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Relacionado con: cruz
„¿En que círculo del infierno te estarás quemando, Pío Nono, cura bellaco? ¿Me alcanzarás a oír desde abajo? En las vacas acuchilladas en los mataderos de este mundo se revive día a día la pasión de tu Cristo. El mismo dolor, la misma angustia, el mismo miedo que él sintió colgado de una cruz lo sienten ellas cuando las acuchillan, así las pobres, las humildes, no se digan hijas de Dios.“
„De pena en pena cruza sus islas el amory establece raíces que luego riega el llanto,y nadie puede, nadie puede evadir los pasosdel corazón que corre callado y carnicero.“
„Allí en Rangoon comprendí que los dioseseran tan enemigos como Diosdel pobre ser humano.Diosesde alabastro tendidoscomo ballenas blancas,dioses dorados como las espigas,dioses serpientes enroscadosal crimen de nacer,budhas desnudos y elegantessonriendo en el coktailde la vacía eternidadcomo Cristo en su cruz horrible,todos dispuestos a todo,a imponernos su cielo,todos con llagas o pistolapara comprar piedad o quemarnos la sangre,dioses feroces del hombrepara esconder la cobardía,y allí todo era así,toda la tierra olía a cielo,a mercadería celeste.“
„Walking AroundSucede que me canso de ser hombre.Sucede que entro en las sastrerías y en los cinesmarchito, impenetrable, como un cisne de fieltronavegando en un agua de origen y ceniza.El olor de las pelquerías me hace llorar a gritos.Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.Sucede que me canso de mis pies y mis uñasy mi pelo y mi sombra.Sucede que me canso de ser hombre.Sin embargo sería deliciosoasustar a un notario con un lirio cortadoo dar muerte a une monja con un golpe de oreja.Sería belloir por las calles con un cuchillo verdey dando gritos hasta morir de frío.No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,vacilante, extendido, tiritando de sueño,hacia abajo, en las tripas mojadas de la tierra,absorbiendo y pensando, comiendo cada día.No quiero para mí tantas desgracias.No quiero continuar de raíz y de tumba,de subterráneo solo, de bodega con muertosateridos, muriéndome de pena.Por eso el día lunes arde como el petróleocuando me ve llegar con mi cara de cárcel,y aúlla en su transcurso como una rueda herida,y da pasos de sangre caliente hacia la noche.Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,a hospitales donde los huesos salen por la ventana,a ciertas zapaterías con olor a vinagre,a calles espantosas como grietas.Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinoscolgando de las puertas de las casas que odio,hay dentaduras olvidadas en una cafetera,hay espejosque debieran haber llorado de vergüenza y espanto,hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,con furia, con olvido,paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:calzoncillos, toallas y camisas que lloranlentas lágrimas sucias.“
„Si cada uno de los instantes de nuestra vida se va a repetir infinitas veces, estamos clavados a la eternidad como Jesucristo a la cruz. La imagen es terrible. En el mundo del eterno retorno descansa sobre cada gesto el peso de una insoportable responsabilidad. Ese es el motivo por el cual Nietzsche llamó a la idea del eterno retorno la carga más pesada. Pero si el eterno retorno es la carga más pesada, entonces nuestras vidas pueden aparecer, sobre ese telón de fondo, en toda su maravillosa levedad.(…)La carga más pesada nos destroza, somos derribados por ella, nos aplasta contra la tierra. Pero en la poesía amatoria de todas las épocas la mujer desea cargar con el peso del cuerpo del hombre. La carga más pesada es por lo tanto, a la vez, la imagen de la más intensa plenitud de la vida. Cuanto más pesada sea la carga, más a ras de tierra estará nuestra vida, más real y verdadera será. Por el contrario, la ausencia absoluta de carga hace que el hombre se vuelva más ligero que el aire, vuele hacia lo alto, se distancie de la tierra, de su ser terreno, que sea real sólo a medias y sus movimientos sean tan libres como insignificantes.“
„Es difícil de precisar la fecha en que las iglesias llegarán a ser simples monumentos y el día en que las cruces, purificadas del símbolo de la sangre judaica, sonreirán inútilmente a la curiosidad estética. Hasta entonces, no tendremos más remedio que soportar en los retornos del alma el soplo sofocante de la fe.“
