Juegos
Todos los emojis
Citas
Blog
Página de inicio
»
tal
»
Página 29
Relacionado con: tal
„Respetas algo cuando le das un buen uso –replicó ella–. Tal vez pasen años hasta que vuelva a las tierras de los bárbaros y pelee. ¿Qué mal hay en que, entretanto, corte ramitas y zanahorias con mi espada? –Se puso seria–. Llevar una espada toda la vida, sabiendo que solo sirve para matar… –Meneó la cabeza–. ¿Cómo afectaría eso a mi mente? Sería espantoso.“
„Para aproximarse a una criatura salvaje es necesario tener cuidado. El sigilo no sirve de nada. Las criaturas salvajes reconocen el sigilo y saben que es una mentira y una trampa. Si bien a veces las criaturas salvajes juegan a juegos de sigilo y, al hacerlo, en ocasiones son presa del sigilo, en realidad el sigilo nunca las atrapa.Pues bien. Con lento cuidado, más que con sigilo, es como debemos aproximarnos a determinada mujer. Una mujer salvaje hasta tal punto que temo abordarla demasiado deprisa incluso en una historia. Si me moviera de modo imprudente, podría asustar a la idea de esa mujer y hacerla salir volando precipitadamente.Así que, con lento cuidado, hablaré de cómo la conocí. Y para eso debo hablar de los sucesos que me llevaron, a regañadientes, al otro lado del río y a Imre.“
„Cuánta belleza en el arte, con tal de poder retener lo que se ha visto. No se está nunca entonces sin trabajo ni verdaderamente solitario, jamás solo.“
„Porque hay eunucos que nacieron así del seno materno, y hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de los Cielos. Quien pueda entender, que entienda.“
„Voy a dibujar, a cien años luz, la mueca que pintas cuando llego, voy a sobornar, clavarme una cruz, con tal de inspirarte un hasta luego, voy a caminar en el fuego, para que me quieras como quiero“
„Quizá por eso se desvanecen los monstruos -respondí-. Tal vez no se trate de lo que crean los mortales. A lo mejor lo que pasa es que dejan de creer en sí mismos.“
„Tal vez por ese motivo le había cogido miedo a ahogarse. No era tanto el hecho de asfixiarse en la tierra o en el mar, sino la sensación de estar hundiéndose en un exceso de expectativas, unas honduras de las que no podía salir.“
„Por consiguiente, haremos bien en suprimir las lamentaciones de los hombres famosos y atribuírselas a las mujeres —y no a las de mayor dignidad— o a los hombres más viles, con el fin de que les repugne la imitación de tales gentes a aquellos que decimos educar para la custodia del país.“
„¿Qué tal andas, Sófocles, con respecto al amor? ¿Eres capaz todavía de estar con una mujer?. Y el repuso: «No me hables, buen hombre; me he librado de él con la mayor satisfacción, como quien escapa de un amo furioso y salvaje.“
„porque el camino recto del amor, ya se guíe por sí mismo, ya sea guiado por otro, es comenzar por las bellezas inferiores y elevarse hasta la belleza suprema, pasando, por decirlo así, por todos los grados de la escala de un solo cuerpo bello a dos, de dos a todos los demás, de los bellos cuerpos a las bellas ocupaciones, de las bellas ocupaciones a las bellas ciencias, hasta que de ciencia en ciencia se llega a la ciencia por excelencia, que no es otra que la ciencia de lo bello mismo, y se concluye por conocerla tal como es en sí.“
„Tal vez no hicieron nada que no hubieran hecho con otros, pero es muy distinto hacer el amor amando.“
„Blanca, en cambio, se había acostumbrado a vivir sola. Terminó por encontrar pazen sus quehaceres de la gran casa, en su taller de cerámica y en sus Nacimientos deanimales inventados, donde lo único que correspondía a las leyes de la biología era laSagrada Familia perdida en una multitud de monstruos. El único hombre de su vida eraPedro Tercero, pues tenía vocación para un solo amor. La fuerza de eseinconmovible sentimiento la salvó de la mediocridad y de la tristeza de su destino.Permanecía fiel aun en los momentos en que él se perdía detrás de algunas ninfas depelo lacio y huesos largos, sin amarlo menos por ello. Al principio creía morir cada vezque se alejaba, pero pronto se dio cuenta de que sus ausencias duraban lo que unsuspiro y que invariablemente regresaba más enamorado y más dulce. Blanca preferíaesos encuentros furtivos con su amante en hoteles de cita, a la rutina de una vida encomún, al cansancio de un matrimonio y a la pesadumbre de envejecer juntoscompartiendo las penurias de fin de mes, el mal olor en la boca al despertar, el tediode los domingos y los achaques de la edad. Era una romántica incurable. Alguna veztuvo la tentación de tomar su maleta de payaso y lo que quedaba de las joyas delcalcetín, e irse con su hija a vivir con él, pero siempre se acobardaba. Tal vez temíaque ese grandioso amor, que había resistido tantas pruebas, no pudiera sobrevivir a lamás terrible de todas: la convivencia. Alba estaba creciendo muy rápido y