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Relacionado con: voz
„Aquí sentado, tan endeble y vulnerable, callado mientras dejo que el diablo me hable. Me confunde, su voz me aturde y me abandono, solo si cierro los ojos veo ese trono que merezco y que no tengo. Jamás pondré mi alma en venta, prefiero ser feliz don nadie a ser leyenda muerta“
„Podría subir al lugar más alto de Atenas, elevaría mi voz y diría: «compañeros ciudadanos, por que se dan la vuelta y raspan cada piedra para ganar dinero y tienen tan poco cuidado de sus niños, frente a quienes un día ustedes deberán abandonarlo todo.“
„El peso, la necesidad y el valor son tres conceptos internamente unidos: sólo aquello que es necesario, tiene peso; sólo aquello que tiene peso, vale.“
„Chantal se siente a salvo, porque la voz de Jean-Marc es la voz del amor, la voz cuya existencia había olvidado en aquellos momentos de desconcierto, la voz del amor que la acaricia y la relaja, pero para la que todavía no está preparada; como si esa voz llegara de lejos, de demasiado lejos; tendrá que escucharla aún durante bastante tiempo para creer en ella.“
„Mujer de sal y rocíotu corazón sigue en celoy tu voz está de duelocomo la tierra y el río.“
„Uno de los trayectos más estimulantes de esta vida es el tránsito por el idioma. El pensamiento avanza de palabra en palabra. Es una senda llena de sorpresas y algunas veces totalmente inédita. Y cuando pasa a ser sonido, cuando cada vocablo por fin coincide con la voz que lo espera, entonces lo normal se convierte en milagro. Paso a paso, sílaba a sílaba, el idioma pasa a ser una revelación.“
„Pero con ella instalada en mi existencia, ya no habrá soledad. Es decir: ojalá que no haya. Hay que ser más modesto, más modesto. No frente a los demás, eso qué importa. Hay que ser más modesto cuando uno se enfrenta, cuando uno se confiesa a sí mismo, cuando uno se acerca a su última verdad, que aún puede llegar a ser más decisiva que la voz de la conciencia, porque ésta sufre de afonías, de imprevistas ronqueras, que a menudo le impiden ser audible.“
„El 10 de abril: <> Bueno, ¿y qué era? Todavía no lo sé. Me atraían sus ojos, su voz, su cintura, su boca, sus manos, su risa, su cansancio, su timidez, su llanto, su franqueza, su pena, su confianza, su ternura, su sueño, su paso, sus suspiros. Pero ninguno de estos rasgos bastaba para atraerme compulsiva, totalmente. Cada atractivo se apoyaba en otro. Ella me atraía como un todo, como una suma insustituible de atractivos, acaso sustituibles.“
„… Vi alguna lágrima. El hombre alzaba o alejaba la voz y los acordes casi iguales eran monótonos o, mejor aún, infinitos. Yo hubiera querido que el canto siguiera para siempre y fuera mi vida….“
„Al idioma AlemánMi destino es la lengua castellana,El bronce de Francisco de Quevedo,Pero en la lenta noche caminada,Me exaltan otras músicas más íntimas.Alguna me fue dada por la sangre-Oh voz de Shakespeare y de la Escritura,Otras por el azar, que es dadivoso,Pero a ti, dulce lengua de Alemania,Te he elegido y buscado, solitario.A través de vigilias y gramáticas,De la jungla de las declinaciones,Del diccionario, que no acierta nuncaCon el matiz preciso, fui acercándome.Mis noches están llenas de Virgilio,Dije una vez; también pude haber dichode Hölderlin y de Angelus Silesius.Heine me dio sus altos ruiseñores;Goethe, la suerte de un amor tardío,A la vez indulgente y mercenario;Keller, la rosa que una mano dejaEn la mano de un muerto que la amabaY que nunca sabrá si es blanca o roja.Tú, lengua de Alemania, eres tu obraCapital: el amor entrelazadode las voces compuestas, las vocalesAbiertas, los sonidos que permitenEl estudioso hexámetro del griegoY tu rumor de selvas y de noches.Te tuve alguna vez. Hoy, en la lindeDe los años cansados, te divisoLejana como el álgebra y la luna.“
„Un verso bueno no permite que se lo lea en voz baja, o en silencio.“
„Lo recuerdo (yo no tengo derecho a pronunciar ese verbo sagrado, sólo un hombre en la tierra tuvo derecho y ese hombre ha muerto) con una oscura pasionaria en la mano, viéndola como nadie la ha visto, aunque la mirara desde el crepúsculo del día hasta el de la noche, toda una vida entera. Lo recuerdo, la cara taciturna y aindiada y singularmente remota, detrás del cigarrillo. Recuerdo (creo) sus manos afiladas de trenzador. Recuerdo cerca de esas manos un mate, con las armas de la Banda Oriental; recuerdo en la ventana de la casa una estera amarilla, con un vago paisaje lacustre. Recuerdo claramente su voz; la voz pausada, resentida y nasal del orillero antiguo, sin los silbidos italianos de ahora.“
