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„Toda la propaganda de guerra, todos los gritos y mentiras y odio, provienen invariablemente de gente que no está luchando.“
„Era uno de esos ensueños que, a pesar de utilizar toda la escenografía onírica habitual, son una continuación de nuestra vida intelectual y en los que nos damos cuenta de hechos e ideas que siguen teniendo un valor después del despertar.“
„La Lotería, con su reparto semanal de enormes premios, era el único acontecimiento público al que los proles prestaban verdadera atención. Era probable que hubiese millones de proles para quienes la Lotería fuese la razón principal, si no la única, para seguir con vida. Era su deleite, su locura, su analgésico, su estimulante intelectual. En lo que se refería a la Lotería, hasta quienes apenas sabían leer y escribir eran capaces de llevar a cabo intrincados cálculos y sorprendentes logros memorísticos. Había toda una tribu de individuos que se ganaban la vida vendiendo sistemas, predicciones y amuletos de la suerte. Winston no tenía nada que ver con la Lotería, que se gestionaba desde el Ministerio de la Abundancia, pero sabía (como cualquier otro miembro del Partido) que los premios eran casi todos imaginarios. Solo se pagaban pequeñas sumas y los ganadores de los premios gordos en realidad no existían. En ausencia de verdadera comunicación entre una parte de Oceanía y otra, no resultaba difícil amañarlo.“
„No me gusta toda la atención. Creo que es mejor dejar que mi trabajo hable por mí.“
„En la ley ha de consistir toda la teoría y en el juicio toda la práctica.“
„Usted me mira asombrado, claro, veía a un hombre raro, quizá, pero no se daba cuenta de que toda esa rareza derivaba de la angustia que yo llevaba escondida en mí.“
„Sobre esta tierra quién tendrá piedad de nosotros. Míseros, no tenemos un Dios ante quien postrarnos y toda nuestra pobre vida llora.“
„¿Quiénes van a hacer la revolución social, sino los estafadores, los desdichados, los asesinos, los fraudulentos, toda la canalla que sufre abajo sin esperanza alguna? ¿O te crees que la revolución la van a hacer los cagatintas y los tenderos?“
„Lo que yo quiero, es ser admirado de los demás, elogiado de los demás […]. Pero esta vida mediocre… ser olvidado cuando muera, eso sí que es horrible […] sin embargo, algún día me moriré, y los trenes seguirán caminando, y la gente irá al teatro como siempre, y yo estaré muerto, bien muerto… muerto para toda la vida.“
„Cuando usted se enfrente a obstáculos de tamaño gigante en su propia vida—desengaños, reveses, cosas que no funcionan—, no se desaliente, pues esa adversidad podría ser precisamente lo que Dios utilizará para ascenderle. Eso podría ser donde usted vea a Dios acelerar el tiempo, y logrará algo que debería haberle tomado toda la vida. Al“
„Se dice que hay varias maneras de mentir; pero la más repugnante de todas es decir la verdad, toda la verdad, ocultando el alma de los hechos. Porque los hechos son siempre vacíos, son recipientes que tomarán la forma del sentimiento que los llene“
„Cuando volví a verlo, cuando iniciamos esta segunda amistad que espero no terminará ya nunca, dejé de pensar en toda forma de ataque. Quedó resuelto que no le hablaría jamás de Inés ni del pasado y que, en silencio, yo mantendría todo aquello viviente dentro de mí. Nada más que esto hago, casi todas las tardes, frente a Roberto y las caras familiares del café. Mi odio se conservará cálido y nuevo mientras pueda seguir viviendo y escuchando a Roberto; nadie sabe de mi venganza, pero la vivo, gozosa y enfurecida, un día y otro. Hablo con él, sonrío, fumo, tomo café. Todo el tiempo pensando en Bob, en su pureza, su fe, en la audacia de sus pasados sueños. Pensando en el Bob que amaba la música, en el Bob que planeaba ennoblecer la vida de los hombres construyendo una ciudad de enceguecedora belleza para cinco millones de habitantes, a lo largo de la costa del río; el Bob que no podía mentir nunca; el Bob que proclamaba la