„«¡No me asuste, general!»«No se asuste usted», dijo el general en un tono tranquilo. «Váyase para México, aunque lo maten o aunque se muera. Y váyase ahora que todavía es joven, porque un día será demasiado tarde, y entonces no se sentirá ni de aquí ni de allá. Se sentirá forastero en todas partes, y eso es peor que estar muerto». Lo miró directo a los ojos, se puso la mano abierta en el pecho, y concluyó:«Dígamelo a mí».“

Tags: