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Relacionado con: años
„Un joven en años puede ser viejo en horas, si no ha perdido el tiempo.“
„Hace un millar de años, creíamos que el mundo era un cuenco —dijo—. Hace quinientos años sabíamos que era un globo. Hoy sabemos que es plano y redondo y que viaja por el espacio a lomos de una tortuga. —Se dio la vuelta y le dedicó al sumo sacerdote otra sonrisa—. ¿No se pregunta usted qué forma resultará tener mañana?“
„El asunto entero era irreal, y lo irreal era el mundo de Húmedo. En sus años de calavera había vendido sueños, y el que mejor se vendía en ese mundo era el de hacerse muy rico gracias a un golpe de suerte. Había vendido cristal como diamante porque la avaricia nublaba la vista de los hombres. Personas sensatas y rectas que trabajan duro a diario creían pese a todo, contra todo lo que dictaba la experiencia, en el dinero a cambio de nada.“
„Correrá mucho peligro. —Tiene la fuerza de sus colinas. —Pero son colinas blandas —apuntó la señorita Lento—. Se erosionan enseguida. —Pero el corazón de la caliza es pedernal, no lo olvide. Es más afilado que cualquier cuchillo. —La nieve puede cubrir las colinas. —No para siempre. —Una vez lo hizo —insistió la señorita Lento, harta de jueguecitos—. Si no para siempre, sí durante miles de años. Una edad de hielo. Las grandes bestias se resbalaban y estornudaban a lo largo y ancho del mundo.“
„Tardaría varios millares de años en producir algún efecto, pero esa no era razón para rendirse.“
„Se podían ver apenas las palabras: ‘Figuras de víctimas no incluidas. 3-10 años’.“
„Crecemos leyendo cosas de piratas, de vaqueros, de naves espaciales y cosas así, y cuando te crees que el mundo está lleno de todo eso, van y te dicen que en verdad son todo ballenas muertas, bosques talados y residuos nucleares por ahí sueltos durante un millón de años. Pues para eso no vale la pena crecer, mira tú por dónde.“
„La cabaña de una bruja es un objeto arquitectónico muy preciso. Exactamente no es que se la construya, sino que se va acumulando a lo largo de los años conforme se van uniendo las distintas áreas de reparación, como un calcetín hecho enteramente de remiendos. La chimenea se retuerce como un sacacorchos. El techo de paja y cañizo es tan viejo que pequeños pero robustos árboles crecen en él, todos los suelos hacen pendiente, y de noche cruje como un velero en una tormenta. Si al menos dos paredes no están apuntaladas con alguna que otra viga, entonces no es una auténtica cabaña de bruja, sino meramente el hogar de una vieja medio chocha que lee las hojas del té y habla con su gato.“
„Pero a vosotros os da lo mismo, porque si no calientan una silla con el culo todo el día os creéis que un hombre que se ha pasado siete años de aprendiz es lo mismo que un cretino del que no puedes fiarte que sepa agarrar un martillo por el lado correcto.“
„Tenía que ser hembra. De eso no quedaba duda. Guardaba un cierto parecido con las estatuillas de las diosas de la fertilidad que habían tallado hacía miles de años los hombres de las cavernas (…) Era la deriva continental con curvas. Empezó a cantar.“
„A los que Crowley no podía soportar era a ésos que se llamaban a sí mismos satánicos. No sólo por lo que hacían, sino por la manía que tenían de achacárselo todo al Infierno. Se les ocurría alguna idea vomitiva que no se le pasaría a un demonio por la cabeza ni en un millón de años, alguna atrocidad oscura y descerebrada que sólo una mente humana hecha y derecha podría concebir, y luego gritaban: «¡El Diablo me empujó a hacerlo!», y se quedaban con los jueces cuando lo cierto es que el Diablo nunca empujaba a nadie a nada. No le hacía falta. Y eso a los humanos les costaba entenderlo. El Infierno no era ningún gran depósito de mal, no más de lo que, según Crowley, el Cielo era una fuente de bien; eran sólo bandos en una gran partida cósmica de ajedrez. Y era en la mente humana donde se hallaba la verdadera fuente de la bondad verdadera y de la verdadera maldad de infarto.“
„Sham Harga había llevado con éxito un negocio de comidas durante muchos años sonriendo siempre, no fiando nunca, y dándose cuenta de que la mayoría de sus clientes querían la comida correctamente equilibrada entre los cuatro grupos alimenticios: azúcar, gelatina, grasa y trocitos crujientes quemados.“
„Había alcanzado ese momento de la vida en que «joven» deja de ser el calificativo de «hombre» cuando se habla de uno. Se encontraba en la plenitud de su desarrollo masculino, pues su intelecto y sus emociones se hallaban claramente diferenciadas: había pasado la edad en la que la influencia de la juventud mezcla indiscriminadamente ambas cosas, produciendo un carácter impulsivo, pero aún no había alcanzado esa otra en la que vuelven a conciliarse para producir un carácter aprensivo, por la influencia de la esposa y la familia. En resumidas cuentas, tenía veintiocho años y estaba soltero.“
„Don Quijote – Lo leo todos los años, como algunos hacen la Biblia.“
„Soy mayor a los veinte años que muchas personas que han muerto.“
„Una mula trabajará diez años voluntaria y pacientemente por ti, por el privilegio de patearte una vez.“
„La educación que se da en este Instituto es basada sobre el santo amor y temor de Dios. Con estos dos medios, las educandas no podrán menos de progresar según sus años, seguirán con gusto el curso de sus trabajos, y vivirán contentas.“
