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Relacionado con: santo
„En Dios encontramos el escape, porque Él ha enviado al Espíritu Santo a reunir nuestros corazones y corregir nuestra forma de pensar. Él puede desarmar nuestro sistema de pensamiento basado en el miedo y reemplazarlo por un sistema de pensamiento basado en el amor. Él nos dará una mente nueva.“
„La razón posee una naturaleza pulcra y hacendosa y siempre se esfuerza por llenar de causas y efectos todos los misterios con los que se topa, al contrario de la imaginación (la loca de la casa, como la llamaba Santa Teresa de Jesús), que es pura desmesura y deslumbrante caos.“
„Santos tiene que decidir si es un presidente reformador, que lo llevaría a ser el presidente de la paz, o es si el presidente del estatus quo, que lo llevaría a ser el de la guerra.“
„Escuchael rumor escuchalas cadenas que lleva el torrenteoye, mirael terror cabalga en aras de bayonetaNos cubrieron con lazos de dolornos robaron el lenguaje de los astrosEn la negritud se volcó la imagennos rompieron los cráneosy mis cabellos bañan la simienteSe crecieron las negras raícesSerpiente verdesmeraldaformada de cristal de gritosNos negaron el silencioy nos acogotaron con sus voces•Eduardo Santos, de la Facultad de Comercio de la UNAM,, vol. XXIII, n. 1, septiembre de 1968“
„No os lo vais a creer, pero ayer por la noche, a eso de las cuatro de la madrugada, vi en la tele una película que era mi biografía o mi autobiografía o un resumen de mis días en el puto planeta Tierra. Me cago en la hostia santa, el susto que me dio casi me hizo que me cayera del sillón.“
„… y un viento fuerte, que venía del oeste, se fue a estrellar contra la falda de las montañas del este, levantando polvo y hojas de periódico y cartones tirados en la calle a su paso por Santa Teresa y moviendo la ropa que Rosa había colgado en el jardín trasero, como si el viento, ese viento joven y enérgico y de tan corta vida, se probara las camisas y pantalones de Amalfitano y se metiera dentro de las bragas de su hija y leyera algunas páginas del Testamento geométrico a ver si por allí había algo que le fuera a ser de utilidad, algo que le explicara el paisaje tan curioso de calles y casas a través de las cuales estaba galopando o que lo explicara a él mismo como viento.“
„que en esa remota Orbajosa, donde, entre paréntesis, tienes fincas que puedes examinar ahora, se pasa la vida con la tranquilidad y dulzura de los idilios. ¡Qué patriarcales costumbres! ¡Qué nobleza en aquella sencillez! ¡Qué rústica paz virgiliana! Si en vez de ser matemático fueras latinista, repetirías al entrar allí el ergo tua rura manebunt. ¡Qué admirable lugar para dedicarse a la contemplación de nuestra propia alma y prepararse a las buenas obras! Allí todo es bondad, honradez; allí no se conocen la mentira y la farsa como en nuestras grandes ciudades; allí renacen las santas inclinaciones que el bullicio de la moderna vida ahoga; allí despierta la dormida fe, y se siente vivo impulso indefinible dentro del pecho, al modo de pueril impaciencia que en el fondo de nuestra alma grita: «quiero vivir».“
„En su cerrada mollera no entraban ni podían entrar otras luces sobre el santo ejercicio de la caridad; no comprendía que una palabra cariñosa, un halago, un trato delicado y amante que hicieran olvidar al pequeño su pequeñez, al miserable su miseria, son heroísmos de más precio que el bodrio sobrante de una mala comida.“
„Por mi raza de bronce hablará el Espíritu Santo“
„No entendiendo pues estos maestros espirituales las almas que van en esta contemplación quieta y solitaria, por no haber ellos llegado a ella, piensan que están ociosas, y les estorban e impiden la paz de la contemplación sosegada y quieta, que de suyo les estaba Dios dando, haciéndoles ir por el camino de discurso imaginario y que hagan actos interiores, en lo cual hallan entonces las dichas almas gran repugnancia, sequedad y distracción, porque se querrían ellas estar en su ocio santo y recogimiento quieto y pacífico. Estos espirituales no quieren que el alma repose ni quiete, sino que siempre trabaje y obre de manera que no dé lugar a que Dios obre, y que lo que él va obrando se deshaga y borre con la operación del alma.“
