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Relacionado con: muerte
„Mataron a Federico cuando la luz asomaba. / El pelotón de verdugos no osó mirarle la casra. / Todos cerraron los ojos; / rezaron: ¡ni Dios te salva! / Muerto cayó Federico / -sangre en la frente y plomo en las entrañas- / Que fue en Granada el crimen / sabed -¡pobre Granada-, en su Granada“
„¿La muerte es el motor de la historia en Colombia?“
„Hay una ciudad que traduzco del griego cuando estoy en el colegio. Es la Troya de Homero, la Troya asediada; después yo vivo un Beirut asediado en el año 1976 y un Sarajevo asediado en 1990, 91 y 92. Yo tengo una visión de la ciudad como sitio peligroso, lleno de ángulos vivos y ángulos muertos. Esa visión de la topografía de la ciudad como un lugar con reglas propias la tengo por mi biografía como reportero y como lector.“
„Por desconfiar, todavía no se ha muerto nadie. Llegan“
„quien mata de lejos lo ignora todo sobre el acto de matar. Quien mata de lejos ninguna lección extrae de la vida ni de la muerte: ni arriesga, ni se mancha las manos de sangre, ni escucha la respiración del adversario, ni lee el espanto, el valor o la indiferencia en sus ojos. Quien mata de lejos no prueba su brazo ni su corazón ni su conciencia, ni crea fantasmas que luego acudirán de noche, puntuales a la cita, durante el resto de su vida. Quien mata de lejos es un bellaco que encomienda a otros la tarea sucia y terrible que le es propia. Quien mata de lejos es peor que los otros hombres, porque ignora la cólera, y el odio, y la venganza, y la pasión terrible de la carne y de la sangre en contacto con el acero; pero también ignora la piedad y el remordimiento. Por eso, quien mata de lejos no sabe lo que pierde.“
„Me hubiera gustado ser francés hace unas semanas, el día que entró en vigor la ley prohibiendo el uso del velo en los colegios públicos de allí. En un ejercicio admirable de civismo republicano, los dirigentes musulmanes franceses dijeron a sus correligionarios que, incluso pareciéndoles mal la ley, aquello era Francia, que las leyes estaban para cumplirlas, y que quien se beneficia de una sociedad libre y democrática debe acatar las reglas que permiten a esa sociedad seguir siendo libre y democrática. Así, todo transcurrió con normalidad. Al llegar al cole las chicas se quitaban el velo, o no entraban. Y oigan. No hubo un incidente, ni una declaración pública adversa. Políticos, imanes, alumnos. Ese día, todos de acuerdo: Francia. Y ahora imaginen lo que habría ocurrido aquí en el caso –si hubiese habido cojones para aprobar esa ley, que lo dudo– de prohibirse el velo en las escuelas públicas españolas. Cada autonomía, cada municipio y cada colegio aplicando la norma a su aire, unos sí, otros no, gobierno y oposición mentándose los muertos, policías ante los colegios, demagogia, mala fe, insultos a las niñas con velo, insultos a las niñas sin velo, manifestaciones de padres, de alumnos, de sindicatos y de oenegés lo mismo a favor que en contra, el Pepé clamando Santiago y cierra España, el Pesoe con ochenta y seis posturas distintas según el sitio y la hora del día, los obispos preguntando qué hay de lo mío, ministros, consejeros y presidentes autonómicos compitiendo en decir imbecilidades, Llamazares largando simplezas sobre el federalismo intrínseco del Islam, Maragall afirmando la existencia de un Mahoma catalán soberanista, Ibarretxe diferenciando entre musulmanes a secas y musulmanes y musulmanas vascos y vascas, y los programas rosa de la tele, por supuesto, analizando intelectualmente el asunto.“
„Reunión de pastores, decía el antiguo refrán español, oveja muerta.“
