Juegos
Todos los emojis
Citas
Blog
Página de inicio
»
siguiente
»
Página 3
Relacionado con: siguiente
„Para algunos la vida es cabalgar un camino empedrado de horas, minutos y segundos. Y yo, que máshumilde soy, solo pido que la ola que surge del último suspiro de un segundo me transportemecido hasta el siguiente.“
„Y si fuera mi vida una escalera me la he pasao entera buscando el siguiente escalón, convencido de que estás en el tejado esperando a ver si llego yo.“
„Siempre me preocupó el problema el mal, cuando desde chico me ponía al lado de un hormiguero, armado de un martillo y empezaba a matar bichos sin ton ni son. El pánico se apoderaba de los sobrevivientes, que corrían en cualquier sentido Luego echaba agua con la manguera. ¡Inundación! Ya me imaginaba las escenas dentro, obras de emergencia, las corridas, las órdenes y contraórdenes para salvar depósitos de alimentos, huevos, seguridad de reinas, etc. Finalmente, con una pala removía todo, abría grandes boquetes, buscaba las cuevas y destruía frenéticamente: Catástrofe General. Después me ponía a cavilar sobra el sentido general de la existencia, y pensar sobre nuestras propias inundaciones y terremotos. Así fui elaborando una serie de teorías, pues la idea de que estuviéramos gobernados por un dios omnipotente, omnisciente y bondadoso, me parecía tan contradictoria que ni siquiera creía que se pudiese tomar en serio. Concluí elaborando las siguientes posibilidades: 1ª-Dios no existe. 2ª-Dios existe y es un canalla. 3ª-Dios existe, pero a veces duerme: sus pesadillas son nuestra existencia. 4ª-Dios existe, pero tiene accesos de locura, esos accesos son nuestra existencia. 5ª-Dios no es omnipresente: no puede estar en todas partes. 6ª-Dios es un pobre diablo, con un problema demasiado grande para sus fuerzas. Lucha contra la materia como un artista con su obra. Algunas veces, en algún momento, logra ser Goya, pero generalmente es un desastre.“
„Cada instante aparece para traer los siguientes. Me aferro a cada instante con toda el alma; sé que es único, irremplazable, y sin embargo no movería un dedo para impedir su aniquilación.“
„He pensado lo siguiente: para que el suceso más trivial se convierta en aventura, es necesario y suficiente. Es esto lo que engaña a la gente: el hombre es siempre un narrador de historias; vive rodeado de sus historias y trata de vivir su vida como si la contara.Pero hay que escoger: o vivir o contar.“
„Algo comienza para terminar; la aventura no admite añadiduras; sólo cobra sentido con su muerte. Hacia esta muerte, que acaso sea también la mía, me veo arrastrado irreversiblemente. Cada instante aparece para traer los siguientes. Me aferro a cada instante con toda el alma; sé que es único, irreemplazable, y, sin embargo, no movería un dedo para impedir su aniquilación.“
„La contraseña secreta que cada generación trasmite, disimuladamente, a la siguiente, es el aborrecimiento, el odio, la desesperación.“
„Los consumidores modernos pueden identificarse con la formula siguiente: yo soy = lo que tengo y lo que consumo.“
„El hombre sólo puede ser humano en un clima en el que pueda esperar que él y sus hijos vivirán para ver el año siguiente y muchos más años por vivir.“
„Quiero decir lo siguiente: que si las partes elementales de aquí y las del otro mundo se relacionan entre sí de manera semejante, entonces lo que se sustraiga de las de aquí no se relacionará en absoluto con las de cualquier otro mundo de manera diferente de como se relacione con las del suyo, sino de la misma manera: pues específicamente no difieren entre sí en nada.“
„Partamos del siguiente principio: imposible y falso no significan lo mismo.“
„Desde siempre he sido una firme creyente en Dios, sabía que Él estaba conmigo, y sólo Él podría ayudarme a superar ese siguiente paso.“
„…la fugacidad de la vida humana a mi no me inquieta; me inquieta la fugacidad de la muerte: esta prisa que tienen aquí para olvidar. El muerto más importante lo borra el siguiente partido de fútbol…“
„Creo que la primera lectura es la verdadera, y que en las siguientes nos engañamos a nosotros mismos con la creencia de que se repite la sensación, la impresión.“
„Te amaré, te amaré como al mundo, te amaré aunque tenga final, te amaré, te amaré en lo profundo. Te amaré como tengo que amar, te amaré, te amaré como pueda, te amaré, aunque no sea la paz. Te amaré, te amaré lo que queda, te amaré cuando acabe de amar. Te amaré, te amaré si estoy muerto, te amaré el día siguiente además, te amaré, te amaré como siento, te amaré con adiós, con jamás. Te amaré, te amaré junto al viento, te amaré como único ser. Te amaré hasta el fin de los tiempos, te amaré, y después, te amaré.“
„El deber de los escritores no es conservar el lenguaje sino abrirle camino en la historia. Los gramáticos revientan de ira con nuestros desatinos pero los del siglo siguiente los recogen como genialidades de la lengua. De modo que tranquilos todos: no hay pleito. Nos vemos en el tercer milenio“
„La persistencia de su recuerdo le aumentaba la rabia. Cuando despertó pensando en él, al día siguiente del entierro, logró quitarselo de la memoria con un simple gesto de la voluntad. Pero la rabia volvía siempre, y muy pronto se dio cuenta que el deseo de olvidarlo era el más fuerte estímulo para recordarlo. Entonces se atrevió a evocar por primera vez, vencida por la nostalgia, los tiempos ilusorios de aquel amor irreal“
„La mayoría de ellas entraba en el cuarto en la oscuridad y se iban antes del alba, y al día siguiente eran apenas un poco de tedio en la memoria corporal. El único afecto que prevalecía contra el tiempo y la guerra, fue el que sintió por su hermano José Arcadio, cuando ambos eran niños, y no estaba fundado en el amor, sino en la complicidad.“
„Antes de volver a casa al día siguiente escribí en el espejo con el lápiz de labios: Niña mía, estamos solos en el mundo.“
„No le dijo a nadie que se iba, no se despidió de nadie, con el hermetismo férreo con que sólo le reveló a la madre el secreto de su pasión reprimida, pero a la víspera del viaje cometió a conciencia una locura última del corazón que bien pudo costarle la vida. Se puso a la medianoche su traje de domingo, y tocó a solas bajo el balcón de Fermina Daza el valse de amor que había compuesto para ella, que sólo ellos dos conocían y que fue durante tres años el emblema de su complicidad contrariada. Lo tocó murmurando la letra, con el violín bañado en lágrimas, y con una inspiración tan intensa que a los primeros compases empezaron a ladrar los perros de la calle, y luego los de la ciudad, pero después se fueron callando poco a poco por el hechizo de la música, y el valse terminó con un silencio sobrenatural. El balcón no se abrió, ni nadie se asomó a la calle, ni siquiera el sereno que casi siempre acudía con su candil tratando de medrar con las migajas de las serenatas. El acto fue un conjuro de alivio para Florentino Ariza, pues cuando guardó el violín en el estuche y se alejó por las calles muertas sin mirar hacia atrás, no sentía ya que se iba la mañana siguiente, sino que se había ido desde hacía muchos años con la disposición irrevocable de no volver jamás..“
Anteriores
1
2
3
4
5
Siguientes