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Relacionado con: barrio
„Aunque Franco, cuando la guerra, mandó respetar en los bombardeos el barrio de Salamanca (ya lo he dicho aquí seguramente), hay fachadas con viruela de proyectiles y solares donde los gatos se reproducen y los perros se comen los cadáveres recién descargados por la camioneta falangista (el Ejército mata legalmente, mediante expediente y resguardo). Todas las noches hay concilio de perros, con latín de gatos, esperando que llegue la camioneta con los fusilados.“
„Me han encomendado los vecinos del barrio para que hablara con usted.“
„Hacia fines de la década de 1990, en medio del boom tecnológico, solía pasar mucho tiempo en un café del barrio teatral de San Francisco… Allí tuve ocasión de observar una y otra vez la misma escena. Mami sorbiendo su café. Los chicos picoteando sus galletas, con los pies colgando de las sillas. Y ahí está Papi, levemente apartado de la mesa, hablando por su celular… Se trataba supuestamente de una “revolución en las comunicaciones”, y sin embargo allí, en el epicentro tecnológico, los miembros de esa familia evitaban mirarse a los ojos. [8] Dos“
„Literatos de mostrador. Inventores de barrio, profetas de parroquia, políticos de café y filósofos de centros recreativos serán la carne de cañón de nuestra sociedad.“
„Una vuelta por cualquier barrio de México, por cualquier campo de Perú, por la pampa rubia, y verán que la miseria, el hambre y sobre todo la incultura siguen siendo las mismas.“
„Verás qué pocos fanatismos e ignorancias de pueblo y cabra de campanario sobreviven a una visita paciente a El Escorial, a una mañana en el museo del Prado, a un paseo por los barrios viejos de Sevilla, a una cerveza bajo el acueducto de Segovia. Llégate a la Costa de la Muerte y mira morir el sol como lo veían los antiguos celtas del Finis Terrae. Tapea en el casco viejo de San Sebastián mientras consideras la posibilidad de que parte del castellano pudo nacer del intento vasco por hablar latín. Observa desde las ruinas romanas de Tarragona el mar por el que vinieron las legiones y los dioses, intuye en Extremadura por qué sus hombres se fueron a conquistar América, sigue al Cid desde la catedral de Burgos a las murallas de Valencia, a los moriscos y sefardíes en su triste y dilatado exilio. En Granada, Córdoba, Melilla, convéncete de que el moro de la patera nunca será extranjero para ti.“
„Cualquier hombre que haga autoestop a todo lo largo y ancho de la Galaxia, pasando calamidades, divirtiéndose en los barrios bajos, luchando contra adversidades tremendas, saliendo sano y salvo de todo ello, y sabiendo todavía dónde está su toalla, es sin duda un hombre a tener en cuenta.“
„La angustia que transmite todo atisbo de demencia le va dejando perdido en una deriva extraña por el peligroso barrio infantil que hay en los límites de su mente, allí donde sabe que en cualquier momento puede perderse para siempre.“
„Los amigos del barrio pueden desaparecer, los cantores de radio pueden desaparecer, los que están en los diarios pueden desaperecer, la persona que amas puede desaparecer(…)Pero los dinosaurios van a desaparecer.“
„El cumpleaños de Mickey Mouse está siendo anunciado en las noticias como si fuera un suceso de importancia, me importa una mierda, si me interesara el cumpleaños de Mickey Mouse me lo habría memorizado hace años y le habría enviado una tarjeta: «Querido Mickey Mouse, feliz cumpleaños. Te ama, George». No lo hago, ¿y por qué? ¡Porque me importa una mierda! ¡Que se joda Mickey Mouse, que le jodan el trasero con un enorme pene de goma y luego que lo rompan y quiebren los pedazos que queden! Espero que Mickey muera. En serio, espero putamente que muera, espero que coma algo de queso dañado… ¡¡y muera!! Sólo y olvidado detrás de un guardaescoba de un baño mugriento de algún barrio pobre, con la mano dentro de los pantalones de Goofy. Mickey Mouse, no te preguntes si nadie en el mundo se toma a nuestro país en serio; desperdiciamos valioso tiempo en televisión informándole a nuestros ciudadanos la edad de un roedor imaginario.“
„Sé que hay colegas en tu barrio que te han dicho que pueden volar más alto que tú con no se qué otra droga nueva, ¡Qué va! Toma prueba, esta mierda te lleva a tomar por culo de aquí ¡No nos volverás a ver más!“
„… el otro un profesor de historia, también sin trabajo, por insistir en que los habitantes de los barrios miserables no son quienes han formado este país…“
„la admiración por el Padre, símbolo de lo cerrado y agresivo, capaz de chingar y abrir, se transparenta en una expresión que empleamos cuando queremos imponer a otro nuestra superioridad: «Yo soy tu padre» […] No es el fundador de un pueblo; no es el patriarca que ejerce la patria protestad; no es rey, juez, jefe de clan. Es el poder, aislado en su misma potencia, sin relación ni compromiso con el mundo exterior. Es la incomunicación pura, la soledad que se devora a sí misma y devora lo que toca. No pertenece a nuestro mundo; no es de nuestra ciudad; no vive en nuestro barrio. Viene de lejos, está lejos siempre. Es el extraño. Es imposible no advertir la semejanza que guarda la figura del «macho» con la del conquistador español. Ése es el modelo –más mítico que real– que rige las representaciones que el pueblo mexicano se ha hecho de los poderosos: caciques, señores feudales, hacendados, políticos, generales, capitanes de industria. Todos ellos son «machos, «chingones».“
