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Relacionado con: academias
„Al volver de mi largo viaje por el Oriente, había tratado de completar casi frenéticamente aquel inmenso decorado de una obra terminada ya en sus tres cuartas partes. Ahora retornaba a él, para acabar allí mis días de la manera más decorosa posible. Todo estaba ordenado para facilitar tanto el trabajo como el placer: la cancillería, las salas de audiencias, el tribunal donde juzgaba díficiles, me evitaban los fatigosos viajes entre Tíbur y Roma. Aquellos evocaban a Grecia: el Pecilo, la Academia, el Pritáneo. Sabía de sobra que el pequeño valle plantado de olivos no era el de Tempe, pero llegaba a la edad en que cada lugar hermoso nos recuerda otro aun más bello, donde cada delicia se carga con el recuerdo de delicias pasadas. Aceptaba entregarme a esa nostalgia que llamamos melancolía del deseo.“
„Es una vergüenza que los narradores se nieguen a explorar el videojuego por encontrarlo plebeyo. Es un purismo de academia detestable.“
„Se trata de un viaje largo, azaroso. Extraña y noble aventura propia de su prodigioso tiempo: traer las luces, la sabiduría del siglo, hasta aquel humilde rincón de la España culta, su Real Academia.“
„Me tocaría pensar en algo entonces, algo que supondría deshacernos de las defensas mágicas de la Academia y diez veces más la misma cantidad de guardianes que teníamos aquí. Ah, sí, claro, sin problemas. [pp. 22]“
„Si alguna corporación tiene legitimidad para llamarse academia es la de Televisión.“
„Barre a un lado a esos parásitos de academia subsidiados, que viven de las ganancias de la mente de otros y proclaman que el hombre no necesita moral, ni valores, ni código de conducta. Esos, que se consideran científicos y aseguran que el hombre es sólo un animal, al que no conceden en el mapa de la existencia el lugar que le han concedido al más insignificante de los insectos.“
„Eltorbellino de su inspiración producía su pensamiento exhuberante, queno podía vaciarse en los moldes estrechos de la Academia, y él,entonces, impelido por necesidad imperiosa, se creaba su propialengua, con la audacia del genio. Para derramar su pensamientofulgurante tomaba cuanto hallaba a mano: sonido, color, letra,palabra, suspiro, desgarramiento, no importa qué; cuantos acentos einflecciones toman la voz humana y la magna voz de la naturalezaentera, bosque, nube, océano; cuantas combinaciones alcancen aidearse, todo era bueno para él, todo era suyo, todo elemento de sulengua, y todo se plegaba dócilmente a su pensamiento y obedecía asu voluntad soberana.“
„Hace poco, Nélida Piñón, celebrada novelista brasileña y asesina en serie de lectores, dijo que Paulo Coelho, una especie de Barbusse y Anatole France en versión telenovela de brujos cariocas, debía ingresar en la Academia brasileña puesto que había llevado el idioma brasileño a todos los rincones del mundo. Como si el “idioma brasileño” fuera una ciencia infusa, capaz de soportar cualquier traducción, o como si los sufridos lectores del metro de Tokio supieran portugués. Además, ¿qué es eso de “idioma brasileño”? Una idea tan desmesurada como si habláramos del idioma canadiense o australiano o boliviano. Ciertamente, hay escritores bolivianos que parece que escriben en “idioma norteamericano”, pero eso se debe a que no saben escribir bien en español o castellano, pero en el fondo, bien o mal, lo que hacen es escribir en español.“
„Doña Flora de Cisniega era una vieja que se empeñaba en permanecer joven: tenía más de cincuenta años; pero ponía en práctica todos los artificios imaginables para engañar al mundo, aparentando la mitad de aquella cifra aterradora. Decir cuánto inventaba la ciencia y el arte en armónico consorcio para conseguir tal objeto, no es empresa que corresponde a mis escasas fuerzas. Enumerar los rizos, moñas, lazos, trapos, adobos, bermellones, aguas y de mas extraños cuerpos que concurrían a la grande obra de su monumental restauración, fatigaría la más diestra fantasía: quédese esto, pues, para las plumas de los novelistas, si es que la historia, buscadora de las grandes cosas, no se apropia tan hermoso asunto. Respecto a su físico, lo más presente que tengo es el conjunto de su rostro, en que parecían haber puesto su rosicler todos los pinceles de las academias presentes y pretéritas.“
