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„La conclusión está clara: llévale tus problemas a Jesús. No los lleves al bar. Jim Beam no puede solucionarlos. No te desquites con otros. Los arrebatos de ira nunca pueden defender una causa. Tan pronto percibas un problema, ya sea grande o pequeño, llévalo a Cristo.“
„Algunos presentan la lucha de los gobiernos de las regiones de la periferia como una lucha por la liberación nacional contra el desalmado centralismo del Poder Soviético. Pero eso es completamente falso. No hay en el mundo ningún Poder que haya permitido una descentralización tan amplia; no hay en el mundo ningún gobierno que haya dado a los pueblos una libertad nacional tan completa como el Poder Soviético en Rusia.“
„La existencia del capitalismo sin opresión nacional es tan inconcebible como la existencia del socialismo sin la emancipación de las naciones oprimidas, sin la libertad nacional.“
„Y no hablemos ya de ese principio socialista de la nacionalidad ensalzado por Bauer y que es, a juicio nuestro, la sustitución del principio socialista de la lucha de clases por un principio burgués, por el principio de la nacionalidad. Si la autonomía nacional arranca de un principio tan dudoso, necesario es reconocer que sólo puede inferir daño al movimiento obrero.“
„Algunos creen que el leninismo está, en general, en contra de las reformas, de los compromisos y de los acuerdos. Eso es completamente falso. Los bolcheviques saben tan bien como cualquiera que, en cierto sentido, del lobo, un pelo; es decir, que en ciertas condiciones las reformas, en general, y los compromisos y acuerdos, en particular, son necesarios y útiles.“
„No considero a la bomba atómica como una fuerza tan importante como ciertas personalidades piensan. La bomba atómica tiene por objeto atemorizar a los débiles, pero no puede decidir la suerte de una guerra. Ciertamente, la posesión monopolizadora de los secretos de la bomba atómica crea una amenaza, pero contra ella están dos cosas: primera, que la posesión absoluta del monopolio de la bomba atómica no puede durar mucho, y segunda, que su empleo quedará prohibido.“
„Nieva sobre Edimburgo el 16 de abril de 1874. Un frío gélido azota la ciudad. Los viejos especulan que podría tratarse del día más frío de la historia. Diríase que el sol ha desaparecido para siempre. El viento es cortante; los copos de nieve son más ligeros que el aire.¡Blanco! ¡Blanco! ¡Blanco!Explosión sorda. No se ve más que eso. Las casas parecen locomotoras de vapor, sus chimeneas desprenden un humo grisáceo que hace crepitar el cielo de acero. Las pequeñas callejuelas de Edimburgo se metamorfosean. Las fuentes se transforman en jarrones helados que sujetan ramilletes de hielo. El viejo río se ha disfrazado de lago de azúcar glaseado y se extiende hasta el mar. Las olas resuenan como cristales rotos. La escarcha cae cubriendo de lentejuelas a los gatos. Los árboles parecen grandes hadas que visten camisón blanco, estiran sus ramas, bostezan a la luna y observan cómo derrapan los coches de caballos sobre los adoquines. El frío es tan intenso que los pájaros se congelan en pleno vuelo antes de caer estrellados contra el suelo. El sonido que emiten al fallecer es dulce, a pesar de que se trata del ruido de la muerte. Es el día más frío de la historia. Y hoy es el día de mi nacimiento. […]Fuera nieva con auténtica ferocidad. La hiedra plateada trepa hasta esconderse bajo los tejados. Las rosas translúcidas se inclinan hacia las ventanas, sonrojando las avenidas, los gatos se transforman en gárgolas, con las garras afiladas. En el río, los peces se detienen con una mueca de sorpresa. Todo el mundo está encantado por la mano de un soplador de vidrio que congela la ciudad, expirando un frío que mordisquea las orejas. En escasos segundos, los pocos valientes que salen al exterior se encuentran paralizados, como si un dios cualquiera acabara de tomarles una foto. Los transeúntes, llevados por el impulso de su trote, se deslizan por el hielo a modo de baile. Son figuras hermosas, cada una en su estilo, ángeles retorcidos con bufandas suspendidas en el aire, bailarinas de caja de música en sus compases finales, perdiendo velocidad al ritmo de su ultimísimo suspiro.Por todas partes, paseantes congelados o en proceso de estarlo se quedan atrapados. Solo los relojes siguen haciendo batir el corazón de la ciudad como si nada ocurriera.“
