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Relacionado con: cielo
„Dura es la ley de amor, pero por dura que sea, hay que obedecerla, pues la tierra y el cielo por ella están unidos desde el fondo de las edades.“
„Una hora de alegría es algo que robamos al dolor y a la muerte, y el cielo nos recuerda pronto nuestro destino.“
„Yo no sé si continuará siendo más fácil que entre un camello por el ojo de una aguja que un rico en el reino de los cielos; pero un camello cargado de dinero entra por todas partes.“
„Jehová está en su santo templo.Jehová… en los cielos está su trono.Sus propios ojos contemplan, sus propios ojos radiantes examinan a los hijos de los hombres.Jehová mismo examina al justo así como al inicuo,y Su alma ciertamente odia a cualquiera que ama la violencia.“
„El amor es la última filosofía de la tierra y del cielo.“
„En mis viajes, descubrí que quienes mantienen la mirada en el cielo, permanecen serenos y alegres en el día más oscuro.“
„¿Para qué engañarse? Vivimos en una democracia secuestrada por el poder económico, esto todo el mundo lo sabe. ¿Fueron los gobiernos los que decidieron hacer del empleo precario algo que se convertiría en “normalidad” social y el contrato basura en operación corriente? ¿O ha sido el poder económico que, en nombre y para mayor gloria del santísimo Lucro, lo ha impuesto a los gobiernos y a toda la sociedad? ¿De dónde cayó esa plaga? ¿Del cielo o de los señores del dinero?“
„Si las conociéramos, las cosas del cielo tendrían otros nombres.“
„Todo cielo tiene su lucifer y todo paraíso su tentación.“
„En la horca negra bailan, amable manco,bailan los paladines,los descarnados danzarines del diablo;danzan que danzan sin finlos esqueletos de Saladín.¡Monseñor Belzebú tira de la corbatade sus títeres negros, que al cielo gesticulan,y al darles en la frente un buen zapatillazoles obliga a bailar ritmos de Villancico!“
„Aquí abajo, no podemos fiamos de nadie; los mortales no acarician nunca con dicha sincera;incluso del olor de la flor brota un algo amargo;y los corazones agitados sólo gozan de alegrías tristes;nunca la alegría reconforta sin nubes y una lágrima luce en la risa que duda.¿Acaso tu frente pura tiene que ajarse en esta vida amarga, las preocupaciones turbar los llantos de tus ojos color cielo y la sombra del ciprés dispersar las rosas de tu cara?¡No ocurrirá! te llevaré conmigo a las tierras celestes,para que unas tu voz al concierto de los habitantes del cielo.Velarás por los hombres que se han quedado aquí abajo.¡Vamos! Una Divinidad rompe los lazos que te atan a la vida.“
„«—Ves a ese elegante joven, penetrando en la hermosa y calma mansión: se llama Duval, Dufour, Armando, Mauricio, ¿qué sé yo? Una mujer se ha consagrado a querer a ese maligno idiota: está muerta, con seguridad ahora es una santa en el cielo. Tú me matarás como él mató a esa mujer. Es nuestro destino, el destino de los corazones caritativos…» ¡Ay! algunos días se le antojaba que todos los hombres laboriosos eran juguetes de delirios grotescos; se reía largo rato, espantosamente. Luego recobraba sus modales de joven madre, de hermana querida. ¡Si fuera menos salvaje, estaríamos salvados! Pero su dulzura también es mortal. Yo estoy sometida a él. ¡Ah! ¡Si seré loca!“
„EL MALMientras que los gargajos rojos de la metrallasilban surcando el cielo azul, día tras día,y que, escarlata o verdes, cerca del rey que ríese hunden batallones que el fuego incendia en masa;mientras que una locura desenfrenada aplastay convierte en mantillo humeante a mil hombres;¡pobres muertos! sumidos en estío, en la yerba,en tu gozo, Natura, que santa los creaste,existe un Dios que ríe en los adamascadosdel altar, al incienso, a los cálices de oro,que acunado en Hosannas dulcemente se duerme.Pero se sobresalta, cuando madres uncidasa la angustia y que lloran bajo sus cofias negrasle ofrecen un ochavo envuelto en su pañuelo.“
