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xix
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„Lo que ocurre es que estamos usando conceptos y palabras que surgieron en los siglos XVIII y XIX, me refiero a derecha e izquierda. Creo que ha llegado el momento en el que la izquierda se ponga a reflexionar sobre cuál es su esencia y su contenido.“
„Resumimos así el panorama de los últimos cien años: Fracaso de la España tradicional, fracaso de la España subversiva (ambas en sus luchas del siglo XIX), fracaso de la Restauración (Monarquía constitucional), fracaso de la dictadura militar de Primo de Rivera, fracaso de la República. Vamos a ver cómo sobre esa gran pirámide egipcia de fracasos se puede edificar un formidable éxito histórico, duradero y rotundo. La consigna es: ¡REVOLUCIÓN NACIONAL!“
„Ortega y Gasset no ha conseguido desprenderse en política del viejo concepto de Estado. Se mueve en el orden de ideas roussonianas y de la Revolución Francesa, según las cuales el Estado es pura y simplemente una institución al servicio de la nación, del pueblo. Un instrumento útil, algo sobrepuesto de lo que la nación se sirve. Ese era, en efecto, el Estado liberal burgués vigente en el mundo durante todo el siglo XIX. Hasta la gran guerra. Todo eso se halla hoy rotundamente superado. El Estado es más bien la base misma del pueblo. Se identifica con el pueblo, y no es un mero auxiliar del pueblo para realizar sus hazañas históricas. Gracias al Estado, hoy se comprende que los pueblos consigan una acción colectiva de volumen histórico.“
„Los medios igual que hacen el mayor bien cuando denuncian la injusticia, también hacen el mayor mal cuando, atentos al libro de estilo de lo políticamente correcto, manipulan la realidad. Reproducen lo que es la sociedad y luego la sociedad se retroalimenta de ellos. Lo peor es que hoy no existe el espíritu crítico que hubo en España desde finales del siglo XIX hasta la II República.“
„España es un país históricamente enfermo. Se ve muy bien en cuanto escarbas un poco en la historia: desde Indíbil y Mandonio, los Austrias, la Ilustración… Hasta ahora mismo… Mira cómo nos estamos cargando la democracia. En cuando se empieza a perfilar una España distinta, esa España que empieza a ser posible, la destruyen los mismos españoles: la arrogancia de unos y el fanatismo de los otros. En Cádiz, los constitucionalistas liberales no supieron ver lo que era posible y no era posible. Quisieron hacer una constitución radical de la noche a la mañana, y eso era imposible. La misma constitución tenía el gen de su destrucción. Y cuando lees las actas de los debates, ves cómo se odiaban unos a otros, cómo se puteaban, cómo usaban la Prensa como arma arrojadiza… cómo ese esquema dialéctico, terrible y destructivo, se va reproduciendo en el siglo XIX, XX y XXI. El oportunismo político ya se da en la Constitución de Cádiz. Es desolador ver cómo el español repite los errores, cómo se carga lo que se le ponga delante.“
„Los medios igual que hacen el mayor bien cuando denuncian la injusticia, también hacen el mayor mal cuando, atentos al libro de estilo de lo políticamente correcto, manipulan la realidad. Reproducen lo que es la sociedad y luego la sociedad se retroalimenta de ellos. Lo peor es que hoy no existe el espíritu crítico que hubo en España desde finales del siglo XIX hasta la II República. ¿Qué gente hay a la altura de Ortega en la derecha o en la izquierda? España es un país especialista en perder oportunidades. Entre el 98 y el 36 hubo una gran oportunidad; de la misma manera que la hubo a caballo de los siglos XVIII y XIX y que se perdió con la invasión napoleónica y Fernando VII. Y eso ha dejado un agujero que no se ha podido llenar con nada.“
„Me llamo Boris Balkan y una vez traduje La Cartuja de Parma. Por lo demás, las críticas y recensiones que escribo salen en suplementos y revistas de media Europa, organizo cursos sobre escritores contemporáneos en las universidades de verano, y tengo algunos libros editados sobre novela popular del XIX. Nada espectacular, me temo; sobre todo en estos tiempos donde los suicidios se disfrazan de homicidios, las novelas son escritas por el médico de Rogelio Ackroyd, y demasiada gente se empeña en publicar doscientas páginas sobre las apasionantes vivencias que experimenta mirándose al espejo.“
„La defensa de la libertad tiene que ser dogmática, sin concesión alguna al oportunismo, aún cuando no sea posible demostrar que, al margen de los efectos positivos, su infracción pueda comportar algunas consecuencias perjudiciales. La libertad sólo puede prevalecer si se acepta como principio general cuya aplicación a casos particulares no tiene necesidad de justificarse. Por tanto, acusar al liberalismo clásico de haber sido demasiado doctrinario es fruto de una pura incomprensión. Su defecto no fue haber defendido demasiado obstinadamente unos principios, sino más bien no haber tenido principios suficientemente definidos que pudieran orientar claramente la acción, por lo que con frecuencia dio la impresión de limitarse a aceptar las funciones tradicionales del gobierno y oponerse a posibles funciones nuevas. La coherencia sólo es posible si se aceptan principios bien definidos. Pero el concepto de libertad utilizado por los liberales del siglo XIX era en muchos aspectos demasiado vago para poder proporcionar una orientación precisa.“
