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Gabriel García Márquez
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„A los ochenta y un años tenía bastante lucidez para darse cuenta de que estaba prendido a este mundo por unas hilachas tenues que podían romperse sin dolor con un simple cambio de posición durante el sueño, y sí hacía lo posible para mantenerlas era por el terror de no encontrar a Dios en la oscuridad de la muerte.“
„No era comprensible que una mujer con aquel espíritu hubiera regresado a un pueblo muerto, deprimido por el polvo y el calor“
„los ateos no acertamos a vivir sin los clérigos’, dijo Abrenuncio. ‘Los pacientes nos encomiendan sus cuerpos, pero no sus almas, y andamos como el diablo, tratando de disputárselas a Dios’.“
„Los tempestuosos adioses de soltero que me hacían en el Barrio Chino iban en contravía de las veladas opresivas del Club Social. Contraste que a mí me sirvió para saber cuál de los dos mundos era en realidad el mío, y me hice la ilusión de que eran ambos pero cada uno a sus horas, pues desde cualquiera de los dos veía alejarse el otro con los suspiros desgarrados con que se separan dos barcos en altamar.“
„A través de la puerta entreabierta se le vislumbraba en la oscuridad y su rostro seco e inexpresivo, su cabello revuelto, la vitalidad enfermiza de sus duros ojos amarillos, le daban el inconfundible aspecto del hombre que ha empezado a sentirse derrotado por las circunstancias.“
„habíaempezado a vislumbrar que no se vive, qué carajo, se sobrevive, se aprendedemasiado tarde que hasta las vidas más dilatadas y útiles no alcanzan paranada más que para aprender a vivir.“
„Me parece contra natura que un hombre se entienda mejor con su perro que con su esposa, que lo enseñe a comer y descomer a sus horas, a contestar preguntas y compartir sus penas.“
„siguió evocando hasta el amanecer las excelencias del marido, sin reprocharle otra deslealtad que la de haberse muerto sin ella, y redimida por la certidumbre de que nunca había sido tan suyo como lo era entonces, dentro de un cajón clavado con doce clavos de tres pulgadas, y a dos metros debajo de la tierra.—Soy feliz —dijo— porque sólo ahora sé con seguridad dónde está cuando no está en la casa.“
„La monja almorzó en casa, mientras pasaba el tren de regreso, y de acuerdo con la discreción que le habían exigido no volvió a mencionar al niño, pero Fernanda la señaló como un testigo indeseable de su vergüenza, y lamentó que se hubiera desechado la costumbre medieval de ahorcar al mensajero de malas noticias.“
„«¡No me asuste, general!»«No se asuste usted», dijo el general en un tono tranquilo. «Váyase para México, aunque lo maten o aunque se muera. Y váyase ahora que todavía es joven, porque un día será demasiado tarde, y entonces no se sentirá ni de aquí ni de allá. Se sentirá forastero en todas partes, y eso es peor que estar muerto». Lo miró directo a los ojos, se puso la mano abierta en el pecho, y concluyó:«Dígamelo a mí».“
„Esto le había permitido establecer un poder matriarcal cuyo dominio alcanzaba hasta los parientes más remotos en los lugares menos pensados, como un sistema planetario que ella manejaba desde su cocina, con voz tenue y sin parpadear apenas, mientras hervía la marmita de los frijoles.“
„Se le acabo la mitad de la vida en el dormitorio frente a los escombros del único hombre que había amado, y que permaneció en el letargo durante casi treinta anos, tendido en la cama de sus amores juveniles sobre un colchón de cuero de chivo.“
„«Los años de ahora ya no vienen como los de antes», solía decir, sintiendo que la realidad cotidiana se le escapaba de las manos.“
„Los había visto al pasar, sentados en las salas con la mirada absorta y los brazos cruzados, sintiendo transcurrir un tiempo entero, un tiempo sin desbravar, porque era inútil dividirlo en meses y años, y los días en horas, cuando no podía hacerse nada más que contemplar la lluvia.“
„letrero que se menospreciaba a sí mismo: «Oficina de Rezagos del Correo Nacional».“
„«Así que no nos hagan más el favor de decirnos lo que debemos hacer» concluyó. «No traten de enseñarnos cómo debemos ser, no traten de que seamos iguales a ustedes, no pretendan que hagamos bien en veinte años lo que ustedes han hecho mal en dos mil.»Cruzó los cubiertos sobre el plato, y por primera vez fijó en el francés sus ojos en llamas:«¡Por favor, carajos, déjenos hacer tranquilos nuestra Edad Media!»“
„Una droga más dañina que las mal llamadas heroicas se introdujo en la cultura nacional: el dinero fácil. Prosperó la idea de que la ley es el mayor obstáculo para la felicidad, que de nada sirve aprender a leer y a escribir, que se vive mejor y más seguro como delincuente que como gente de bien. En síntesis: el estado de perversión social propio de toda guerra larvada.“
„No se dolió de que el gobierno no los hubiera ayudado. Al contrario, se alegraba de que hasta entonces los hubiera dejado crecer en paz, y esperaba que así los siguiera dejando, porque ellos no habían fundado un pueblo para que el primer advenedizo les fuera a decir lo que debían hacer.“
„Decía: «El inodoro tuvo que ser inventado por alguien que no sabía nada de hombres».“
„y me fumaba cada día, sin premoniciones, sesenta cigarrillos de tabaco bárbaro.“
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