„¡Hurra!, alegres danzantes que perdisteis la panza,trenzad vuestras cabriolas pues el tablao es amplio,¡Que no sepan, por Dios, si es danza o es batalla!¡Furioso, Belzebú rasga sus violines!¡Rudos talones; nunca su sandalia se gasta!Todos se han despojado de su sayo de piel:lo que queda no asusta y se ve sin escándalo.En sus cráneos, la nieve ha puesto un blanco gorro.El cuervo es la cimera de estas cabezas rotas;cuelga un jirón de carne de su flaca barbilla:parecen, cuando giran en sombrías refriegas,rígidos paladines, con bardas de cartón.¡Hurra!, ¡que el cierzo azuza en el vals de los huesos!¡y la horca negra muge cual órgano de hierro!y responden los lobos desde bosques morados:rojo, en el horizonte, el cielo es un infierno…Zarandéame a estos fúnebres capitanesque desgranan, ladinos, con largos dedos rotos,un rosario de amor por sus pálidas vértebras:¡difuntos, que no estamos aquí en un monesterio!“
„¡Oh tristísima Ofelia, bella como la nieve,muerta cuando eras niña, llevada por el río!Y es que los fríos vientos que caen de Noruegate habían susurrado la adusta libertad.Y es que un arcano soplo, al blandir tu melena,en tu mente traspuesta metió voces extrañas;y es que tu corazón escuchaba el lamentode la Naturaleza —son de árboles y noches.Y es que la voz del mar, como inmenso jadeorompió tu corazón manso y tierno de niña;y es que un día de abril, un bello infante pálido,un loco misterioso, a tus pies se sentó.Cielo, Amor, Libertad: ¡qué sueño, oh pobre Loca!Te fundías en él como nieve en el fuego;tus visiones, enormes, ahogaban tu palabra.—Y el terrible Infinito espantó tu ojo azul.“
„¡Si el tiempo retomara, el tiempo que ya fue…!—¡El Hombre está acabado, se acabó su teatro!Y un día, a plena luz, harto de romper ídolos,libre renacerá, libre de tantos dioses,buceando en los cielos, pues pertenece al cielo.¡El Ideal, eterno pensamiento invencible,ese dios que se agita en la camal arcilla,subirá, subirá, y arderá en su cabeza!Y, cuando lo sorprendas mirando el horizonte,libre de viejos yugos que desprecia sin miedos,vendrás a concederle la santa Redención[91]—Espléndida, radiante, del seno de los maresnacerás, derramando por el vasto Universoel Amor infinito en su infinita risa:el Mundo vibrará como una lira inmensaen el temblor sin límites de un beso repetido.—El Mundo está sediento de Amor: aplácalo.“
„El otoño. Nuestra barca en lo alto de las brumas inmóviles vira hacia el puerto de la miseria, la ciudad enorme de cielo manchado de fuego y lodo. ¡Ah! ¡los harapos podridos, el pan empapado en lluvia, la embriagues, los mil amores que me han crucificado! ¿No acabará nunca esta vampira, soberana de millones de almas y de cuerpos muertos y que serán juzgados! Vuelvo a verme, la piel devorada por el fango y la peste, lleno de gusanos los cabellos y las axilas y con gusanos aún mayores en el corazón, tendido entre desconocidos sin edad, sin sentimiento… Hubiera podido morir allí… ¡Horrible evocación! Execro la miseria.“
„Cielo o infierno lo mismo da.“
„Si se paraba un momento a pensar, se sentiría aterrorizada por el futuro, pero ahí, en ese preciso momento… se encontraba en el cielo.-Dime que estás conmigo-le pidió ella.Aidan la besó en la boca con una ternura desgarradora.-Estoy contigo.Era sólo por ahora. Pero, por ahora, era suficiente“
„Tú no me perderías nunca, cielo-me aseguró-. Dondequiera que vayas, por lejos que sea, allí estaré yo contigo.“
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