„Lo que también me parece interesante y durante mucho tiempo representó un problema para mí es que, una vez más, no encontramos simplemente en el plano del Estado socialista ese mismo funcionamiento del racismo, sino también en las diferentes formas de análisis o proyectos socialistas, a lo largo de todo el siglo XIX, y, me parece alrededor de esto: en el fondo, cada vez que un socialismo insistió, sobre todo, en la transformación y paso del Estado capitalista al Estado socialista (en otras palabras, cada vez que buscó el principio de la transformación en el nivel de los procesos económicos), no necesitó el racismo, al menos en lo inmediato. En cambio, en todos los momentos en que el socialismo se vio obligado a insistir en el problema de la lucha, la lucha contra el enemigo, la eliminación del adversario dentro mismo de la sociedad capitalista; cuando se trata por consiguiente, de pensar el enfrentamiento físico con el adversario de clase en la sociedad capitalista, el racismo resurgió, porque era la única manera que tenía un pensamiento socialista, que de todas formas estaba muy ligado al tema del biopoder, de pensar la razón de matar al adversario. Cuando se trata simplemente de eliminarlo económicamente, de hacerle perder sus privilegios, el racismo no hace falta. Pero desde el momento en que hay que pensar que vamos a estar frente a frente, y que será preciso combatirlo físicamente, arriesgar la vida y procurar matarlo, el racismo es necesario“
„El béisbol es un juego pastoral del siglo XIX, el fútbol americano es una lucha tecnológica del siglo XX.“
„Galicia fue un Reino independiente hasta el siglo XV y después de las ventajas del régimen autónomo hasta entrado el siglo XIX.“
„Pongámonos de acuerdo en qué es la igualdad, pues si la libertad es la cima, la igualdad es la base. La igualdad, ciudadanos, no es que toda la vegetación esté enrasada, una sociedad de hierbas largas y de robles bajos; un vecindario de envidias que se castren entre sí; es, en el ámbito civil, que todas las aptitudes tengan las mismas oportunidades; en el ámbito político, es que todos los votos valgan lo mismo; en el ámbito religioso, es que todas las conciencias tengan los mismos derechos. La Igualdad tiene un órgano: la instrucción gratuita y obligatoria. El derecho al alfabeto, por ahí es por donde hay que empezar. La escuela primaria obligatoria para todos; la escuela secundaria brindada a todos, ésa es la ley. De la escuela idéntica sale la sociedad igual. ¡La enseñanza, sí! ¡Luz! ¡Luz! Todo viene de la luz y todo va a la luz. Ciudadanos, el siglo XIX es grande, pero el siglo XX será feliz. Y ya no pasará nada que tenga que ver con la historia vieja; no tendremos ya que temer, como ahora, una conquista, una invasión, una usurpación, una rivalidad a mano armada de naciones, una interrupción de la civilización que dependa de un matrimonio de reyes, de un nacimiento en el seno de las tiranías hereditarias, de un reparto de pueblos obra de un congreso, de un desmembramiento porque se hunda una dinastía, de un combate entre dos religiones que choquen de frente como dos carneros del reino de la oscuridad, en el puente de lo infinito; no tendremos ya que temer la hambruna, ni la explotación, ni la prostitución fruto de la desesperación ni el desvalimiento, ni la miseria fruto del paro, ni el patíbulo, ni la espada, ni las batallas, ni todos los robos de salteador del azar en el bosque de los acontecimientos. Casi podríamos decir que ya no habrá acontecimientos. Los hombres serán felices. El género humano cumplirá su ley como cumple la suya el globo terrestre; se restablecerá la armonía entre el alma y el astro; el alma gravitará en torno a la verdad igual que el astro en torno a la luz.“
„Si el siglo XIX fue un siglo de individualismo, se espera que este, el siglo XX, será el siglo del colectivismo y así el siglo del Estado…“
„La imagen que nos ofrece México al finalizar el siglo XIX es la de la discordia. Una discordia más profunda que la querella política o la guerra civil, pues consistía en la superposición de formas jurídicas y culturales que no solamente no expresaban a nuestra realidad, sino que la asfixiaban e inmovilizaban. […] Cortados los lazos con el pasado, imposible el diálogo con los Estados Unidos –que sólo hablaban con nosotros el lenguaje de la fuerza o el de los negocios–, inútil la relación con los pueblos de lengua española, encerrados en formas muertas, estábamos reducidos a una imitación unilateral de Francia –que siempre nos ignoró–. ¿Qué nos quedaba? Asfixia y soledad.“
„Los modos de hacer la guerra, las formas de la guerra no son siempre iguales. Cambian con arreglo a las condiciones del desarrollo y, ante todo, con arreglo al desarrollo de la producción. En tiempos de Gengis Kan, la guerra no se hacía lo mismo que en tiempos de Napoleón III, y en el siglo XX no se hace lo mismo que en el siglo XIX. El arte de la guerra en las condiciones actuales consiste en dominar todas las formas de la guerra y todos los adelantos de la ciencia en este terreno, en utilizarlos inteligentemente, en combinarlos con acierto o en aplicar a tiempo unas u otras formas, según sea la situación.“