Juegos
Todos los emojis
Citas
Blog
Página de inicio
»
término
»
Página 10
Relacionado con: término
„Escribir un libro es un poco como disparar un «ICBM»…, sólo que viaja a través del tiempo en vez de hacerlo por el espacio. El tiempo del libro que los personajes emplean en vivir la historia y el tiempo real que el novelista invierte escribiéndolo. Hacer que una novela termine exactamente del modo que uno pensó que terminaría al comenzarla, sería como lanzar un misil Titán para que recorriese la mitad del mundo disparando su carga a través de una cesta de baloncesto.“
„La escuela secundaria no es un lugar muy importante. Cuando uno está asistiendo a ella se imagina que es una gran cosa, pero, cuando termina, nadie cree que haya sido tan formidable a no ser que tenga algunas cervezas de más en el cuerpo.“
„La energía que uno derrocha siendo niño, la energía que uno cree inagotable, se escapa entre los dieciocho y los veintidós años reemplazada por algo mucho menos brillante, tan falso como la exaltación de la cocaína: decisión, metas, cualquiera de los términos que propone la Cámara de Comercio. No era nada notable porque no aparecía de un momento al otro, con un estallido. Y eso es lo que daba miedo, pensó Richie. El hecho de que uno no deja súbitamente de ser niño. El chico que llevábamos dentro se escurre poco a poco, tal como el aire de un neumático pinchado. Y un día, al mirarnos al espejo, nos encontramos con la imagen de un adulto. Uno podía seguir llevando vaqueros y asistiendo a los conciertos de rock; uno podía teñirse el pelo, pero la cara del espejo seguía siendo cara de adulto. Tal vez todo ocurría mientras dormíamos, como la visita de los ratones que se llevaban los dientes de leche.«No -piensa-, los dientes no: los años.»“
„La inteligencia humana terminó por imponerse al instinto asesino, y la razón sofocó los impulsos más dementes de los hombres.“
„El amor debe ser como un beso al atardecer…, como el último beso, el auténtico, el verdadero, al término de las historias románticas de la colección Arlequín… ¡El amor debe ser como un aroma de rosas a la hr del crepúsculo!“
„Cuando estaba escribiéndola (I’m Not Okay) recordaba que era tener 16 años en la secundaria. Siempre deseé ser artista, así que era el chico solitario que siempre se emborrachaba. Solo tenía un buen amigo. Había una chica que me gustaba mucho y terminó sacándose fotos de muy mala calaña con su novio. Eso realmente me aplastó y terminé nadando en un pozo de desesperación, celos y alcohol“
„De la Libertad absoluta se desciende siempre al poder absoluto, y el medio entre éstos dos términos es la Suprema Libertad Social.“
„La continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los gobiernos democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía. Un justo celo es la garantía de la libertad republicana, y nuestros ciudadanos deben temer con sobrada justicia que el mismo magistrado, que los ha mandado mucho tiempo, los mande perpetuamente.“
„Quiero que siempre mantengas la cabeza alta y sigas tus sueños a donde te lleven. Ni siquiera escuches a la gente que te lastima o te hace llorar. Escucha a tu corazón y serás mejor que ellos. Nadie consigue salir adelante lastimando a otros. La única paz real que cualquiera puede tener es laúnica que viene sin eso. Vive tu vida en tus propios términos y haz de ella una vida feliz. Siempre. Eso es lo que importa. Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu permiso. No se lo permitas. Date cuenta que son sus propias inseguridades las que hacen que te ataquen a ti y a otros. Son tan infelices consigo mismos que la única manera en la que pueden sentirse mejor es haciendo a todo el mundo tan infeliz como lo son ellos.“
„«Eramos dos navíos mal iluminados en la noche…» —cité.—… «que pasaban al lado sin verse el uno al otro» —terminó Denna.—La caída de Felward —dije con algo que rayaba el respeto—. No hay mucha gente que conozca esa obra.—Yo no soy mucha gente —replicó ella.—No lo olvidaré. —Incliné la cabeza con exagerada deferencia, y Denna dio un bufido burlón. […]“
„Si lo pensáis en términos musicales, es más fácil entenderlo. A veces un hombre disfruta oyendo una sinfonía. Otras le apetece más una giga. Con el amor pasa lo mismo. Cierto tipo de amor resulta adecuado para los mullidos almohadones de un claro crepuscular. Otro resulta natural en el desorden de las sábanas de una cama estrecha en el último piso de una posada. Cada mujer es como un instrumento, y espera que la entiendan, la amen y la toquen con delicadeza, para por fin hacer sonar su verdadera música.Habrá quien se ofenda con esta manera de ver las cosas, si no entiende cómo concibe la música un artista. Habrá quien piense que degrado a las mujeres. Habrá quien me considere insensible, grosero o zafio.Pero esos no entienden el amor, ni la música, ni me entienden a mí.“