lucha de los jóvenes contra los viejos, el Bob dueño del futuro y del mundo. Pensando minucioso y plácido en todo eso frente al hombre de dedos sucios de tabaco llamado Roberto, que lleva una vida grotesca, trabajando en cualquier hedionda oficina, casado con una mujer a quien nombra “mi señora”; el hombre que se pasa estos largos domingos hundido en el asiento del café, examinando diarios y jugando a las carreras por teléfono.Nadie amó a mujer alguna con la fuerza con que yo amo su ruindad, su definitiva manera de estar hundido en la sucia vida de los hombres. Nadie se arrobó de amor como yo lo hago ante sus fugaces sobresaltos, los proyectos sin convicción que un destruido y lejano Bob le dicta algunas veces y que sólo sirven para que mida con exactitud hasta donde está emporcado para siempre.No sé si nunca en el pasado he dado la bienvenida a Inés con tanta alegría y amor como diariamente le doy la bienvenida a Bob al tenebroso y maloliente mundo de los adultos. Es todavía un recién llegado y de vez en cuando sufre sus crisis de nostalgia. Lo he visto lloroso y borracho, insultándose y jurando el inminente regreso a los días de Bob. Puedo asegurar que entonces mi corazón desborda de amor y se hace sensible y cariñoso como el de una madre. En el fondo sé que no se irá nunca porque no tiene sitio donde ir; pero me hago delicado y paciente y trato de conformarlo. Como ese puñado de tierra natal, o esas fotografías de calles y monumentos, o las canciones que gustan traer consigo los inmigrantes, voy construyendo para él planes, creencias y mañanas distintos que tienen luz y el sabor del país de juventud de donde él llegó hace un tiempo. Y él acepta; protesta siempre para que yo redoble mis promesas, pero termina por decir que sí, acaba por muequear una sonrisa creyendo que algún día habrá de regresar al mundo de las horas de Bob y queda en paz en medio de sus treinta años, moviéndose sin disgusto ni tropiezo entre los cadáveres pavorosos de las antiguas ambiciones, las formas repulsivas de los sueños que se fueron gastando bajo la presión distraída y constante de tantos miles de pies inevitables.“
„Beth se quedó un minuto pensando y luego dijo tranquilamente, “No sé cómo expresarme, y debería intentar hacerlo por vos y por nadie más, porque no puedo sincerarme si no es con mi Jo. Sólo me refiero a que siempre tuve el sentimiento de que no debía vivir mucho. No soy como el resto de ustedes. yo nunca hice planes acerca de lo que iba a hacer cuando fuese grande. Nunca pensé en casarme, como todas ustedes hicieron. No me pude imaginar de otra forma que no fuera la pequeña y estúpida Beth, corriendo por toda la casa, y por ningún lugar más. Nunca quise irme, y la parte más difícil ahora es el abandonarlos a ustedes. No tengo miedo, pero parece como si yo fuera a estar enferma para ustedes aún en el cielo.“
„Remaría contigo en la misma barca durante toda la vida“
„soportará el frío mejor de lo que pensamos. Envía toda clase“
„No hay más camino, para aprender a amar, que el conocimiento de sí mismo, que esa mirada sin ilusión que, a través de nosotros mismos alcanza a toda la humanidad miserable. ** Fuente: Journal I, pág. 7.“
„¿Hay un precepto que pueda guiar la acción de toda una vida? Amar.“
„Porque yo creo que el día que deje de comer me voy a morir, y entonces me iré con toda seguridad derechito al infierno.“
„La agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.“
„¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: «amor, amor», y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: «¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!». Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía aguapedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: «Cultura». Cultura porque sólo a través de ella se puede resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz.Medio pan e un libro. Locución de Federico García Lorca al pueblo de Fuente de Vaqueros (Granada)“
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