„Yo tenía entendido que «honorable» significaba «gente de bien» y no lo contrario. Entonces una de dos: o la palabra «honorable» pasa en adelante a designar lo opuesto a lo que designaba cuando yo nací y así se lo notificaremos a la Real Academia Española de la Lengua para que tome nota, o se la quitamos al Congreso de Colombia. Yo le propongo a este Primer Congreso de Escritores Colombianos aquí reunidos que al Honorable Congreso de la República de Colombia le quitemos el «honorable»: primero para aligerarlo de arandelas; y segundo para que tratemos de salvar aunque sea, en medio de esta catástrofe, el idioma, de suerte que si nos vamos a seguir matando por lo menos nos entendamos y nos podamos decir por qué.“
„La beso, a ella la beso, y no soy hipócrita. La beso como podría morderla, y a veces la muerdo, o comérmela y masticarla y digerirla. Porque hay una desesperada necesidad, casi diría una obligación, de marcar al otro, a la otra, aunque sea con los dientes, y aunque alguno de estos sea postizo. Dejar una marca propia es cosa de vida o muerte, o de muerte solamente, porque la intención subterránea es pasar la muerte, es seguir existiendo después del fin. Y a esos efectos tanto sirve la existencia de un hijo como la de una cicatriz. Después de todo, también el hijo es una cicatriz. Buena definición para proponer a la Academia. Hijo: cicatriz de amor.“
„Me atrevo a pensar que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión literaria, la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de la Letras. Una realidad que no es la del papel, sino que vive con nosotros y determina cada instante de nuestras incontables muertes cotidianas, y que sustenta un manantial de creación insaciable, pleno de desdicha y de belleza, del cual éste colombiano errante y nostálgico no es más que una cifra más señalada por la suerte. Poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines, todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida. Este es, amigos, el nudo de nuestra soledad.“
„Mi mejor amigo en el internado era un chaval de ojos penetrantes y temperamento nervioso que insistia responder a las siglas JF (…) Era de constitución débil y bastaba con mencionar la palavra microbio en un radio de 1km a la redonda para que él creyese que había pillado una infección. Una vez busqué en un diccionario el término hipocondríaco y le saqué una copia.-No sé si lo sabías, pero tu biografía viene en el diccionario de la Real Academia – le anuncié.Echó un vistazo a la fotocopia y me lanzó una mirada de alcayata.-Prueba a buscar en la «i» de idiota y verás que no soy el único famoso – replicó JF“
„Una vez busqué en un diccionario el término «hipocondríaco» y lesaqué una copia.-No sé si lo sabías, pero tu biografía viene en el Diccionario de la RealAcademia le anuncié.Echó un vistazo a la fotocopia y me lanzó una mirada de alcayata.-Prueba a buscar en la «i» de idiota y verás que no soy el únicofamoso replicó JF.“
„Él creía que el ejército seguía siendo siendo básicamente monárquico y yo le señalé el recinto de la Academia y me limité a decirle: Aquí dentro sí. Pero a mí me constaba que ni siquiera Sanjurjo estaba dispuesto a jugar fuerte a favor del rey y eso que disponía de un cargo fundamental para la seguridad de la monarquía: director general de la Guardia Civil. A Sanjurjo no le había gustado el comportamiento del rey con Primo de Rivera y a mí tampoco, pero yo lo asumía disciplinadamente y Sanjurjo era muy suyo.“
„La separación de cuerpos y sombras es un asunto literario de relativo éxito cuyo punto culminante es la figura de Peter Pan. Pero si es raro que un hombre busque su sombra, mucho más exótico es encontrar una sombra en su cuerpo.Cerca de los baños del bar La Academia, hay una solitaria oscuridad sentada que anda rastreando a alguien. No tiene el menor dato sobre lo que busca ni sobre lo que es. Los mozos suelen confundirse al señalarla y los poetas billaristas que cunden en ese lugar afirman que todos somos esa oscuridad.“