerse la ropa y el reloj no significaba nada. Se vio reducido a esa situación inexplicable que se llama comerse los codos, algo terrible que se traduce en días sin pan, noches sin sueños y sin luz, hogar sin fuego, semanas sin trabajo, porvenir sin esperanza; la levita rota en los codos, el sombrero viejo y raído, que hace reír a las jóvenes; la puerta cerrada de noche, porque no se paga a la patrona; la insolencia del portero y del bodegonero, la burla de los vecinos, las humillaciones, la dignidad ultrajada; el trabajo de cualquier clase, aceptado; los disgustos, la amargura, el abatimiento. Marius aprendió a devorarlo todo, y a no tener para devorar más que estas cosas. En ese momento de la existencia en que el hombre tiene necesidad de orgullo, porque tiene necesidad de amor, se vio despreciado, porque iba mal vestido, y se sintió ridículo, porque era pobre. A la edad en que la juventud hincha el corazón con imperial altivez, posó más de una vez los ojos en las botas agujereadas y conoció las injustas afrentas, el punzante bochorno de la miseria. Admirable y terrible prueba, de la cual los débiles salen infames y los fuertes, sublimes. Crisol donde el destino arroja a un hombre muchas veces, cuando quiere hacer de él un ser despreciable o un semidiós.Porque hay muchas acciones grandes en estas pequeñas luchas. El valor tenaz e ignorado, que se defiende palmo a palmo en la sombra, contra la fatal invasión de las necesidades y de la ignominia. Nobles y misteriosos triunfos que ninguna mirada ve, que ninguna fama recompensa, que ningún aplauso saluda. La vida, la desgracia, el aislamiento, el abandono, y la pobreza son campos de batalla que tienen sus héroes, héroes oscuros, es verdad, pero a veces más grandes que los héroes ilustres.Hay naturalezas firmes y raras, que han sido creadas así; la miseria, casi siempre madrastra, es algunas veces madre, la desnudez engendra en ocasiones el vigor del alma y del corazón; la miseria suele ser nodriza de la grandeza; la desgracia es una buena leche para los magnánimos.“
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