„No hay ninguna buena historia que no contenga nada de verdad […]. Supongo que aquí hay tanta verdad como en cualquier otro sitio. Es una lástima, al mundo le vendría bien un poco menos de verdad y un poco más de…― No terminé la frase, porque no sabía de qué quería más.“
„La vida solo es valiosa porque termina, niño. Te lo dice un dios, vosotros losmortales no sabéis la suerte que tenéis.“
„Ese año cambiaron muchas cosas en su vida. Terminó el colegio y decidió estudiar filosofía, para darse el gusto, y música, para llevar la contra a su abuelo, que consideraba el arte como una forma de perder el tiempo y predicaba incansablemente las ventajas de las profesiones liberales o científicas.“
„Blanca, en cambio, se había acostumbrado a vivir sola. Terminó por encontrar pazen sus quehaceres de la gran casa, en su taller de cerámica y en sus Nacimientos deanimales inventados, donde lo único que correspondía a las leyes de la biología era laSagrada Familia perdida en una multitud de monstruos. El único hombre de su vida eraPedro Tercero, pues tenía vocación para un solo amor. La fuerza de eseinconmovible sentimiento la salvó de la mediocridad y de la tristeza de su destino.Permanecía fiel aun en los momentos en que él se perdía detrás de algunas ninfas depelo lacio y huesos largos, sin amarlo menos por ello. Al principio creía morir cada vezque se alejaba, pero pronto se dio cuenta de que sus ausencias duraban lo que unsuspiro y que invariablemente regresaba más enamorado y más dulce. Blanca preferíaesos encuentros furtivos con su amante en hoteles de cita, a la rutina de una vida encomún, al cansancio de un matrimonio y a la pesadumbre de envejecer juntoscompartiendo las penurias de fin de mes, el mal olor en la boca al despertar, el tediode los domingos y los achaques de la edad. Era una romántica incurable. Alguna veztuvo la tentación de tomar su maleta de payaso y lo que quedaba de las joyas delcalcetín, e irse con su hija a vivir con él, pero siempre se acobardaba. Tal vez temíaque ese grandioso amor, que había resistido tantas pruebas, no pudiera sobrevivir a lamás terrible de todas: la convivencia. Alba estaba creciendo muy rápido y comprendíaque no le iba a durar mucho el buen pretexto de velar por su hija para postergar lasexigencias de su amante, pero prefería siempre dejar la decisión para más adelante.En realidad, tanto como temía la rutina, la horrorizaba el estilo de vida de PedroTercero, su modesta casita de tablas y calaminas en una población obrera, entrecientos de otras tan pobres como la suya, con piso de tierra apisonada, sin agua y conun solo bombillo colgando del techo. Por ella, él salió de la población y se mudó a undepartamento en el centro, ascendiendo así, sin proponérselo, a una clase media a lacual nunca tuvo aspiración de pertenecer. Pero tampoco eso fue suficiente para Blanca.El departamento le pareció sórdido, oscuro, estrecho y el edificio promiscuo. Decía queno podía permitir que Alba creciera allí, jugando con otros niños en la calle y en lasescaleras, educándose en una escuela pública. Así se le pasó la juventud y entró en lamadurez, resignada a que los únicos momentos de placer eran cuando salíadisimuladamente con su mejor ropa, su perfume y las enaguas de mujerzuela que aPedro Tercero cautivaban y que ella escondía, arrebolada de vergüenza, en lo mássecreto de su ropero, pensando en las explicaciones que tendría que dar si alguien lasdescubría. Esa mujer práctica y terrenal para todos los aspectos de la existencia,sublimó su pasión de infancia, viviéndola trágicamente. La alimentó de fantasías, la idealizó, la defendió con fiereza, la depuró de las verdades prosaicas y pudo convertirlaen un amor de novela.“
„Creyeron que los militares iban a «limpiar» el país. «Se terminó la delincuencia, no hay muros pintarrajeados con graffiti, todo está limpio y gracias al toque de queda los maridos llegan temprano a la casa», me dijo una amiga.“
„abandonó la idea de ser su dueño absoluto, como pretendió en la juventud, y sólo entonces pudo abrazarla en términos de igualdad.“
„¿Qué nos pasó? Tal vez estamos en el mundo para buscar el amor, encontrarlo y perderlo, una y otra vez. Con cada amor volvemos a nacer, y con cada amor que termina se nos abre una herida… Estoy llena de cicatrices.“
„La amistad comienza donde termina o cuando concluye el interés.“
„Toda satisfacción, o lo que por lo común llamamos dicha, es propia y esencialmente algo siempre negativo y nunca positivo. No se trata de una felicidad genuina que venga a nosotros por sí misma, sino que ha de ser siempre la satisfacción de un deseo. Pues el deseo, es decir, la carencia, es la condición previa a cualquier placer. Ahora bien, con la satisfacción se termina el deseo y, en consecuencia, también el placer. De ahí que la satisfacción o la felicidad nunca puedan ser más que la liberación de un dolor, de una necesidad: así hay que entender no solo el sufrimiento real y evidente, sino también cada deseo cuya inoportunidad perturba nuestra calma, e incluso el tedio mortal que convierte en una carga nuestra existencia.“
Anteriores
1
…
9
10
11
12
Siguientes