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Relacionado con: té
„Solo en casa un día de invierno al atardecer. Eran las cinco o las cinco y media, en la calle ya hacía frío y estaba oscuro, la lluvia azotada por el viento arañaba las contraventanas de hierro, mis padres se habían ido a tomar un té a casa de Mala y Stashek Rodnitzky, en“
„Tomó un sorbo de té.Ah, las maravillas del mágico té. La respuesta a todos los pequeños problemas de la vida. Tenías un cotilleo y preparabas una taza de té, te despedían del trabajo y tomabas una taza de té, tu marido te decía que tenía un tumor cerebral y tomabas una taza de té…“
„Drogarse, es como tomar una taza de té“
„Ante un problema humano, los materialistas analizan la parte fácil, niegan la parte difícil y se van a casa a tomar el té.“
„La cabaña de una bruja es un objeto arquitectónico muy preciso. Exactamente no es que se la construya, sino que se va acumulando a lo largo de los años conforme se van uniendo las distintas áreas de reparación, como un calcetín hecho enteramente de remiendos. La chimenea se retuerce como un sacacorchos. El techo de paja y cañizo es tan viejo que pequeños pero robustos árboles crecen en él, todos los suelos hacen pendiente, y de noche cruje como un velero en una tormenta. Si al menos dos paredes no están apuntaladas con alguna que otra viga, entonces no es una auténtica cabaña de bruja, sino meramente el hogar de una vieja medio chocha que lee las hojas del té y habla con su gato.“
„Lo nunca dicho se disuelve en un té, como el infiel dice, nunca lo haré“
„Yo me hice socialista en el seminario porque el género de disciplina que allí reinaba me ponía fuera de mí. Ese seminario era un nido de espionaje y de embrollos. A las nueve de la noche se nos reunía para el té y, cuando volvíamos a nuestros dormitorios, nos encontrábamos con que todos los armarios y todos nuestros objetos habían sido «visitados». Y lo mismo que todos los días registraban nuestros papeles, diariamente escrutaban nuestros espíritus. No podía soportar más aquello. Todo eso me irritaba.“
„E ese é o derradeiro xuramento que hei poder dicir», pensou, » en canto poña pé en solo inglés. E nunca lle hei poder partir a cabeza a un home, nin dicirlle que minte coa boca pequena, nin sacar a espada e espetarlla no corpo, nin sentar cos meus iguais, levar unha coroa, saír en procesión ou sentenciar un home a morte, nin dirixir un exército, nin exhibirme en Whitehall a cabalo dun corcel de guerra, ou levar setenta e dúas medallas distintas no peito. O único que hei poder facer, en canto poña pé en solo inglés, é servir o té e preguntarlle aos meus señores como o prefiren. Quérelle azucre? Quérelle crema?“
„oír el fragor de la luna apoyando contra su oreja la palma de una pequeña mano un poco húmeda por el amor o por una taza de té.“
„«Con tan poca cosa puede un hombre ser feliz», pensó. «Ni siquiera un beso. Con tan poco. La taza de té preparada con su mínima liturgia, un insecto dormido sobre un libro, un perfume viejo. Sí, casi la nada…»“
„Un cronopio va a abrir la puerta de la calle, y al meter la mano en el bolsillo para sacar la llave lo que saca es una caja de fósforos, entonces este cronopio se aflige mucho y empieza a pensar que si en vez de llave encuentra fósforos, sería horrible que el mundo se hubiera desplazado de golpe, y a lo mejor si los fósforos están donde la llave, puede suceder que encuentre la billetera llena de fósforos, y la azucarera llena de dinero, y el piano lleno de azúcar, y la guía del teléfono llena de música, y el ropero lleno de abonados, y la cama llena de trajes, y los floreros llenos de sábanas, y los tranvías llenos de rosas, y los campos llenos de tranvías. Así que este cronopio se aflige horriblemente y corre a mirarse al espejo, pero como el espejo está algo ladeado lo que ve es el paragüero del zaguán, y sus presunciones se confirman y estalla en sollozos, cae de rodillas y junta sus manecitas no sabe para qué. Los famas vecinos acuden a consolarlo, y también las esperanzas, pero pasan horas antes de que el cronopio salga de su desesperación y acepte una taza de té, que mira y examina mucho antes de beber, no vaya a ser que en vez de una taza de té sea un hormiguero o un libro de Samuel Smiles.“
„Perdón por las manchas de esta página. Son de té con limón, o de naranja. Puede que un día tenga dos mesas, una para comer y otra para escribir.“