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tibia
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„La vida es una bufonada: esa disposición misteriosa de implacable lógica para un objetivo vano. Lo más que se puede esperar de ella es un cierto conocimiento de uno mismo, que llega demasiado tarde, y una cosecha de remordimientos inextinguibles. Yo he luchado a brazo partido con la muerte. Es la disputa menos emocionante que podáis imaginar. Tiene lugar en una indiferencia impalpable, sin nada bajo los pies, sin nada alrededor, sin espectadores, sin clamor, sin gloria, sin el gran deseo de la victoria, sin el gran miedo de la derrota, en una atmósfera enfermiza de tibio escepticismo, sin demasiada fe en tu propio derecho, y todavía menos en el del adversario. Si tal es la forma de sabiduría última, entonces la vida es un enigma mayor de lo que la mayoría de nosotros cree.“
„Pienso cuando maduraban los limones. En el viento de febrero que rompía los tallos de los helechos, antes que el abandono los secara; los limones maduros que llenaban con su olor el viejo patio.El viento bajaba de las montañas en las mañanas de febrero. Y las nubes se quedaban allá arriba en espera de que el tiempo bueno las hiciera bajar al valle; mientras tanto dejaban vacío el cielo azul, dejaban que la luz cayera en el juego del viento haciendo círculos sobre la tierra, removiendo el polvo y batiendo las ramas de los naranjos.Y los gorriones reían; picoteaban las hojas que el aire hacía caer, y reían; dejaban sus plumas entre las espinas de las ramas y perseguían a las mariposas y reían. Era esa época.En febrero, cuando las mañanas estaban llenas de viento, de gorriones y de luz azul. Me acuerdo.Mi madre murió entonces.Que yo debía haber gritado: que mis manos tenían que haberse hecho pedazos estrujando su desesperación. Así hubieras tú querido que fuera. ¿Pero acaso no era alegre aquella mañana? Por la puerta abierta entraba el aire, quebrando las guías de la yedra. En mis piernas comenzaba a crecer el vello entre las venas, y mis manos temblaban tibias al tocar mis senos. Los gorriones jugaban. En las lomas se mecían las espigas. Me dio lástima que ella ya no volviera a ver el juego del viento en los jazmines; que cerrara sus ojos a la luz de los días. ¿Pero por qué iba a llorar?“
„Que dormía, acurrucada, metiéndose dentro de él, perdida en la nada al sentir que se quebraba su carne, que se abría como un surco abierto por un clavo ardoroso, luego tibio, luego dulce dando golpes duros contra su carne blanda; sumiéndose más, hasta el gemido.“
„BesosHay besos que pronuncian por sí solosla sentencia de amor condenatoria,hay besos que se dan con la miradahay besos que se dan con la memoria.Hay besos silenciosos, besos nobleshay besos enigmáticos, sinceroshay besos que se dan sólo las almashay besos por prohibidos, verdaderos.Hay besos que calcinan y que hieren,hay besos que arrebatan los sentidos,hay besos misteriosos que han dejadomil sueños errantes y perdidos.Hay besos problemáticos que encierranuna clave que nadie ha descifrado,hay besos que engendran la tragediacuantas rosas en broche han deshojado.Hay besos perfumados, besos tibiosque palpitan en íntimos anhelos,hay besos que en los labios dejan huellascomo un campo de sol entre dos hielos.Hay besos que parecen azucenaspor sublimes, ingenuos y por puros,hay besos traicioneros y cobardes,hay besos maldecidos y perjuros.Judas besa a Jesús y deja impresaen su rostro de Dios, la felonía,mientras la Magdalena con sus besosfortifica piadosa su agonía.Desde entonces en los besos palpitael amor, la traición y los dolores,en las bodas humanas se parecena la brisa que juega con las flores.Hay besos que producen desvaríosde amorosa pasión ardiente y loca,tú los conoces bien son besos míosinventados por mí, para tu boca.Besos de llama que en rastro impresollevan los surcos de un amor vedado,besos de tempestad, salvajes besosque solo nuestros labios han probado.