„Ya no, ya no,ya no me sirves, zapato negro,en el cual he vivido como un piedurante treinta años, pobre y blanca,sin atreverme apenas a respirar o hacer achís.Papi: he tenido que matarte.Te moriste antes de que me diera tiempo…Pesado como el mármol, bolsa llena de Dios,lívida estatua con un dedo del pie gris,del tamaño de una foca de San Francisco.Y la cabeza en el Atlántico extravaganteen que se vierte el verde legumbre sobre el azulen aguas del hermoso Nauset.Solía rezar para recuperarte.Ach, du.En la lengua alemana, en la localidad polacaapisonada por el rodillode guerras y más guerras.Pero el nombre del pueblo es corriente.Mi amigo polacodice que hay una o dos docenas.De modo que nunca supe distinguir dóndepusiste tu pie, tus raíces:nunca me pude dirigir a ti.La lengua se me pegaba a la mandíbula.Se me pegaba a un cepo de alambre de púas.Ich, ich, ich, ich,apenas lograba hablar:Creía verte en todos los alemanes.Y el lenguaje obsceno,una locomotora, una locomotoraque me apartaba con desdén, como a un judío.Judío que va hacia Dachau, Auschwitz, Belsen.Empecé a hablar como los judíos.Creo que podría ser judía yo misma.Las nieves del Tirol, la clara cerveza de Viena,no son ni muy puras ni muy auténticas.Con mi abuela gitana y mi suerte raray mis naipes de Tarot, y mis naipes de Tarot,podría ser algo judía.Siempre te tuve miedo,con tu Luftwaffe, tu jerga pomposay tu recortado bigotey tus ojos arios, azul brillante.Hombre-panzer, hombre-panzer: oh Tú…No Dios, sino un esvásticatan negra, que por ella no hay cielo que se abra paso.Cada mujer adora a un fascista,con la bota en la cara; el bruto,el bruto corazón de un bruto como tú.Estás de pie junto a la pizarra, papi,en el retrato tuyo que tengo,un hoyo en la barbilla en lugar de en el pie,pero no por ello menos diablo, no menosel hombre negro queme partió de un mordisco el bonito corazón en dos.Tenía yo diez años cuando te enterraron.A los veinte traté de morirpara volver, volver, volver a ti.Supuse que con los huesos bastaría.Pero me sacaron de la tumba,y me recompusieron con pegamento.Y entonces supe lo que había que hacer.Saqué de ti un modelo,un hombre de negro con aire de Meinkampf,e inclinación al potro y al garrote.Y dije sí quiero, sí quiero.De modo, papi, que por fin he terminado.El teléfono negro está desconectado de raíz,las voces no logran que críe lombrices.Si ya he matado a un hombre, que sean dos:el vampiro que dijo ser túy me estuvo bebiendo la sangre durante un año,siete años, si quieres saberlo.Ya puedes descansar, papi.Hay una estaca en tu negro y grasiento corazón,y a la gente del pueblo nunca le gustaste.Bailan y patalean encima de ti.Siempre supieron que eras tú.Papi, papi, hijo de puta, estoy acabada.“
„Lo hice nuevamente.Uno de cada diez añospuedo soportarlo…una especie de milagro ambulante, mi pielbrilla como una pantalla nazi,mi pie derechoun pisapapeles,mi rostro sin forma, delgadolienzo judío.Retira la compresa,¡ah, enemigo mío!¿te doy miedo?…¿La nariz, la fosa de los ojos, toda la dentadura?El aliento agrioun día se desvanecerá.Pronto, pronto la carneque alimentó la grave sepultura me seráfamiliary yo seré una mujer sonriente,sólo tengo treinta.Y como el gato tengo nueve vidas que morir.Ésta es la Número Tres.Qué basurapara la aniquilación de cada década.Qué millón de filamentos.La multitud como maní prensadose atropella para verdesenvuelven mis manos y pies…el gran strip teaseseñoras y señoreséstas son mis manosmis rodillas.Puede que esté piel y huesos,sin embargo, soy la misma e idéntica mujer.La primera vez que ocurrió, tenía diez.Fue un accidente.La segunda vez quiseque fuera definitivo y no regresar jamás.Me mecí doblada sobre mí mismacomo una concha.Tuvieron que llamar y llamary quitarme uno a uno los gusanos como perlas viscosas.Morires un arte, como cualquier otro,yo lo hago de maravillas.Hago que se sienta como un infierno.Hago que se sienta real.Creo que podrían llamarlo un don.Es tan fácil que puedes hacerlo en una celda.Es tan fácil que puedes hacerlo y quedarte ahí, quietita.Es el teatralregreso a pleno díaal mismo lugar, a la misma cara, al mismo gritobrutal y divertido“¡Milagro!”que me deja fuera de combate.Hay un precio a pagarpara mirar las escaras, hay un precio a pagarpara auscultar mi corazón…late de veras.Y hay un precio a pagar, un precio mayorpor una palabra o un contactoo un poquito de sangreo una muestra de mi cabello o de mi ropa.Bueno, bueno, Herr Doctor.Bueno, Herr Enemigo.Soy vuestra opus,soy vuestra valiosaniña de oro puroque se funde en un chillido.Giro y ardo.No crean que no estimo su enorme preocupación.Cenizas, cenizas…Ustedes atizan y remueven.Carne, hueso, no hay nada allí…Un pan de jabón,un anillo de bodas,un empaste de oro.Herr dios, Herr Lucifertengan cuidadotengan cuidado.Sobre las cenizasme elevo con mi cabello rojoy devoro hombres como aire.“
„Cuando yo tenía 19 años la pureza era un gran tema. El mundo estaba dividido entre católicos y protestantes, o entre republicanos o demócratas o entre blancos y negros, o aun entre hombres y mujeres, yo lo veía dividido entre la gente que se había acostado con alguien y la gente que no lo había hecho, y ésta parecía ser la única diferencia verdaderamente significativa entre una persona y otra“
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