comprendíaque no le iba a durar mucho el buen pretexto de velar por su hija para postergar lasexigencias de su amante, pero prefería siempre dejar la decisión para más adelante.En realidad, tanto como temía la rutina, la horrorizaba el estilo de vida de PedroTercero, su modesta casita de tablas y calaminas en una población obrera, entrecientos de otras tan pobres como la suya, con piso de tierra apisonada, sin agua y conun solo bombillo colgando del techo. Por ella, él salió de la población y se mudó a undepartamento en el centro, ascendiendo así, sin proponérselo, a una clase media a lacual nunca tuvo aspiración de pertenecer. Pero tampoco eso fue suficiente para Blanca.El departamento le pareció sórdido, oscuro, estrecho y el edificio promiscuo. Decía queno podía permitir que Alba creciera allí, jugando con otros niños en la calle y en lasescaleras, educándose en una escuela pública. Así se le pasó la juventud y entró en lamadurez, resignada a que los únicos momentos de placer eran cuando salíadisimuladamente con su mejor ropa, su perfume y las enaguas de mujerzuela que aPedro Tercero cautivaban y que ella escondía, arrebolada de vergüenza, en lo mássecreto de su ropero, pensando en las explicaciones que tendría que dar si alguien lasdescubría. Esa mujer práctica y terrenal para todos los aspectos de la existencia,sublimó su pasión de infancia, viviéndola trágicamente. La alimentó de fantasías, la idealizó, la defendió con fiereza, la depuró de las verdades prosaicas y pudo convertirlaen un amor de novela.“
„Si pudiera permanecer inmóvil, sin hablar ni pensar, sin suplicar, llorar, recordar o esperar, si pudiera sumergirme en el silencio más completo, tal vez entonces podría oírte, hija.“
„Por fortuna no me enamoré del Zorro locamente, como le ocurre a la mayoría de las mujeres al conocerlo; siempre he mantenido la cabeza fría con respecto a él. Me di cuenta a tiempo de que nuestro héroe sólo es capaz de amar a aquellas que no le corresponden, y decidí ser una de ellas. Ha pretendido casarse conmigo cada vez que le falla una de sus novias o se queda viudo —eso ha ocurrido un par de veces—, y me he negado. Tal vez por eso sueña conmigo cuando come pesado. Si yo lo aceptara como marido, muy pronto se sentiría atrapado y yo tendría que morirme para dejarle libre, como hicieron sus dos esposas. Prefiero esperar nuestra vejez con paciencia de beduino. Sé que estaremos juntos cuando él sea un anciano de piernas enclenques y mala cabeza, cuando otros zorros más jóvenes le hayan reemplazado, y en el caso improbable de que alguna dama le abriera su balcón y él no fuera capaz de treparlo. ¡Entonces me vengaré de las penurias que el Zorro me ha hecho pasar!“
„A mí me falla el cristianismo a cada rato, Nuria. Será que soy vasco y bruto, como mi padre, que en paz descanse; digo yo que si hubiera nacido en Luxemburgo tal vez no estaría tan indignado.“
„Miller se había negado a recurrir a los programas de rehabilitación de adicciones del hospital militar, tal como había rechazado los servicios de un psicólogo especializado en síndromes postraumáticos y ella estuvo plenamente de acuerdo en que esos eran recursos de maricas, había otros métodos más cortos y eficaces. Le vació las botellas en el lavabo, le tiró las drogas al excusado, después lo obligó a desnudarse y se llevó toda su ropa, su computadora, su teléfono y su prótesis. Se despidió de él con una señal optimista de los pulgares hacia arriba y lo dejó encerrado con llave, cojo y en pelotas. Miller debió soportar en frío la tortura de los primeros días de abstinencia, tiritando, alucinando, enloquecido de náuseas, angustia y dolor. Intentó en vano echar abajo la puerta a puñetazos y anudar las sábanas para descender por la ventana, pero estaba en un décimo piso. Golpeó la pared que lo separaba del apartamento de Maggie hasta romperse los nudillos y tanto le castañetearon los dientes. que uno se le quebró. Al tercer día cayó extenuado.“
„mis raíces ya se habrían secado si no estuviesen nutridas por el rico magma del pasado, que en mi caso tiene un componente inevitable de imaginación. Tal vez no es sólo en mi caso, dicen que el proceso de recordar y de imaginar son casi idénticos en el cerebro.“
„No se amaba a sí mismo y tal vez por eso pensaba que no merecía el amor de los demás.“
„¿Cómo surgieron de pronto tantos delatores, colaboradores, torturadores y asesinos? Tal vez estuvieron siempre allí y no supimos verlos.“
„Tal vez la vejez es otro comienzo, tal vez se pueda volver al tiempo mágico de la infancia, ese tiempo anterior al pensamiento lineal y a los prejuicios, cuando percibía el universo con los sentidos exaltados de un demente y era libre para creer lo increíble y explorar mundos que después, en la época de la razón, desaparecieron.“
Anteriores
1
…
28
29
30
…
35
Siguientes