¿Te acuerdas del primero…? Indefinible;cubrió tu faz de cárdenos sonrojosy en los espasmos de emoción terrible,llenáronse de lágrimas tus ojos.¿Te acuerdas que una tarde en loco excesote vi celoso imaginando agravios,te suspendí en mis brazos… vibró un beso,y qué viste después…? Sangre en mis labios.Yo te enseñé a besar: los besos fríosson de impasible corazón de roca,yo te enseñé a besar con besos míosinventados por mí, para tu boca.Este maravilloso poema de Gabriela Mistral, nos describe de una manera muy simple y sentida, una de las grandes expresiones de amor o quizas las principal. Me he tomado el trabajo de narrarlo, asumiendo el riesgo de no ser capaz de transmitir la verdadera intensidad o altura que tienen las palabras de esta destacada artista de las letras.Lucila de María Godoy Alcayaga, conocida como Gabriela Mistral. Nacida en Vicuña, Chile el 7 de abril de 1889 y fallecida Nueva York, el 10 de enero de 1957, Poetisa, diplomática, y pedagoga. Gabriela Mistral, una de las principales figuras de la literatura chilena y latinoamericana, fue la primera persona de América Latina en ganar el Premio Nobel de Literatura,2 que recibió en 1945.“
„El Amor tiene dos caras y una de ellas es tremenda, tan grande es su semejanza, a los ojos de los tímidos y de los tibios, con la del odio.“
„Quien ama verdaderamente no puede amar lo contrario y lo opuesto de aquello que ama, y ésta es la razón por la cual aquellos que fueron, en un determinado momento de la vida, los más grandes enemigos de Cristo, conviértense, tocados por la Gracia Divina, en sus más ardientes y fogosos defensores. El Amor y el odio están estrechamente unidos entre sí y quien quiera suprimir la cólera suprima al mismo tiempo la caridad. Quienes son incapaces de enardecerse por la ira también lo serán respecto del amor: son los eternos tibios que la boca de Dios, conforme está escrito en el Apocalipsis, vomitará.“
„Entre el día y el sueño estoy en casadonde duermen los niños, tibios de correríasy los viejos se sientan por la tarde,y arden hogares y su espacio alumbran.Entre el día y el sueño estoy en casadonde suenan campanas de oracióny muchachas, cohibidas por ecos que se extinguen,se apoyan fatigadas en el brocal del pozo.Y hay un tilo, que es mi árbol predilecto:y todos los veranos que en él callanse vuelven a mover en las mil ramasy entre el día y el sueño vuelven a despertar.“
„No sé si usted ha sufrido una impresión semejante; pero cuando ella me extendió la mano y nos miramos, sentí que por ese contacto tibio, la espléndida belleza de aquellos ojos sombríos y de aquel cuerpo mudo, se infiltraba en una caliente onda en todo mi ser.“
„Está oscuro. Oigo el bosque, el silencio: los conozco bien. Pero ningún sonido vivo; ni siquiera a él. Era como si la oscuridad lo sacara de su integridad convirtiéndose en una dispersión inconexa de elementos: mucosidades y pataleos, olor a carne tibia y pelo apestando a amoniaco; una ilusión de un conjunto coordinado de piel con manchas y huesos poderosos dentro de la cual, disperso y secreto y familiar, hay un ser diferente de mi ser. Le veo disolverse ―las patas, un ojo muy abierto, manchas alegres como llamas frías― y flotar en la oscuridad en solución que se desvanece; todo uno y sin embargo ninguno; todos los dos pero ninguno. Veo con el oído que se enrosca hacia él, le acaricia, le da su forma definitiva: cernejas, lomo, brazuelo y cabeza. Olor y sonido. No estoy asustado.“