„Y es que la Historia sólo está muerta para los imbéciles, o para los que gallean de nación pero no comparten la palabra: mierdecillas aldeanos que, por defender la memoria propia, niegan y ofenden la de otros. O, peor aún, la memoria que ellos mismos tienen en común con otros; que, además, suele ser casi toda.“
„Así, felices de habernos conocido, seguimos galopando alegremente, toctoc, tocotoc, hacia la nada absoluta. Todavía hay tontos del ciruelo –y tontas del frutal que corresponda– sosteniendo imperturbables que leer en clase en voz alta no es pedagógico. Que ni siquiera leer lo es; ya que, según tales capullos, dedicar demasiado tiempo a la lectura antes de los 14 años hace que los chicos se aíslen del grupo y descuiden las actividades comunes y el buen rollito. Y eso de ir por libre en el cole es mentar la bicha; te convierte en pasto de psicólogos, psicoterapeutas y psicoterapeutos. Cada pequeño cabrón que prefiere leer en su rincón a interactuar adecuadamente en la actividad plástico-formativo-solidaria de su entorno circunflejo, por ejemplo, torpedea que el día de mañana tengamos ciudadanos aborregados, acríticos, ejemplarmente receptivos a la demagogia barata, que es lo que se busca. Mejor un bobo votando según le llenen el pesebre, que un resabiado culto que lo mismo se cisca en tus muertos y vete tú a saber.“
„España se mete en el siglo XVI en una empresa imposible de resolver. Hay dos factores que lo impiden. Por una parte, es demasiado imperio para una monarquía no descentralizada. Desde el Escorial no se puede gobernar todo el imperio, no existe Internet, no existe el teléfono, no existe el telegrama. Y es imposible, por mucha voluntad que se le eche. Por otra parte, el sistema español es absolutamente imperfecto, basado en una política no realista, y la Religión nos machaca. Cuando Felipe II dice que no está dispuesto a ser rey de herejes, ahí está firmando la sentencia de muerte del Imperio. Siempre digo que en Trento nos equivocamos de Dios, apostamos por un Dios reaccionario. El Dios moderno era el del Norte, el luterano, el que permitía negocios, con una burguesía que comerciaba, leía, viajaba, con ventanas abiertas al futuro. En vez de apostar por ese Dios moderno, el que con el tiempo se ha demostrado que tenía posibilidades de futuro, lo hicimos por el oscuro, el reaccionario, el de los prejuicios, las hogueras, el de los confesores diciendo al Rey a quién había que quemar. La Monarquía no tenía los elementos ni morales ni materiales para hacer frente al desafío de mantener ese imperio.“
„Verás qué pocos fanatismos e ignorancias de pueblo y cabra de campanario sobreviven a una visita paciente a El Escorial, a una mañana en el museo del Prado, a un paseo por los barrios viejos de Sevilla, a una cerveza bajo el acueducto de Segovia. Llégate a la Costa de la Muerte y mira morir el sol como lo veían los antiguos celtas del Finis Terrae. Tapea en el casco viejo de San Sebastián mientras consideras la posibilidad de que parte del castellano pudo nacer del intento vasco por hablar latín. Observa desde las ruinas romanas de Tarragona el mar por el que vinieron las legiones y los dioses, intuye en Extremadura por qué sus hombres se fueron a conquistar América, sigue al Cid desde la catedral de Burgos a las murallas de Valencia, a los moriscos y sefardíes en su triste y dilatado exilio. En Granada, Córdoba, Melilla, convéncete de que el moro de la patera nunca será extranjero para ti.“