„El final de la historia sólo es referible en metáforas, ya que pasa en el reino de los cielos, donde no hay tiempo. Tal vez cabría decir que Aureliano conversó con Dios y que Éste se interesa tan poco en diferencias religiosas que lo tomó por Juan de Panonia. Ello, sin embargo, insinuaría una confusión de la mente divina. Más correcto es decir que en el paraíso, Aureliano supo que para la insondable divinidad, él y Juan de Panonia (el ortodoxo y el hereje, el aborrecedor y el aborrecido, el acusador y la víctima) formaban una sola persona. En las cruces rúnicas los dos emblemas enemigos conviven, entrelazados.“
„«Así que no nos hagan más el favor de decirnos lo que debemos hacer» concluyó. «No traten de enseñarnos cómo debemos ser, no traten de que seamos iguales a ustedes, no pretendan que hagamos bien en veinte años lo que ustedes han hecho mal en dos mil.»Cruzó los cubiertos sobre el plato, y por primera vez fijó en el francés sus ojos en llamas:«¡Por favor, carajos, déjenos hacer tranquilos nuestra Edad Media!»“
„Remedios, la bella, se quedó vagando por el desierto de la soledad, sin cruces a cuestas, madurándose en sus sueños sin pesadillas“
„Cuando todos los días resultan iguales es porque las personas han dejado de percibir las cosas buenas que aparecen en sus vidas siempre que el sol cruza el cielo.“
„La muerte podía estar en una bolsa de cacahuetes, en un trozo de carne que se te atravesara, en el siguiente paquete de cigarrillos. Siempre te andaba rondando, de guardia en todas las estaciones de control entre lo mortal y lo eterno. Agujas infectadas, insectos venenosos, cables mal aislados, incendios forestales. Patines que lanzaban a intrépidos chiquillos a cruces muy transitados. Cada vez que te metes en la bañera para darte una ducha, Oz te acompaña: ducha para dos.Cada vez que subes a un avión, Oz lleva tu misma tarjeta de embarque. Está en el agua que bebes y en la comida que comes. «¿Quién anda ahí?», gritas en la oscuridad cuando estás solo y asustado, y es él quien te responde: Tranquilo, soy yo. Eh, ¿cómo va eso? Tienes un cáncer en el vientre, qué lata, chico, sí que lo siento. ¡Cólera! ¡Septicemia! ¡Leucemia! ¡Arteriosclerosis! ¡Trombosis coronaria! ¡Encefalitis! ¡Osteomielitis! ¡Ajajá, vamos allá!Un chorizo en un portal, con una navaja en la mano. Una llamada telefónica a medianoche. Sangre que hierve con ácido de la batería en una rampa de salida de una autopista de Carolina del Norte. Puñados de píldoras: anda, traga. Ese tono azulado de las uñas que sigue a la muerte por asfixia; en su último esfuerzo por aferrarse a la vida, el cerebro absorbe todo el oxígeno que queda en el cuerpo, incluso el de las células vivas que están debajo de las uñas.Hola, chicos, me llamo Oz el Ggande y Teggible, pero podéis llamarme Oz a secas. Al fin y al cabo, somos viejos amigos. Pasaba por aquí y he entrado un momento para traerte este pequeño infarto, este derrame cerebral, etcétera; lo siento, no puedo quedarme, tengo un parto con hemorragia y, luego, inhalación de humo tóxico en Omaha.Y la vocecita sigue gritando: «¡Te quiero, Tigger, te quiero! ¡Creo en ti, Tigger! ¡Siempre te querré y creeré en ti, y seguiré siendo niña, y el único Oz que habitará en mi corazón será ese simpático impostor de Nebraska! Te quiero…».Vamos patrullando, mi hijo y yo…, porque lo que importa no es el sexo ni la guerra, sino la noble y terrible batalla sin esperanza contra Oz, el Ggande y Teggible.“
„si bien algunos seden ante las situaciones malas, no todo el mundo lo hace. Y que el trauma que puede destruir a una persona, también puede ser lo que proporcione a otro la capacidad de superar y construir un futuro mejor.Nosotros no tenemos que ser o seguir siendo las víctimas de lo que la vida a veces nos depara. Con la suficiente fuerza y valor, todos podemos superar y aprender a prosperar a pesar de los horrores y tragedias a los que hemos sobrevivido.Como dijo Platón: «Se amable, pues cada persona con la que te cruzas está lidiando su ardua batalla». Ese es el lema de mi vida y me ha acompañado a través de mi propio infierno y horas oscuras. Con la belleza y el poder del espíritu humano, porque se lo duro que puede llegar a ser ganar la batalla por la cordura y la seguridad. Y se lo difícil que es dejar atrás un pasado brutal que nunca debería haber existido.Cada día es una nueva batalla y si bien es posible que pierda algunas de esas peleas, nunca perderé mi guerra. No podía controlar el pasado o algunas de las pesadillas que se me han impuesto, pero puedo y realmente controlo mi presente y no permitiré que esos buitres me arrebaten otro momento de mi vida.Todos tenemos momentos de debilidad, pero con ello obtenemos la fuerza para saber que todavía seguimos aquí. Y que todavía importamos.Todos nosotros.“
