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Relacionado con: araña
„El que tiene envidia de los buenos saca de ellos mal para sí, como hace la araña en sacar de las flores ponzoña.“
„Las leyes son semejantes a las telas de araña: contienen lo débil y lo ligero, y son deshechas y traspasadas por lo fuerte y lo poderoso.“
„Pero la vida de ella era fría como una buhardilla, con tragaluz al norte y donde el hastío, araña silenciosa, tejía su tela en la penumbra por todos los rincones de su corazón.“
„Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas y entonces se ve estallar una luz azul y todo el mundo suelta un <>. [pp. 16]“
„Yo sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas.“
„El pájaro, un nido; la araña, una tela; el hombre, la amistad.“
„… pasó varios minutos dirigiendo la mirada de las estanterías a sus dedos y de estos a las estanterías. ¿Cuántos libros había tocado? ¿Cuántos había sentido? Se acercó y repitió, esta vez mucho más despacio, con la palma de la mano extendida para notar el pequeño obstáculo que suponía cada libro. Era mágico, era hermoso, era como si todo estuviera iluminado por deslumbrantes rayos de luz reflejados por una lámpara de araña. Se vio tentada a sacar algún libro, pero no se atrevió a molestarlos. Eran demasiado perfectos.“
„Es muy fea. ¡Y sin embargo, es deliciosa!El Tiempo y el Amor la han señalado con sus garras y la han enseñado cruelmente lo que cada minuto y cada beso se llevan de juventud y de frescura.Es verdaderamente fea; es hormiga, araña, si queréis hasta esqueleto: ¡pero también es brebaje, magisterio, hechizo! En suma, es exquisita.No pudo el Tiempo romper la armonía chispeante de su andar y la elegancia indestructible de su armazón. El Amor no pudo alterar la suavidad de su hálito infantil, y el tiempo nada arrancó de su abundante crin que exhala en leonados perfumes toda la vitalidad endiablada del Mediodía francés: Nimes, Aix, Arles, Aviñón, Narbona, Tolosa, ¡ciudades benditas del sol, enamoradas y encantadoras!En vano la mordieron con buenos dientes el Tiempo y el Amor; en nada amenguaron el encanto vago, pero eterno, de su pecho de doncel.Gastada quizá, pero no fatigada, y siempre heroica, hace pensar en esos caballos de raza fina que los ojos del verdadero aficionado distinguen aunque vayan enganchados a un coche de alquiler o a un lento carromato.¡Y es, además, tan dulce y ferviente! Quiere como se quiere en otoño; diríase que la proximidad del invierno prende en su corazón un fuego nuevo, y nada de fatigoso hubo jamás en lo servil de su ternura.“
„Vetinari suspiró. El hombre preocupado que tenía delante, tan considerado por la vida que esquivaba las arañas al quitar el polvo, había inventado una vez una máquina que disparaba perdigones de plomo con fuerza y velocidad tremendas. Se le ocurrió que podía ser útil contra animales peligrosos. Había diseñado una cosa capaz de destruir montañas enteras. Se le había ocurrido que podía ser útil para la industria minera. Era un hombre que, en su pausa para merendar, podía garabatear un instrumento de destrucción masiva inimaginable en los espacios en blanco que rodeaban un exquisito dibujo de la frágil belleza de la sonrisa humana. Con una lista de partes numeradas. Y si se le recalcaba aquel hecho, respondía: ah, pero una cosa así haría que la guerra fuera completamente imposible, ¿no lo ve? Porque nadie se atrevería a usarlo.“
„Mi papá se la pasa diciendo toda la vida que el fue un muy buen hijo y eso… Entonces yo me pongo a pensar: ¡Caray!, ¿qué yo soy un ser raro, o neurótico, o qué? En su afán de crearnos arquetipos, los adultos nos presentan unas formas abstractas totalmente perfectas y, ¡zas!, se corta la comunicación. Yo me pongo a pensar: Caray, mi jefe, según él, todo lo hizo bien, y yo, según él, todo lo hago mal. Por eso yo tengo mala comunicación por más que lo intento. Cuando mi jefe empieza con su «Yo, a tu edad…» y las arañas, me dan ganas de echarme a dormir.*Gustavo Gordillo, del CNH“
„La ley es tela de araña,en mi inorancia lo esplico:No la tema el hombre rico;nunca la tema el que mande;pues la ruempe el bicho grandey sólo enrieda a los chicos.“
„Me río de una honradez sospechosa que tantas veces sirvió para la desgracia propia o ajena, mientras por debajo las traiciones y las deshonestidades tejían sus telas de araña sin que pudiera impedirlo, simplemente consintiendo que otros, delante de mi, fueran traidores o deshonestos sin que yo hiciera nada por impedirlo, doblemente culpable.“
