„¿Para qué engañarse? Vivimos en una democracia secuestrada por el poder económico, esto todo el mundo lo sabe. ¿Fueron los gobiernos los que decidieron hacer del empleo precario algo que se convertiría en “normalidad” social y el contrato basura en operación corriente? ¿O ha sido el poder económico que, en nombre y para mayor gloria del santísimo Lucro, lo ha impuesto a los gobiernos y a toda la sociedad? ¿De dónde cayó esa plaga? ¿Del cielo o de los señores del dinero?“

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