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„He aquí otra pregunta que tengo, ¿por qué cuando somos nosotros, lo llamamos aborto, pero cuando es un pollo lo llamamos tortilla? ¿Acaso somos de repente mejores que los pollos? Mientras esto sucedía, nosotros estábamos pasando pollos a mejor vida. Díganme 6 razones por las cuales somos mejores que los pollos. Ven, ¡nadie puede decírmelas! ¿Saben por qué? Porque los pollos son gente decente. Uno no ve pollos andando por ahí con una pandilla de drogadictos, ¿los han visto?, no, uno nunca ha visto a un pollo amarrar a una silla a un tipo y conectarle las pelotas a la batería de un coche, ¿o si? cuando fue la última vez que escucharon a un gallo que llegó a la casa después de trabajar y le sacó la mierda a patadas a su gallina, ¿eh? nunca, porque los pollos son gente decente.“
„La soberanía significa la voluntad última de una colectividad… la voluntad radical y sin reservas de formar una comunidad de destino histórico… Y si algunos en Cataluña, o hay muchos, que quieran desjuntarse de España, que quieran escindir la soberanía… es mucho más numeroso el bloque de los españoles resueltos a continuar reunidos con los catalanes en todas las salas sagradas de esencial decisión… por este camino iríamos derechos y rápidos a una catástrofe nacional.“
„El proceso de desintegración avanza en riguroso orden desde la periferia al centro, de forma que el desprendimiento de las últimas posesiones ultramarinas parece ser la señal para el comienzo de la dispersión intrapeninsular.“
„Toda conversación tiene un momento favorable en que poder terminarla; no lo desperdicies. Las últimas palabras son de efectos más duraderos que las primeras, por lo que deben ser particularmente bien ponderadas.“
„De hecho, el desarme (nuclear) es, desde todos los puntos de vista de la libertad, la más alta de todas las metas políticas del mundo moderno. Precisamente porque el asesinato es un crimen más odioso que el latrocinio, el asesinato masivo -de tal alcance que puede alcanzar a amenazar a la civilización humana y a la supervivencia misma de la humanidad- es el peor de cuantos crímenes se pueden imaginar. Y ocurre que, en nuestros días, se trata de un crimen perfectamente posible. ¿Es qué los libertarios deben mostrarse indignados por los controles de los precios o por el impuesto sobre la renta mientras se encogen de hombros o defienden incluso positivamente el crimen último y definitivo del asesinato masivo?“
„¡Oh noche! ¡Oh refrescantes tinieblas! ¡Sois para mí señal de fiesta interior, sois liberación de una angustia! ¡En la soledad de las llanuras, en los laberintos pedregosos de una capital, centelleo de estrellas, explosión de linternas, sois el fuego de artificio de la diosa Libertad!¡Crepúsculo, cuán dulce y tierno eres! Los resplandores sonrosados que se arrastran aún por el horizonte, como agonizar del día bajo la opresión victoriosa de su noche, las almas de los candelabros que ponen manchas de un rojo opaco en las últimas glorias del Poniente, los pesados cortinajes que corro una mano invisible de las profundidades del Oriente, inician todos los sentimientos complicados que luchan dentro del corazón del hombre en las horas solemnes de la vida.“
„Su antepasado Sebastián d’Anconia había salido de España varios siglos atrás, en una época en que aquél era el país más poderoso del mundo, y aquel hombre era uno de sus personajes más orgullosos. Había tenido que marcharse cuando un alto funcionario de la Inquisición le había sugerido ciertos cambios en su manera de actuar durante una cena en la corte, y Sebastián d’Anconia le había arrojado un vaso de vino a la cara. Había logrado escapar, dejando atrás su fortuna, sus fincas, su palacio de mármol y la mujer a la que amaba, y había partido hacia un nuevo mundo. Su primera propiedad en la Argentina fue una cabaña de madera a los pies de los Andes. El sol resplandecía como un faro sobre el escudo de plata de los d’Anconia, clavado sobre la puerta, mientras Sebastián d’Anconia excavaba la tierra en busca de cobre en su primera mina. Pasó varios años, pico en mano, rompiendo rocas desde el amanecer hasta la puesta del sol, con ayuda de unos cuantos aventureros, desertores del ejército español, convictos fugados e indígenas hambrientos. Quince años después de haber salido de España, Sebastián d’Anconia mandó buscar a la mujer que amaba y que lo estaba esperando. Al llegar, ella encontró el escudo de plata sobre la entrada de un palacio de mármol, en medio de un inmenso jardín, y, más lejos, las montañas estriadas por las rojas vetas del metal. La tomó en sus brazos para cruzar el umbral y a ella le pareció más joven que cuando lo había visto por última vez.“