„Porque en ese vacio vertiginoso las metaforas saltaban hacia el como arañas“
„De repente me pregunto por qué tengo que contar esto, pero si uno empezara apreguntarse por qué hace todo lo que hace, si uno se preguntara solamentepor qué acepta una invitación a cenar (ahora pasa una paloma, y me pareceque un gorrión) o por qué cuando alguien nos ha contado un buen cuento, enseguida empieza como una cosquilla en el estómago y no se está tranquilohasta entrar en la oficina de al lado y contar a su vez el cuento; reciénentonces uno está bien, está contento y puede volverse a su trabajo. Que yosepa nadie ha explicado esto, de manera que lo mejor es dejarse de pudores ycontar, porque al fin y al cabo nadie se averguenza de respirar o de ponerselos zapatos; son cosas, que se hacen, y cuando pasa algo raro, cuando dentrodel zapato encontramos una araña o al respirar se siente como un vidrioroto, entonces hay que contar lo que pasa, contarlo a los muchachos de laoficina o al médico. Ay, doctor, cada vez que respiro… Siempre contarlo,siempre quitarse esa cosquilla molesta del estómago.“
„has dado cuenta de que los seres humanos sienten más miedo de las arañas y de las serpientes que de los coches, aunque las muertes por accidentes de tráfico son más frecuentes? Eso sucede porque nuestra mente está todavía en la época de las cavernas, cuando las serpientes y las arañas eran letales. Lo mismo sucede con la necesidad que sienten los hombres de tener a muchas mujeres. En aquellos tiempos iban de caza y la naturaleza les enseñó que la preservación de la especie es una prioridad, hay que dejar embarazadas a tantas mujeres como sea posible.“
„Todo es silencio en las salas de los muertos. Todo es olvido en las salas de piedra de los muertos. Contemplad las escaleras que se alzan en las tinieblas; contemplad las salas de la ruina: Éstas son las salas de los muertos, donde hilan las arañas y los grandes circuitos enmudecen uno a uno.“
„El amor será como el áspero roce de la mejilla de un hombre que araña y rasca…“
„Recorría sin descanso la inmensidad del sur con su pequeño ejército, adentrándose en los bosques húmedos y sombríos, bajo la alta cúpula verde tejida por los árboles más nobles y coronada por la soberbia araucaria, que se perfilaba contra el cielo con su dura geometría. Las patas de los caballos pisaban un colchón fragante de humus, mientras los jinetes se abrían camino con las espadas en la espesura, a ratos impenetrable, de los helechos. Cruzaban arroyos de aguas frías, donde los pájaros solían quedar congelados en las orillas, las mismas aguas donde las madres mapuche sumergían a los recién nacidos. Los lagos eran prístinos espejos del azul intenso del cielo, tan quietos, podían contarse las piedrecillas en el fondo. Las arañas tejían sus encajes, perlados de rocío, entre las ramas de robles, arrayanes y avellanos. Las aves del bosque cantaban reunidas, diuca, chincol, jilguero, torcaza, tordo, zorzal, y hasta el pájaro carpintero, marcando el ritmo con su infatigable tac-tac-tac. Al paso de los caballeros se levantaban nubes de mariposas y los venados, curiosos, se acercaban a saludar. La luz se filtraba entre las hojas y dibujaba sombras en el paisaje; la niebla subía del suelo tibio y envolvía el mundo en un hálito de misterio. Lluvia y más lluvia, ríos, lagos, cascadas de aguas blancas y espumosas, un universo líquido. Y al fondo, siempre, las montañas nevadas, los volcanes humeantes, las nubes viajeras. En otoño el paisaje era de oro y sangre, enjoyado, magnífico. A Pedro de Valdivia se le escapaba el alma y se le quedaba enredada entre los esbeltos troncos vestidos de musgo, fino terciopelo. El Jardín del Edén, la tierra prometida, el paraíso. Mudo, mojado de lágrimas, el conquistador conquistado iba descubriendo el lugar donde acaba la tierra, Chile.“
„Los enamorados pueden andar sin caersepor los hilos de araña que flotan en el airetravieso del verano; así de leve es la ilusión.“
„Todos los conceptos de la Iglesia se hallan reconocidos como lo que son, como la más maligna superchería que existe, realizada con la finalidad de desvalorizar la naturaleza, los valores naturales; el sacerdote mismo se halla reconocido como lo que es, como la especie más peligrosa de parásito, como la auténtica araña venenosa de la vida.“