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frío
Relacionado con: frío
„Solo en casa un día de invierno al atardecer. Eran las cinco o las cinco y media, en la calle ya hacía frío y estaba oscuro, la lluvia azotada por el viento arañaba las contraventanas de hierro, mis padres se habían ido a tomar un té a casa de Mala y Stashek Rodnitzky, en“
„La castidad, en la que antaño veía una superstición que debía combatirse, le parecía ahora una de las caras de la serenidad: saboreaba ese frío conocimiento que uno tiene de los seres cuando ya no los desea.“
„En el campo de batalla, en la cámara de tortura, en un barco que se hunde, los motivos por los que uno lucha pasan a segundo plano porque el cuerpo llena el universo, e incluso cuando no estás paralizado por el miedo o gritando de dolor, la vida es una lucha momentánea contra el hambre, el frío o el sueño, contra un dolor de estómago o de muelas.“
„A estas alturas y mientras dura el frío, la cocina es el estrado, el gabinete y el estudio“
„soportará el frío mejor de lo que pensamos. Envía toda clase“
„El hombre famoso tiene la amargura de llevar el pecho frío y traspasado por linternas sordas que dirigen sobre él otros.“
„La agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.“
„El corazónQue tenía en la escuelaDonde estuvo pintadaLa cartilla primera¿Está en tiNoche negraFrío fríoComo el aguaDel río.El primer besoQue supo a beso y fuePara mis labios niñosComo la lluvia fresca¿Está en tiNoche negra“
„NOVIA. ¡Porque yo me fui con el otro, me fui! (Con angustia.) Tú también te hubieras ido. Yo era una mujer quemada, llena de llagas por dentro y por fuera, y tu hijo era un poquito de agua de la que yo esperaba hijos, tierra, salud; pero el otro era un río oscuro, lleno de ramas, que acercaba a mí el rumor de sus juncos y su cantar entre dientes. Y yo corría con tu hijo que era como un niñito de agua, frío, y el otro me mandaba cientos de pájaros que me impedían el andar y que dejaban escarcha sobre mis heridas de pobre mujer marchita, de muchacha acariciada por el fuego. Yo no quería, ¡óyelo bien!, yo no quería. ¡Tu hijo era mi fin y yo no lo he engañado, pero el brazo del otro me arrastró como un golpe de mar, como la cabezada de un mulo, y me hubiera arrastrado siempre, siempre, siempre, aun que hubiera sido vieja y todos los hijos de tu hijo me hubiesen agarrado de los cabellos.“
„¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: «amor, amor», y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: «¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!». Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía aguapedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: «Cultura». Cultura porque sólo a través de ella se puede resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz.Medio pan e un libro. Locución de Federico García Lorca al pueblo de Fuente de Vaqueros (Granada)“
„Tenía frio y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua; pedía libros, es decir horizontes, es decir escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural del cuerpo por hambre sed o frío dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida“
„Yo tengo en esa hoguera de ladrillos,yo tengo al hombre mío prisionero.Por corredores de filos amargosy en esta luz sesgada de murciélago,tanteando como el buzo por la gruta,voy caminando hasta que me lo encuentro,y hallo a mi cebra pintada de burlaen los anillos de su befa envuelto.Me lo han dejado, como a barco roto,con anclas de metal en los pies tiernos;le han esquilado como a la vicuñasu gloria azafranada de cabellos.Pero su Ángel-Custodio anda la celday si nunca lo ven es que están ciegos.Entró con él al hoyo de cisterna;tomó los grillos como obedeciendo;se alzó a coger el vestido de cobra,y se quedó sin el aire del cielo.El Ángel gira moliendo y moliendola harina densa del más denso sueño;le borra el mar de zarcos oleajes,le sumerge una casa y un viñedo,y le esconde mi ardor de carne en llamas,y su esencia, y el nombre que dieron.En la celda, las olas de bochornoy frío, de los dos, yo me las siento,y trueque y turno que hacen y deshacende queja y queja los dos prisioneros¡y su guardián nocturno ni ve ni oyeque dos espaldas son y dos lamentos!“
„Frío y calor, otoño o primavera, ¿dónde… dónde se encuentra la alegría?“
„(…)Él siempre estaba allí, contemplando el frío brillo de las estrellas, admirando el increíble enjambre nebuloso de un racimode estrellas, como una conglomeración gigante de luciérnagas sorprendidas enpleno vuelo y detenidas para siempre.“
„Eso es: Estrella número 87.432.004.556.342, nombre… Jenathan. Llega un momento en que se acaban los nombres, y una estrella es algo demasido hermoso como para ser bautizado con un frío número, ¿no crees?“
„¡Pero qué te has creído! ¡Yo sí que he sufrido, no te imaginas cuánto! ¡He pasado hambre y frío, he pasado miedo, he estado a punto de morir! ¡Me he dejado los pies caminando detrás de ti y he perdido a un buen amigo cuyo único error fue acompañarme en mi viaje! ¿Y te atreves a hablarme de dolor? ¿Qué sabes tú del dolor?“
„Vivir la vida, eso no tiene precio. Quien no haya pasado nunca frío no apreciará el valor de una hoguera. Quien nunca haya llorado no disfrutará de los momentos de risas. Quien no haya pasado hambre no valorará un plato de estofado caliente. Quien no conozca la muerte no sentirá amor por la vida. Esto es lo que Maga me enseñó.“
„Se detuvo y contempló las copas de los álamos, mecidas por el viento, con sus hojas mojadas y relucientes bajo el sol frío, y comprendió que no la perdonarían, que todo el mundo sería inmisericorde con ella, como ese cielo y ese follaje.“
„Quisiera recordar – dijo Ylla rompiendo el silencio y mirando a lo lejos, más allá de la figura de su marido, frío, erguido, de mirada amarilla.- ¿Qué quisieras recordar? – preguntó el señor K bebiendo un poco de vino.- Aquella canción – respondió Ylla -, aquella dulce y hermosa canción. Cerró los ojos y tarareó algo, pero no la canción. – La he olvidado y no se por qué. No quisiera olvidarla. Quisiera recordarla siempre.Movió las manos, como si el ritmo pudiera ayudarle a recordar la canción.Luego se recostó en su silla.- No puedo acordarme – dijo, y se echó a llorar.- ¿Por qué lloras? – le preguntó su marido.- No sé, no sé, no puedo contenerme. Estoy triste y no sé por qué. Lloro y no sé por qué.Lloraba con el rostro entre las manos; los hombros sacudidos por los sollozos.- Mañana te sentirás mejor – le dijo su marido.Ylla no lo miró. Miró únicamente el desierto vacío y las brillantísimas estrellas que aparecían ahora en el cielo negro, y a lo lejos se oyó el ruido creciente del viento y de las aguas frías que se agitaban en los largos canales. Cerró los ojos, estremeciéndose.- Sí – dijo -, mañana me sentiré mejor…“
„La ciencia, el arte, la justicia, la cortesía, la religión son órbitas de la realidad que nos invaden bárbaramente nuestra persona como hace el hambre y el frío; sólo existen para quien tiene voluntad de ellas.“
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