„Evocaba el sol, la luz blanca que bañaba todo el año las calles de la ciudad y las conservaba tibias, acogedoras, la excitación de los domingos, los paseos a Eten, la arena amarilla que abrasaba, el purísimo cielo azul. Levantaba la vista: nubes grises por todos partes, ni un punto claro. Regresaba a su casa, caminando despacio, arrastrando los pies como viejo.“
„Todo lo que veo es deseo venganza y trampa en la nación donde acampa la corrupción y el hampa, una estampa de desidia de conformismo y envidia la tibia fragilidad con la que lidian mis familias.“
„Debemos reservarnos una trastienda del todo nuestra, del todo libre, donde fijar nuestra verdadera libertad y nuestro principal retiro y soledad. En ella debemos mantener nuestra habitual conversación con nosotros mismos, y tan privada que no tenga cabida ninguna relación o comunicación con cosa ajena; discurrir y reír como si no tuviésemos mujer, hijos ni bienes, ni séquito ni criados, para que, cuando llegue la hora de perderlos, no nos resulte nuevo arreglárnoslas sin ellos. Poseemos un alma que puede replegarse en sí misma; puede hacerse compañía, tiene con qué atacar y con qué defender, con qué recibir y con qué dar. No temamos, en esta soledad, pudrirnos en el tedio del ocio: In solis sis tibi turba locis. [En estas soledades, sé una multitud para ti mismo]. La virtud se contenta consigo misma: sin enseñanzas, sin palabras, sin obras.“
„Vivir, en eso no hay felicidad alguna. Vivir: llevar por el mundo a su dolorido yo. Pero ser, ser es felicidad. Ser: convertirse en fuente, en recipiente de piedra sobre el que cae el universo como una lluvia tibia.“
„Porque cada época de un largo amorcada capítulo de una consecuente parejaes una región con sus propios árboles y ecossus propios descampados sus tibias contraseñas.“
„Preferí que la oscuridad fuera realmente impenetrable, a prueba de toda rendija iluminada, con tal de que sus estremecimientos de vergüenza, de miedo, qué sé yo, se cambiaran paulatinamente, en otros estremecimientos, más tibios, más normales, más propios de la entrega“
„Yo creo que está alzada la bandera. Ahora vamos a defenderla alegremente, poéticamente. Porque hay algunos que frente a la marcha de la revolución creen que para aunar voluntades conviene ofrecer las soluciones más tibias; creen que se debe ocultar en la propaganda todo lo que pueda despertar una emoción o señalar una actitud enérgica y extrema. ¡Qué equivocación! A los pueblos no los han movido nunca más que los poetas, y ¡ay del que no sepa levantar, frente a la poesía que destruye, la poesía que promete!“
„Al salir del velorio había movido una taza vacía frente a mí. Había dicho: «He leído su suerte en el café». Yo iba hacia la puerta, entre las otras muchachas y oía la voz de él, honda, convincente, apacible: «Cuente siete estrellas y soñará conmigo». Al pasar junto a la puerta vimos al niño de Paloquemado en la cajita, la cara cubierta con polvos de arroz, una rosa en la boca y los ojos abiertos con palillos. Febrero nos mandaba tibias bocanadas de su muerte y en el cuarto flotaba el vaho de los jazmines y las violetas tostadas por el calor. Pero en el silencio del muerto, la otra voz era constante y única: «Recuérdelo bien. Nada más que siete estrellas».“
„Y hoy por fin la inmensidad fue el bien. Y hoy por fin la inmensidad fue tibia y fugaz como el sol.“
„y los gatos, siempre inevitablemente los minouche morrongos miaumiau kitten kat chat cat gatto grises y blancos y negros y de albañal, dueños del tiempo y de las baldosas tibias, invariables amigos de la Maga que sabía hacerles cosquillas en la barriga y les hablaba un lenguaje entre tonto y misterioso, con citas a plazo fijo, consejos y advertencias.“
„labios que se abrían para que él le tocara las encías, entrara y recorriera cada repliegue tibio donde se olía un poco el coñac y el tabaco.“
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