„Viéndolo montar picaportes y desconectar relojes, Fernanda se preguntó si no estaría incurriendo también en el vicio de hacer para deshacer, como el coronel Aureliano Buendía con los pescaditos de oro, Amaranta con los botones y la mortaja, José Arcadio Segundo con los pergaminos y Úrsula con los recuerdos.“
— Gabriel García Márquez
„No me grites, dijo el sordo“
— Joaquín Sabina
„Trueno: caída de un baúl por las escaleras del cielo.“
— Ramón Gómez De La Serna
„Cuando terminó, Cayetano tomó la mano de Sierva María y la puso sobre su corazón. Ella sintió dentro el fragor de su tormenta. "Siempre estoy así", dijo él.“
— Gabriel García Márquez
„Se dijo que el silencio era tan inquietante como un grito.“
— John Katzenbach
„Un corazón, no asienta bien con la ropa moderna.“
— Oscar Wilde
„Alguien me preguntó: - ¿Qué es SUMO?. Es una pregunta estúpida… Es como preguntar, ¿qué es tu zapato? ¿Qué carajo respondés?. Entonces yo le dije: - SUMO es algo que hace tu abuela cuando no tiene nada que pensar.“
— Luca Prodan
„Entonces, antes de entender, mi corazón se puso blanco como se ponen los cabellos.“
— Clarice Lispector
„Yo no puedo callar cuando el corazón me da gritos.“
— Fiódor Dostoyevski
„¿Qué le ha pasado a mi ropa? —preguntó—. Estoy seguro de que la dejé bien colgada en el suelo.“
— Terry Pratchett
„MADRE: Pues es loca de no haber gritado todo lo que mi pecho necesita. Tengo en mi pecho un grito siempre puesto de pie a quien tengo que castigar y meter entre los mantos.“
— Federico García Lorca
„La única revolución posible: meter luz en las cabezas y calor en los corazones.“
— Jacinto Benavente
„¿Qué dice? —preguntó. —Está muy triste —contestó Úrsula— porque cree que te vas a morir. —Dígale —sonrió el coronel— que uno no se muere cuando debe, sino cuando puede.“
— Gabriel García Márquez