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Relacionado con: troy
„Con la ayuda de sus bellos ojos destrozó de la peor manera a la próspera Troya.“
„Tú, Troya, patria mía, no serás ya contada entre las ciudades jamás conquistadas.“
„A mí me llama la atención que la gente piense que vamos a mejor, y el mundo no va a mejor. Nuestro mundo, Occidente, Europa, donde estoy, donde me he criado, que viene de Troya, del Islam, de la Edad Media, del Renacimiento… ese mundo está listo de papeles, su mejor momento ha sido el siglo XX, y ahora estamos en decadencia, ya nunca va a ser mejor.“
„Hay una ciudad que traduzco del griego cuando estoy en el colegio. Es la Troya de Homero, la Troya asediada; después yo vivo un Beirut asediado en el año 1976 y un Sarajevo asediado en 1990, 91 y 92. Yo tengo una visión de la ciudad como sitio peligroso, lleno de ángulos vivos y ángulos muertos. Esa visión de la topografía de la ciudad como un lugar con reglas propias la tengo por mi biografía como reportero y como lector.“
„«Cuando Héctor o Aquiles no tienen la suerte de morir en Troya, se convierten en Ulises intentando regresar a Ítaca bajo un cielo sin dioses, y llamándose Nadie para sobrevivir en la cueva del cíclope. Cualquier imbécil puede ser Héctor o Aquiles. Lo difícil es ser Ulises con una Troya ardiendo en la memoria. Ése es el héroe que me interesa, y con él escribo novelas. Quizá porque a mi edad soy más Ulises que Aquiles y yo también tengo sangre en las uñas y alguna Troya ardiendo a las espaldas. En realidad, todas mis novelas hablan sobre lo mismo: sobre ese Ulises, hombre o mujer, moviéndose por territorio hostil. Por territorio enemigo».“
„Lo bueno cuando arde Troya es que nada tienes que perder, pues nada esperas. Casi todo lo que cuento gira en torno a eso. Mis personajes siempre tienen una Troya ardiendo a sus espaldas.“
„Siempre hubo Torres Gemelas de Nueva York, ‘troyas’ y caballos de madera, bárbaros y constantinoplas“
„Cambia mucho las cosas, en tal sentido, recorrer la Mancha con el Quijote en las manos, visitar Palermo habiendo leído El Gatopardo, pasear por Buenos Aires con Borges o Bioy Casares en el recuerdo, o caminar por Hisarlik sabiendo que allí hubo una ciudad llamada Troya, y que los zapatos del viajero llevan el mismo polvo por el que Aquiles arrastró el cadáver de Héctor atado a su carro.“
„Nadie debería irse sin dejar una Troya ardiendo a sus espaldas.“
„El amor era a menudo el caballo de Troya que permitía el triunfo del enemigo interior.“
„Vivir no es otra cosa que una resistencia inútil. El rey Priamo sabía que el destino de Troya era el fuego, pero combatió durante diez años. El hombre sabio sabe que va a morir, pero vive y se resiste a la muerte tanto como puede“