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vacante
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„Pero cuando las ciudades o provincias están acostumbradas a vivir bajo un principe, y por la extinción de éste y su linaje queda vacante el gobierno, como por un lado los habitantes estfán habituados a obedecer y por otro no tienen a quién, y no se ponen de acuerdo para elegir a uno de entre ellos, ni saben vivir en libertad, y por último tampoco se deciden a tomar las armas contra el invasor, un principe puede fácilmente conquistarlas y retenerlas.“
„Media hora después, mirando a través de la puerta vidriera de la sala de espera de la estación central de Lyon, mientras esperaba a que llegara el tren que tenía que acercarme a Barcelona, volví a acordarme de Fernando Pessoa y del “sagrado instinto de no tener teorías” del que hablaba en su Libro del desasosiego. Y entonces me pregunté qué sentido tenía pasar a la práctica una teoría que en definitiva ya tenía escrita.”…“A fín de cuentas, haberla escrito era como desembarazarse de ella, haber dejado atrás una gestación opresiva y poder de nuevo recuperar esa libertad del espíritu vacante, tan extremadamente deseable.”…“uno escribe desde la incetidumbre y eso es lo que le permite avanzar, lo que le divierte y al mismo tiempo le intriga. Por el contrario, de tenerlo todo claro desde el principio, probablemente ni siquiera haría falta escribir el libro.”…“Y pensar -me dije- que una de las cosas que la gente no suele comprender de los escritores -los escritores serios, por lo menos- es que uno no empieza por tener algo de lo que escribir y entonces escribe sobre ello, sino que es el proceso de escribir propiamente dicho el que permite al autor descubrir lo que quiere decir.“
„No a todos les es dado tomar un baño de multitud; gozar de la muchedumbre es un arte; y sólo puede darse a expensas del género humano un atracón de vitalidad aquél a quien un hada insufló en la cuna el gusto del disfraz y la careta, el odio del domicilio y la pasión del viaje.Multitud, soledad: términos iguales y convertibles para el poeta activo y fecundo. El que no sabe poblar su soledad, tampoco sabe estar solo en una muchedumbre atareada.Goza el poeta del incomparable privilegio de poder a su guisa ser él y ser otros. Como las almas errantes en busca de cuerpo, entra cuando quiere en la persona de cada cual. Sólo para él está todo vacante; y si ciertos lugares parecen cerrársele, será que a sus ojos no valen la pena de una visita.El paseante solitario y pensativo saca una embriaguez singular de esta universal comunión. El que fácilmente se desposa con la muchedumbre, conoce placeres febriles, de que estarán eternamente privados el egoísta, cerrado como un cofre, y el perezoso, interno como un molusco. Adopta por suyas todas las profesiones, todas las alegrías y todas las miserias que las circunstancias le ofrecen.Lo que llaman amor los hombres es sobrado pequeño, sobrado restringido y débil, comparado con esta inefable orgía, con esta santa prostitución del alma, que se da toda ella, poesía y caridad, a lo imprevisto que se revela, a lo desconocido que pasa.Bueno es decir alguna vez a los venturosos de este mundo, aunque sólo sea para humillar un instante su orgullo necio, que hay venturas superiores a la suya, más vastas y más refinadas. Los fundadores de colonias, los pastores de pueblos, los sacerdotes misioneros, desterrados en la externidad del mundo, conocen, sin duda, algo de estas misteriosas embriagueces; y en el seno de la vasta familia que su genio se formó, alguna vez han de reírse de los que les compadecen por su fortuna, tan agitada, y por su vida, tan casta.“