„Santa Epifania de la Malasia, que suerte tengo para las desgracias.“
„No se puede vivir sin héroes, santos ni mártires». (Antes del fin, 1999).“
„La dura realidad es una desoladora confusión de hermosos ideales y torpes realizaciones, pero siempre habrá algunos empecinados, héroes, santos y artistas, que en sus vidas y en sus obras alcanzan pedazos del Absoluto, que nos ayudan a soportar las repugnantes relatividades.“
„Dios, que habita en su santo templo, es padre de los huérfanos y defensor de las viudas; Dios da a los solitarios un hogar donde vivir, libera a los prisioneros y les da prosperidad. SALMOS 68.5–6 (DHH)“
„Pero se podría, tal vez, profundizar algo más el tema de la composición de novelas y el efecto del sexo sobre el novelista. Si uno cierra los ojos y piensa en la novela como un todo, parece una creación que repite la vida como un espejo, aunque por cierto, con simplificaciones y deformaciones innumerables. De cualquier modo, es una estructura que deja una forma en la mente, edificada a veces en cuadros, a veces como una pagoda, a veces proyectando alas y arcadas, a veces macizamente compacta y abovedada como la Catedral de Santa Sofía en Constantinopla. Esa forma, pensé, recordando ciertas novelas famosas, despierta en uno la clase de emoción apropiada. Pero esa emoción enseguida se mezcla con otras, porque la «forma» no está hecha por la relación de una piedra con otra piedra, sino por la relación de un ser humano con otro ser humano. Por eso una novela despierta en nosotros toda clase de emociones opuestas y antagónicas. La vida entra en conflicto con algo que no es la vida. De ahí la dificultad de llegar a un acuerdo sobre las novelas, y el dominio inmenso que tienen sobre nosotros nuestros prejuicios íntimos“
„E mentres pronunciaba afectadamente estas palabras, horrorizouna decatarse da baixa opinión que se estaba a formar do outro sexo, o masculino, ao que unha vez sentira o orgullo de pertencer: «Caer dun mastro», pensou, » por verlle os nocellos a unha muller; vestirse de Guy Fawkes e percorrer as rúas para que as mulleres te admiren; privar á muller de educación para que non se ría de ti; ser escravo da maior miñaxoia con enaguas e aínda así andar por ahí coma se foses o Señor da creación. Santo ceo!», pensou, «como se rin de nós… canta risa damos!“
„Es casi milagroso que los métodos modernos de instrucción no hayan conseguido ahogar por completo la santa curiosidad de la investigación, pues la principal necesidad de tan delicada planta, aparte del estímulo inicial, es la libertad. Sin ésta, corre seguro peligro de muerte y creo que incluso puede despojarse de su voracidad a un animal de presa sano si se le obliga a comer a golpes de látigo con hambre o sin ella…“
„examinó en la penumbra del local las plateadas telarañas que caían del techo, las añosas estanterías con bolsitas de perejil, romero, culantro, menta, y las cajas con clavos, tornillos, granos, ojales, botones, entre estampas e imágenes de vírgenes, cristos, santos y santas, beatos y beatas, recortados de revistas y periódicos, algunas con velitas prendidas y otras con adornos que incluían rosarios, detentes y flores de cera y de papel.“
„En 1875 Oscar Hertwig descubrió la fecundación del óvulo por el espermatozoide. Entonces empezamos a saber de dónde veníamos. Ni Sócrates, ni Platón, ni Aristóteles, ni Newton, ni Descartes, ni Kant, ni Mozart, ni Napoleón lo supieron: vivieron y murieron como los santos inocentes, sin saber.“
„La puta, la gran puta, la grandísima puta, la santurrona, la simoníaca, la inquisidora, la falsificadora, la asesina, la fea, la loca, la mala; la del Santo Oficio y el Índice de Libros Prohibidos; la de las Cruzadas y la noche de San Bartolomé; la que saqueó Constantinopla y bañó de sangre Jerusalén; la que exterminó a albigenses y a los veinte mil habitantes de Beziers; la que arrasó con las culturas indígenas de América; la que quemó a Segarelli en Parma, a Juan Hus en Constanza y a Giordano Bruno en Roma; la detractora de laciencia, la enemiga de la verdad, la adulteradora de la Historia; la perseguidora de judíos, la encendedora de hogueras, la quemadora de herejes y brujas…“
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