„En mi corta experiencia de narrador, he comprobado que saber cómo habla un personaje es saber quién es, que descubrir una entonación, una voz, una sintaxis peculiar, es haber descubierto un destino.“
„Con otra voz dijo que la guerra servía, como la mujer, para q se probaran los hombres, y que, antes de entrar en batalla, nadie sabía quién es.“
„De todos los instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones del brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y la imaginación.“
„El hijo viejo, el hombre sin historia,El huérfano que pudo ser el muerto,Agota en vano el caserón desierto.(Fue de los dos y es hoy de la memoria.Es de los dos.) Bajo la dura suerteBusca perdido el hombre dolorosoLa voz que fue su voz. Lo milagrosoNo sería más raro que la muerte.Lo acosarán interminablementeLos recuerdos sagrados y trivialesQue son nuestro destino, esas mortalesMemorias vastas como un continente.Dios o Tal Vez o Nadie, yo te pidoSu inagotable imagen, no el olvido.“
„EL AMENAZADOEs el amor. Tendré que ocultarme oque huir.Crecen los muros de su cárcel, comoen un sueño atroz. Lahermosa máscara ha cambiado, perocomo siempre es la única.¿De qué me servirán mis talismanes:el ejercicio de las letras,la vaga erudición, el aprendizaje delas palabras que usó eláspero Norte para cantar sus maresy sus espadas, la serenaamistad, las galerías de la Biblioteca,las cosas comunes, loshábitos, el joven amor de mi madre,la sombra militar de mismuertos, la noche intemporal, elsabor del sueño?Estar contigo o no estar contigo es lamedida de mi tiempo.Ya el cántaro se quiebra sobre lafuente, ya el hombre selevanta a la voz del ave, ya se hanoscurecido los que miranpor las ventanas, pero la sombra noha traído la paz.Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y elalivio de oír tu voz,la espera y la memoria, el horror devivir en lo sucesivo.Es el amor con sus mitología, consus pequeñas magias inútiles.Hay una esquina por la que no meatrevo a pasar.Ya los ejércitos me cercan, lashordas.(Esta habitación es irreal; ella no laha visto.)El nombre de una mujer me delata.Me duele una mujer en todo elcuerpo.“
„A Leopoldo LugonesLos rumores de la plaza quedan atrás y entro en la Biblioteca. De una manera casi física siento la gravitación de los libros, el ámbito sereno de un orden, el tiempo disecado y conservado mágicamente. A izquierda y a derecha, absortos en su lúcido sueño, se perfilan los rostros momentáneos de los lectores, a la luz de las lámparas estudiosas, como en la hipálage de Milton. Recuerdo haber recordado ya esa figura, en este lugar, y después aquel otro epíteto que también define por el contorno, el árido camello del Lunario, y después aquel hexámetro de la Eneida, que maneja y supera el mismo artificio:Ibant obscuri sola sub nocte per umbram.Estas reflexiones me dejan en la puerta de su despacho. Entro; cambiamos unas cuantas convencionales y cordiales palabras y le doy este libro. Si no me engaño, usted no me malquería, Lugones, y le hubiera gustado que le gustara algún trabajo mío. Ello no ocurrió nunca, pero esta vez usted vuelve las páginas y lee con aprobación algún verso, acaso porque en él ha reconocido su propia voz, acaso porque la práctica deficiente le importa menos que la sana teoría.En este punto se deshace mi sueño, como el agua en el agua. La vasta biblioteca que me rodea está en la calle México, no en la calle Rodríguez Peña, y usted, Lugones, se mató a principios del treinta y ocho. Mi vanidad y mi nostalgia han armado una escena imposible. Así será (me digo) pero mañana yo también habré muerto y se confundirán nuestros tiempos y la cronología se perderá en un orbe de símbolos y de algún modo será justo afirmar que yo le he traído este libro y que usted lo ha aceptado.“
„Esto le había permitido establecer un poder matriarcal cuyo dominio alcanzaba hasta los parientes más remotos en los lugares menos pensados, como un sistema planetario que ella manejaba desde su cocina, con voz tenue y sin parpadear apenas, mientras hervía la marmita de los frijoles.“
„Deliró varias horas, a grandes voces, y con una pasión obstinada. Pero Ulises no la oyó, porque Eréndira lo había querido tanto, y con tanta verdad, que lo volvió a querer por la mitad de su precio mientras la abuela deliraba, y lo siguió queriendo sin dinero hasta el amanecer.“
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