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Relacionado con: ladrón
„No hay mayor ni más sutil ladrón que el doméstico.“
„Es más sensato quedarse con la fama de tacaño, que genera una mala fama sin odio, que por buscar la reputación de liberal, ganarse la fama de ladrón que genera mala fama y odio a la vez; se debe ocultar el liberalismo.“
„Quien tiene fuerzas, roba; quien tiene armas, mata; quien está seguro de la impunidad, se hace ladrón y asesina. No hay otra moral que la de los lobos, otro código que el de los buitres.“
„La mujer es, por esencia y necesidad, una parásita, un disfrutadora, una ladrona.“
„Tal como Liesel descubrió, un buen ladrón necesita muchas cosas.Sigilo. Audacia. Resolución.Sin embargo, mucho más importante que todo lo demás era un último requisito: la suerte.“
„Si hubiera podido ver arrodillada a la ladrona de libros junto a su cuerpo diezmado, habría gritado de alegría y girado sobre sí mismo y sonreído. Le habría encantado contemplarla besándole los polvorientos labios devastados por las bombas. Sí, lo sé. En la profunda oscuridad de mi corazón de siniestros latidos, lo sé. Le habría gustado, sin duda. ¿Lo ves? Hasta la muerte tiene corazón.“
„«LA LADRONA DE LIBROS» ÚLTIMA LÍNEA «He odiado las palabras y las he amado, y espero haber estado a su altura.»“
„La ladrona de libros había dado su primer golpe: sería el comienzo de una ilustre carrera.“
„Quise decirle muchas cosas a la ladrona de libros, sobre la belleza y la crueldad, pero ¿qué podía contarle sobre todo eso que ella no supiera? Quise explicarle que no dejo de sobreestimar e infravalorar a la raza humana, que pocas veces me limito únicamente a valoraría. Quise preguntarle cómo un mismo hecho puede ser espléndido y terrible a la vez, y una misma palabra, dura y sublime. Sin embargo, no abrí la boca. Sólo conseguí hablar para confiarle a Liesel Meminger la única verdad que hago mía. Se lo dije a la ladrona de libros, y ahora te lo digo a ti.ÚLTIMA NOTA DE LA NARRADORALos humanos me acechan.“
„Rudy Steiner temía el beso de la ladrona de libros. Debía de haberlo deseado con todas sus fuerzas. Debió de haberla querido con todo su corazón. Tanto, que nunca más volvería a pedírselo y se iría a la tumba sin él.“
„Por encima de todo, la ladrona de libros ansiaba volver al sótano a escribir o leer su historia una vez más. Ahora que lo pienso, sin duda se le veía en la cara. Se moría de ganas de reencontrar esa seguridad, ese hogar, pero era incapaz de moverse. Además, el sótano ya no existía. Era parte del paisaje desvastado.“
„Él era el chalado que se había pintado de negro y había desafiado al mundo. Ella la ladrona de libros, sin palabras.“
„Ella era una ladrona de libros.Él asaltaba el cielo.“
„Se dice que los ladrones respetan la propiedad. Sólo desean que la ajena se convierta en propia para respetarla mejor.“
„¿El signo de dólar? Desde luego, importa mucho. Se encuentra en el chaleco de todas las figuras obesas con cara de cerdo que figuran en todos los chistes ilustrados, siempre que se trate de representar a un bandido, un oportunista o un ladrón. Es decir, sirve como la marca del mal.“
„La libertad que buscas es libertad del hecho de que si tu riqueza la hiciste robando, eres un ladrón, no importa cuánto dones a la caridad o cuántas plegarias recites;“
„No temamos nunca a los ladrones ni a los asesinos; éstos no son más que los peligros exteriores, los pequeños peligros. Temámonos a nosotros mismos. Los prejuicios: éstos son los ladrones más temibles; los vicios: éstos los asesinos. Los grandes peligros están dentro de nosotros.“
„No temamos nunca a los ladrones ni a los asesinos. Temamonos a nosotros mismos, porque los grandes peligros se encuentran dentro de nosotros“
„No temamos nunca ni a los ladrones ni a los asesinos: esos son los peligros exteriores, los pequeños peligros. Temámonos a nosotros mismos. Las preocupaciones, esas son los ladrones: los vicios, esos son los asesinos. Los grandes peligros existen dentro de nosotros. ¿Qué importa lo que amenaza a nuestra cabeza o a nuestra bolsa? Pensemos con preferencia en lo que amenaza a nuestra alma.“
„Era un poco como robar. Era exactamente como robar. Era de hecho, robar. Pero no había ninguna ley que lo prohibiera porque nadie sabía que el crimen existía, ¿y acaso se podía llamar robo cuando nadie echaba de menos lo robado? ¿Y acaso era robar si se robaba a unos ladrones? En cualquier caso, toda propiedad es un robo, salvo la mía“
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