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temblor
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„De repente, las rodillas de Georgie empezaron a temblar. A temblar de verdad. Un temblor de terremoto, sólo que aquel terremoto se estaba produciendo en su interior.Se había enamorado de él.“
„¿Aciertan a comprenderlo? Él no era para mí más que una palabra. Y detrás de aquella palabra yo no veía a ningún hombre, no más de lo que ustedes pueden verlo. Porque, ¿pueden verlo? ¿Imaginan la historia que les estoy contando? ¿Ven algo? Tengo la impresión de que no les estoy contando más que un sueño, de que me empeño en vano; porque la narración de un sueño no puede transmitir esa sensación propia únicamente de los sueños, esa combinación de absurdo, de sorpresa y perplejidad, en medio de un temblor, de una pugna frenética, esa idea de verse atrapado en lo inconcebible que es la esencia misma de los sueños… […] No, es imposible, es imposible transmitir la sensación de vida que en cada época de nuestra existencia experimentamos, eso que le confiere su verdad, su significado, su sutil y penetrante esencia. Es imposible. Vivimos igual que soñamos: solos.“
„¡Si el tiempo retomara, el tiempo que ya fue…!—¡El Hombre está acabado, se acabó su teatro!Y un día, a plena luz, harto de romper ídolos,libre renacerá, libre de tantos dioses,buceando en los cielos, pues pertenece al cielo.¡El Ideal, eterno pensamiento invencible,ese dios que se agita en la camal arcilla,subirá, subirá, y arderá en su cabeza!Y, cuando lo sorprendas mirando el horizonte,libre de viejos yugos que desprecia sin miedos,vendrás a concederle la santa Redención[91]—Espléndida, radiante, del seno de los maresnacerás, derramando por el vasto Universoel Amor infinito en su infinita risa:el Mundo vibrará como una lira inmensaen el temblor sin límites de un beso repetido.—El Mundo está sediento de Amor: aplácalo.“
„Temblor de cristales: escalofrío de la casa.“
„Cuéntame, Jimmy —dice. El temblor de las manos aumenta—. ¿Dónde has estado todo este tiempo? —Su voz es angustiada pero dulce—. ¿Dónde has estado?Tengo algo atascado en la garganta. Son las palabras.Finalmente las reconozco y digo:—He estado buscándote.“
„El temor que nos sobrecoge es un temblor sagrado. Un hombre ama a una mujer y la besa: de ese beso nace el mundo.“
„Se habla mucho de la torre Latinoamericana poniéndola de ejemplo. No se cayó, pero se inclinó después de los dos sismos. Vi la torre despegada de la banqueta; haga de cuenta que le metieron un cuchillo para sacarla como rebanada de pastel. Aguantó los dos temblores, pero ¿aguantará el siguiente? La población ¿aguantará el siguiente terremoto? ¿Qué medidas se están tomando para protegerla? ¿Qué tipos de evacuación? ¿Qué tipos de albergue? ¿Irán a formarse brigadas de rescate permanentes o seguiremos siendo un país de improvisados? Pregunto: ¿cómo y de qué o con qué van a vivir los damnificados? ¿Va a haber una descentralización? ¿Vamos a crear otros Mexiquitos Distritofederalitos? Ahora mismo en la ciudad de México vivimos en una zona minada, encima del mayor peligro; el nuestro es un pánico controlado pero latente. (James Kelleghan)“
„El aspecto exterior de las cosas me impresiona profundamente. Incluso ahora no puedo evitar fijarme en las cornejas, volando contra el viento, que sopla fuerte, y todavía me pregunto instintivamente, ¿cuál es la frase adecuada para expresar esto?, y me esfuerzo en dar más y más vividez a la fuerza de la corriente de aire, y el temblor del ala de la corneja deslizándose, como si el aire fuera todo él riscos, ondulaciones y asperezas. Se alzan y descienden, suben y bajan, como si el ejercicio les diera fuerza y flexibilidad, igual que si fueran nadadores en aguas turbulentas. Pero cuan poco de aquello que tan vívidamente está en mis ojos puedo expresar con la pluma; y no sólo en mis ojos; también en mis fibras nerviosas, o en la membrana en abanico de mi especie.“
„Soy el tallo. Mis raíces descienden hasta las profundidades del mundo, a través de tierras secas, de roca, a través de húmedas tierras, de vetas de plomo y de plata. Soy todo fibra. Todos los temblores me estremecen, y el peso de la tierra oprime mis costillares. Aquì, mis ojos son hojas verdes que no ven.“