„Este partido está pudriéndose por la inmensa gusanera de caciques y caciquillos. Tienen más que los monárquicos. En cada capital hay cincuenta que quieren imponer los caprichos de su vanidad y de su ambición a todos sus correligionarios… Y si nada más hubiera esos cincuenta, menos mal. Luego vienen los caciques de distrito y los de barrio… ¡Oh!! Esos vejestorios endiosados de Comité local y de barriada! ¡Papas rojos, que se creen infalibles e indiscutibles!Para hacer la revolución, lo primero, lo indispensable, sería degollarlos a todos. Si éstos trajeran la República, estaríamos peor que ahora. Sería cosa de emigrar. Suerte que no hay miedo a que la traigan. ¡Hay cada revolucionario que tiene un miedo feroz a la revolución!… Hubiera usted visto a algunos de ellos cuando la semana roja de Barcelona, cuando aquí se dijo que iba a estallar la huelga general, irse huyendo de Madrid como ratas… No sé qué diablos ocurría entonces, que a todos les salían negocios en provincias, o tenían por esas tierras de dios parientes enfermos de gravedad, que los llamaban… ¡Y para ver este espectáculo me vine yo de Santander e interrumpí mi veraneo!… Luego, son muchos los republicanos que no quieren que venga la República, porque no les conviene; van muy bien en el machito, haciendo la farsa de la oposición, sirviendo de comparsas en esta política repugnante, representando su papel de diputados o de concejales, u otros papeles peores.En este partido son muy pocos los directores que trabajan desinteresadamente por el ideal; la desorganización es indescriptible, no se puede imaginar; no hay espíritu de disciplina, ni siquiera instinto de conservación… Si no fuera porque veo esos caciquitos ir a su avío, sin saber disimularlo, creería que estaban locos. No se puede hacerlo peor para facilitar la victoria al adversario e imposibilitar la propia… Estoy harto de luchar sin esperanza de salvación entre tanta miseria. Así están disgregando la masa republicana, infiltrando el escepticismo entre los soldados de fila… ¡Oh! Usted no puede darse idea de lo que aquí se persiguen unos odios a otros y unas vanidades a otras… ¡Con qué ensañamiento, con qué perfidia, empleando todos los medios, hasta la difamación y la calumnia!Ha habido día que pensé meterme en casa y no ocuparme de política. Pero lo he pensado mejor. Voy a irme con Pablo Iglesias. Él y su partido son lo único serio, disciplinado, admirable, que hay en la España política. […] ¡Es por el socialismo por donde llega la aurora!“
„No hay, en el tumulutoso pecho del hombre, una pasión más fuerte que la de imponer su creencia a los otros, Nada puede sacar la raíz de su dicha y llenarla de ira como saber que otro desprecia lo que él venera. […] No es el amor a la verdad sino el deseo de prevalecer el que opone un barrio a otro barrio y hace que una parroquia premedite la ruina de otra parroquia. Todos prefieren la paz de espíritu y la sujeción de los otros al triunfo de la verdad y la apoteosis de la virtud.“
„A machete, con los que trajeron del campo cuando llegaron huyendo dizque «de la violencia» y fundaron estas comunas sobre terrenos ajenos, robándoselos, como barrios piratas o de invasión. De «la violencia»… ¡Mentira! La violencia eran ellos. Ellos la trajeron, conlos machetes. De lo que venían huyendo era de sí mismos.“
„Nos habíamos dicho nuestro amor con la mirada, pero se nos olvidó decirnos el teléfono. Mi amor desesperado la buscó por todo el barrio. Nunca la encontró. En vano esperé verla aparecer en misa de siete, de ocho, de nueve, de diez, de once, de doce. Un domingo, otro, otro…Nunca apareció. Mi vida ahora, lo sé bien, habría sido muy otra de haberla encontrado: tan distinta como el destino de Europa si Napoleón no hubiera perdido en Waterloo. Pero perdió.“
„Y a punto de irte al otro barrio ya eres propietario, respira tranquilo“
„… los jóvenes emigran pero a veces les vieneun dolor en el pecho que se llama nostalgiacuando reciben cartas de aquel barrio lejanotienen listo un secante para chupar las lágrimasalgunos resolvieron quedarse pese a todootros dijeron basta para siemprehay jóvenes que emigran / dicen chaulos que se quedan tiemblan en silencio.“
„Los tempestuosos adioses de soltero que me hacían en el Barrio Chino iban en contravía de las veladas opresivas del Club Social. Contraste que a mí me sirvió para saber cuál de los dos mundos era en realidad el mío, y me hice la ilusión de que eran ambos pero cada uno a sus horas, pues desde cualquiera de los dos veía alejarse el otro con los suspiros desgarrados con que se separan dos barcos en altamar.“
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