„Jamás hubiera creído que es tan complicado mantener a nuestro lado a la persona que más queremos y deseamos en el mundo.“
„Instauramos unas reglas mágicas para esas partidas de ping-pong. El ganador podía hacer lo que quisiese con el cuerpo del otro, salvo besarlo en los labios. Sucedía que el que perdía era tan feliz como el que ganaba.“
„El recuerdo de ese beso sigue tan vívido que es como si lo estuvieseviviendo ahora mismo. Como si se regenerase a cada segundo.–Porque piensa en él todo el tiempo, es usted quien lo mantiene vivo.“
„Olvidar no es nada fácil, perdonar tampoco el corazón es frágil, tantísimo que el mio esta roto, tan bueno que parezco tonto, soy un imbécil noto que pronto solo te reconoceré en fotos“
„Creo que todas las novelas tratan del carácter y que es para expresar el carácter, no el sueño de doctrinas, el cantar canciones o el celebrar las glorias del Imperio Británico que la forma de la novela, tan rica, elástica y viva, va evolucionando.“
„Nada […] es tan celestial como resistir y ceder; ceder y resistir.“
„Afortunadamente, a los cuarenta y seis todavía me siento tan experimental y a punto de llegar a la verdad como siempre.“
„Fui de uno a otro, llevando en las manos mi dolor—no, no mi dolor sino la inaprehensible naturaleza de nuestro vivir— para que lo inspeccionaran. Algunos acuden a los sacerdotes, yo acudo a mis amigos y a mi propio corazón, y busco por entre frases y fragmentos algo que aún no esté quebrado, yo, para quien no hay belleza bastante en la luna o árbol, para quien el contacto de una persona con otra lo es todo, pero que ni siquiera esto puedo comprender, yo que soy tan imperfecto tan débil, tan indeciblemente solo. Ahí estaba.“
„y se vio a sí misma saliendo hacia la fiesta, y al pensar en este aspecto de la naturaleza humana, con su paciencia y su capacidad de sufrimiento y de encontrar satisfacción en placeres tan nimios, exiguos y sórdidos, se le llenaron los ojos de lágrimas.“
„Es tan duro de matar un fantasma como una realidad.“
„Qué absorbente es esta vida, misteriosa e infinitamente rica. Y en la gran plaza dondelos taxis corrían y giraban tan deprisa, había parejas paseando sin rumbo, demorándose,abrazándose, encogidos bajo la ducha de un árbol; eso sí que era emocionante; tansilenciosos, tan absortos, que uno pasaba de largo discreta y tímidamente, como si se tratasede alguna ceremonia sagrada que resultaría impío interrumpir.“
„El aspecto exterior de las cosas me impresiona profundamente. Incluso ahora no puedo evitar fijarme en las cornejas, volando contra el viento, que sopla fuerte, y todavía me pregunto instintivamente, ¿cuál es la frase adecuada para expresar esto?, y me esfuerzo en dar más y más vividez a la fuerza de la corriente de aire, y el temblor del ala de la corneja deslizándose, como si el aire fuera todo él riscos, ondulaciones y asperezas. Se alzan y descienden, suben y bajan, como si el ejercicio les diera fuerza y flexibilidad, igual que si fueran nadadores en aguas turbulentas. Pero cuan poco de aquello que tan vívidamente está en mis ojos puedo expresar con la pluma; y no sólo en mis ojos; también en mis fibras nerviosas, o en la membrana en abanico de mi especie.“
„Extraño; increíble; nunca había sido tan feliz. Nada parecía tener la suficiente lentitud; nada podía durar demasiado.“
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