„El teléfono estaba sobre la colcha, pequeño, negro y siniestro. Lo miró sin tocarlo. Bip-bip. Aterrada. Bip-bip. Su zumbido iba mezclándose con las palabras de la canción, como si formase parte de ella. Porque los contrabandistas, seguían diciendo los Tigres, ésos no perdonan nada. El Güero había usado las mismas palabras, riendo como solía hacerlo, mientras le acariciaba la nuca y le tiraba el teléfono encima de la falda. Si alguna vez suena, es que me habré muerto. Entonces, corre. Cuanto puedas, prietita. Corre y no pares, porque ya no estaré allí para ayudarte. Y si llegas viva a donde sea, échate un tequila en mi memoria. Por los buenos ratos, mi chula. Por los buenos ratos.“
„…pues nada define mejor la España de mi siglo, y la de todos, que la imagen del hidalgo pobre y miserable, muerto de hambre, que no trabaja porque es rebaje de su condición; y aunque ayuna a diario sale a la calle con espada, dándose aires, y se echa migas de pan en la barba para que sus vecinos piensen que ha comido.“
„El mundo nunca supo tanto de sí mismo y de su naturaleza como ahora, pero no le sirve de nada. Siempre hubo maremotos, fíjese. Lo que pasa es que antes no pretendíamos tener hoteles de lujo en primera línea de playa… El hombre crea eufemismos y cortinas de huo para negar las leyes de la naturaleza. También para negar la infame condición que le es propia. Y cada despertar le cesta los doscientos muertos de un avión que se cae, los doscientos mil de un tsunami o el millón de una guerra civil.“
„Bien mirado, el mundo ha dejado de pensar en la muerte. Creer que no vamos a morir nos hace débiles, y peores.“
„Todas las guerras son malas, pero la guerra civil es la peor de todas, pues enfrenta al amigo con el amigo, al vecino con el vecino, al hermano contra el hermano. Hace casi 80 años, entre 1936 y 1939, en tiempos de nuestros abuelos y bisabuelos, una espantosa guerra civil tuvo lugar en España. Causó miles de muertos, destruyó hogares, arruinó el país y llevó a mucha gente al exilio. Para evitar que tan desoladora tragedia vuelva a repetirse nunca es conveniente recordar cómo ocurrió. Así, de aquella desgracia podrán extraerse conclusiones útiles sobre la paz y la convivencia que jamás se deben perder. Lecciones terribles que jamás debemos olvidar.“
„Mientras hay muerte – apuntó- hay esperanza.- ¿Es otra cita?- Es un chiste malo.“
„Si la cuestión es que cuando no honras tu memoria, y los muertos forman parte de ella, estás deshonrándote a ti mismo. Pero claro, tú pones la televisión y ves lo que se ve, y te preguntas si de verdad nos importa algo Gálvez, Blas de Lezo, los tercios, Rocroi… En la vida que llevamos, en nuestras perspectivas del mundo actual, todo eso no tiene utilidad, ningún atractivo, no. ¿Qué nos importa Blas de Lezo? ¿Qué ganamos con saber quién fue? La vida que se nos está proponiendo como futuro no tiene nada que ver con esas otras vidas. Ese ejemplo no vale, ahora vale el futbolista que triunfa, la top model que consigue hacerse millonaria, el actor de cine, el cantante… ésos son los ejemplos que nos valen porque son los que la sociedad nos pone como objetivos que hay que imitar. Pero las virtudes de Blas de Lezo, el heroísmo de un tío que está cargando con la Caballería al paso en el río Igan el día de Annual, Gálvez atravesando solo con su bergantín el paso de agua de Pensacola… son ejemplos que no tienen utilidad práctica para el hombre moderno, solamente la tiene para algunos marginales que van–o vamos–quedando y que todavía comparten viejos códigos de comportamiento. Pero para el español moderno, es hasta molesto, hasta incómodo que le recuerdes que hubo un Blas de Lezo, y no les gusta que lo hagas, porque eres un aguafiestas y un facha, un gruñón.“
„y entonces, de pronto, apareció él, estaca en mano, corriendo por el pasillo como si fuera la muerte vestida con un guardapolvo“
„Sí, pero nosotros estamos vivos, Rose. No podemos dejar de vivir porque otras personas estén muertas“
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