„Quizás la última moda cultural contra la cual uno puede argumentar sea Karl Marx. ¿Pero Freud o John Rawls? Argumentar con tales personas es concederles la premisa que ellos tratan de refutar con todo su esfuerzo: que la razón tienen algo que ver con sus teorías.“
„Si viese usted a Atlas, el gigante que sostiene al mundo sobre sus hombros, si usted viese que él estuviese de pie, con la sangre latiendo en su pecho, con sus rodillas doblándose, con sus brazos temblando, pero todavía intentando mantener al mundo en lo alto con sus últimas fuerzas, y cuanto mayor sea su esfuerzo, mayor es el peso que el mundo carga sobre sus hombros, ¿qué le diría usted que hiciese? […] Que se rebele.“
„Suponga que usted se encuentra con un hombre joven, retorcido y atormentado, y trata de entender su comportamiento, y descubre que ha sido criado por un monstruo que odia a la humanidad y que ha trabajado sistemáticamente para paralizar su mente, destruir su auto-confianza, cegar su capacidad de disfrutar y bloquear todo intento de escapatoria. Usted se daría cuenta de que nada podría hacerse con ese hombre o por ese hombre y que nada podría esperarse de él hasta que se le hubiese apartado de la influencia de el monstruo. La civilización occidental está en la posición de ese hombre joven. El monstruo es Immanuel Kant. He mencionado en varios artículos que Kant es el principal destructor del mundo moderno. Mi preocupación primaria, no obstante, no es la de enredarme en polémicas, sino en presentar una aproximación racional a la filosofía, limpia de cualquier influencia kantiana, y también el indicar la conexión con la vida de el hombre aquí, en la tierra- una conexión que Kant ha cortado. Es inútil el estar contra nada, a menos que uno conozca a favor de qué está […] Uno no puede empezar con o construir sobre un negativo; solamente estableciendo lo que es bueno uno puede saber lo qué es malvado y por qué […] Todos los retorcimientos irracionales de la filosofía contemporánea son kantianos en su origen. El resultado último es el presente estado de el mundo.“
„Se pueden repetir los mismos milagros una y otra vez mientras nadie recuerde la última vez“
„La primera regla del Club de la lucha es: nadie habla sobre el Club de la lucha. La segunda regla del Club de la lucha es: NADIE habla sobre el Club de la lucha. La tercera regla es: la pelea termina cuando uno de los contendientes grita «alto», pierde la vertical o hace una señal. La cuarta regla: sólo dos personas por pelea. La quinta regla: sólo una pelea a la vez. La sexta regla: se pelea sin camisa y sin zapatos. La séptima regla: cada pelea dura lo que tiene que durar. La octava y última regla: si ésta es tu primera noche en el Club de la lucha, entonces tienes que pelear.“
„Me duele el dolor del hombre con su eterna fatiga de deseos y su relatividad última.“
„Oso testigo de que he vivido como un filósofo, y muerto como un cristiano.» Sus ultimas palabras según el Príncipe de Ligne.“
„Pelearé hasta el último segundo, y mi epitafio será: «No estoy de acuerdo.“
„El hombre sólo será libre cuando el último rey sea ahorcado con las tripas del último sacerdote.“
„Los médicos trabajan para conservarnos la salud, y los cocineros para destruirla, pero estos últimos están más seguros de lograr su intento.“
„Probablemente el último sonido antes de que el Universo se repliegue sobre sí mismo, será alguien diciendo: «¿Qué ocurre si aprieto esto?.“
„Las últimas palabras de muchos señores antiguos han sido: «No puedes matarme porque llevo una armadura máaaargh“
„Mañana…tal vez las armas no serán más que palabras. Las palabras más abundantes, las más rápidas o las últimas. Mire por la ventana. Dígame qué ve.“
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