„Voy a dibujar, a cien años luz, la mueca que pintas cuando llego, voy a sobornar, clavarme una cruz, con tal de inspirarte un hasta luego, voy a caminar en el fuego, para que me quieras como quiero“
„Recuerda que el plan de Dios es bueno. Dios sabe lo que es mejor para ti y en su corazón tiene presente tus mejores intereses. Dios le dijo a Jeremías: «Los planes que tengo para ustedes [son] planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza».20 José entendió esta verdad cuando les dijo a sus hermanos que lo habían vendido como esclavo: «Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios trasformó ese mal en bien».21 Ezequías se hizo eco del mismo sentimiento al referirse a su enfermedad mortal: «Fue por mi propio bien que yo pasé ese tiempo tan difícil».22 Siempre que Dios te diga no a tu pedido de alivio, recuerda: «Dios está haciendo lo mejor para nosotros, entrenándonos para vivir para él de la mejor y más santa manera».23 Es vital que te concentres en el plan de Dios, no en tu dolor o tu problema. Así es como Jesús soportó el dolor de la cruz, y así se nos insta a seguir su ejemplo: «Mantengamos fijos los ojos en Jesús que, sin importarle lo oprobioso de tal muerte, estuvo dispuesto a morir en la cruz porque sabía el gozo que tendría después».24“
„El hombre inicia el signo de la cruz, y no bien desciende su mano en un amén más lento, los fusiles, alineados a diez pasos de su pecho, vomitan la muerte.“
„Sucede con frecuencia que las tragedias reales de la vida ocurren de una manera tan poco artística que nos hieren por lo crudo de su violencia, por su absoluta incoherencia, su absurda ausencia de significado, su completa falta de estilo. Nos afectan como lo hace la vulgaridad. Solo nos producen una impresión de fuerza bruta, y nos rebelamos contra eso. A veces, sin embargo, cruza nuestras vidas una tragedia que posee elementos de belleza artística. Si esos elementos de belleza son reales, todo el conjunto apela a nuestro sentido del efecto dramático. De pronto descubrimos que ya no somos los actores, sino los espectadores de la obra. O que somos más bien las dos cosas. Nos observamos, y el mero asombro del espectáculo nos seduce.“
„Ningún otro cielo en la tierra, cruzó la cara al sí y al no“
„Al multiplicarse el número de santos venerados, surgió la necesidad de identificarlos y recordarlos; se produjeron en gran número imágenes de los santos y de María; y, en el caso de Jesús, no sólo Su imagen, sino también Su cruz, se convirtieron en objeto de reverencia… hasta, para mentes sencillas, en mágicos talismanes. Una natural libertad de fantasía entre el pueblo cambió las sagradas reliquias, imágenes y estatuas en objetos de adoración; la gente se postraba ante ellas, las besaba, les encendía cirios y quemaba incienso, las coronaba de flores y procuraba obtener milagros de su oculta influencia. […] Los padres y concilios de la Iglesia explicaban una y otra vez que las imágenes no eran deidades, sino sólo recordatorios de la divinidad; el pueblo no se preocupaba en hacer tales distinciones”.“
„¡Esas serían para mí las bendiciones del cristianismo! — El parasitismo como única praxis de la Iglesia; con su ideal de clorosis, con su ideal de santidad, beber hasta el final toda sangre, todo amor, toda esperanza de vida; el más allá, como voluntad de negación de toda realidad; la cruz, como signo de reconocimiento para la más subterránea conjura habida nunca — contra la salud, la belleza, la buena constitución, la valentía, el espíritu, la bondad de alma, contra la vida misma…“
„… sólo la práctica cristiana, una vida tal como la vivió el que murió en la cruz, es cristiana. Todavía hoy esa vida es posible, para ciertos hombres es incluso necesaria: el cristianismo auténtico, el originario, será posible en todos los tiempos.“
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