„SAUDADESAUDADE…-Que será… yo no sé… lo he buscadoen unos diccionarios empolvados y antiguosy en otros libros que no han dado el significadode esta dulce palabra de perfiles ambiguos.Dicen que azules son las montañas como ella,que en ella se obscurecen los amores lejanos,y un nobre y buen amigo mío(y de las estrellas)la nombra en un temblor de trenzas y de manos.Y hoy en Eça de Queiroz sin mirar la adivino,su secreto se evade, su dulzura me obsedecomo una mariposa de cuerpo extraño y finosiempre lejos – tan lejos! – de mis tranquilas redes.Saudade… Oiga, vencido, sabe el significadode esta palabra blanca que como un pez se evade?No… Y me tiembla en la boca su temblor delicado…Saudade…“
„Era ese llanto que sobreviene cuando uno se siente opacamente desgraciado. Cuando alguien se siente brillantemente desgraciado, entonces sí vale la pena llorar con acompañamiento de temblores, convulsiones, y, sobre todo, con público. Pero cuando, además de desgraciado, uno se siente opaco, cuando no queda sitio para la rebeldía, el sacrificio o la heroicidad, entonces hay que llorar sin ruido, porque nadie puede ayudar y porque uno tiene conciencia de que eso pasa y al final se retoma el equilibrio, la normalidad.“
„Vio en los párpados del marido el destello de una lágrima, y un temblor le subió de las entrañas. Esta vez no era la muerte sino la certidumbre ineludible de lo que tarde o temprano tenía que suceder. No se equivocó. El marqués se levantó de la hamaca con sus últimas fuerzas, se derrumbó frente a ella y se soltó en un llanto áspero de viejo inservible. Bernarda capituló por el fuego de las lágrimas de hombre que se escurrieron por sus ingles a través de la seda. Confesó, con todo lo que odiaba a Sierva María, que era un alivio saber que estaba viva.’Siempre he entendido todo, menos la muerte’, dijo.“
„Se puede partir de cualquier cosa, una caja de fósforos,un golpe de viento en el tejado, el estudio número 3 deScriabin, un grito allá abajo en la calle, esa foto delNewsweek, el cuento del gato con botas,el riesgo está en eso, en que se puede partir de cualquiercosa pero después hay que llegar, no se sabe bien a quépero llegar,llegar no se sabe bien a qué, y el riesgo está en que enuna hora final descubras que caminaste volaste corristereptaste quisiste esperaste luchaste y entonces, entretus manos tendidas en el esfuerzo último, un premio literarioo una mujer biliosa o un hombre lleno de departamentos yde caspaen vez del pez, en vez del pájaro, en vez de una respuestacon fragancia de helechos mojados, pelo crespo de unniño, hocico de cachorro o simplemente un sentimientode reunión, de amigos en torno al fuego, de un tango quesin énfasis resume la suma de los actos, la pobre hermosasaga de ser hombre.No hay discurso del método, hermano, todos los mapasmienten salvo el del corazón, pero dónde está el norte eneste corazón vuelto a los rumbos de la vida, dónde el oeste,dónde el sur. Dónde está el sur en este corazón golpeado porla muerte, debatiéndose entre perros de uniforme yhorarios de oficina, entre amores de interregno y duelosdespedidos por tarjeta,dónde está la autopista que lleve a un Katmandú sincáñamo, a un Shangri-La sin pactos de renuncia, dóndeestá el sur libre de hienas, el viento de la costa sincenizas de uranio,de nada te valdrá mirar en torno, no hay dónde ahíafuera, apenas esos dóndes que te inventan con plexiglásy Guía Azul. El dónde es un pez secreto, el dónde es esoque en plena noche te sume en la maraña turbia de laspesadillas donde (donde del dónde) acaso un amigo muertoo una mujer perdida al otro lado de canales y de nieblaste inducen lentamente a la peor de las abominaciones, a latraición o a la renuncia, y cuando brotas de ese pantanoviscoso con un grito que te tira de este lado, el dóndeestaba ahí, había estado ahí en su contrapartida absolutapara mostrarte el camino, para orientar esa mano queahora solamente buscará un vaso de agua y un calmante,porque el dónde está aquí y el sur es esto, el mapa conlas rutas en ese temblor de náusea que te sube hasta lagarganta, mapa del corazón tan pocas veces escuchado,punto de partida que es llegada.Y en la vigilia está también el sur del corazón, agobiadode teléfonos y primeras planas, encharcado en lo cotidiano.Quisieras irte, quisieras correr, sabes que se puedepartir de cualquier cosa, de una caja de fósforos, de ungolpe de viento en el tejado, del estudio número 3 deScriabin, para llegar no sabes bien a qué pero llegar.“
„Aún notaba el temblor de su corazón, como un pájaro enjaulado batiendo las alas contra mi pecho.“