„Conéctate al mundo exterior sin tantas condiciones. Dentro de lo posible, deja que tus pensamientos y emociones circulen cómodamente. Arriésgate a decir, sentir y actuar de acuerdo con tus criterios. Si no violas el derecho de los otros y haces prevalecer los tuyos: ¡bienvenida la imprudencia! Comienza de una vez a construir tu nuevo canal de comunicaciones, tal como decía Benedetti: “Sin exclusas ni excusas”.“

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